Ejercitarte desde el amor y el respeto, podría ayudar a evitar padecimientos. Foto: Especial

Ama tu cuerpo: ¿Desde qué lugar estás ejercitándote?

¿Estás haciendo ejercicio para quemar las calorías como una forma de maltrato hacia tu cuerpo, o te estás ejercitando desde el respeto y el amor a tu cuerpo con la idea de alcanzar bienestar físico, mental y emocional? Desde hace años se ha hablado de la importancia de ejercitarnos aunque sean un par de minutos […]

¿Estás haciendo ejercicio para quemar las calorías como una forma de maltrato hacia tu cuerpo, o te estás ejercitando desde el respeto y el amor a tu cuerpo con la idea de alcanzar bienestar físico, mental y emocional?

Desde hace años se ha hablado de la importancia de ejercitarnos aunque sean un par de minutos al día. La urgencia del tema ha invadido las redes sociales y ha dado paso a la denominada “cultura fitness”, que se define como un estado de salud y bienestar físico y mental que se consigue al llevar una alimentación saludable complementada con ejercicio.

Sin embargo, también se ha difundido la idea de que si no logras ser fitness es porque no te esfuerzas lo suficiente. Además, el concepto suele estar asociado con la belleza hegemónica: con una apariencia joven y un cuerpo tonificado, inclinándose a lo delgado. Las corporalidades que salen de ese ideal, suelen ser criticadas y juzgadas.

El terapeuta físico y dueño de Decolonizing Fitness, Ilya Parker, acuñó el concepto de fitness tóxico (Mainstream Fitness Culture, en inglés) y lo define de la siguiente manera:

“Un conjunto de características sociales, de lenguaje y hábitos que promueven el capacitismo, clasismo, racismo, elitismo, body shaming, body policing, discursos de odio a la comunidad LGBTQIA+ y todo bajo el pretexto del fitness, salud y bienestar”.

El ejercicio es más que un medio para alcanzar un cuerpo fitness y hacerlo desde la culpa y el enojo puede tener consecuencias, entre ellas un aumento de estrés que, a su vez, dispara los niveles de cortisol, también conocido como la “hormona del estrés”.

De acuerdo con una investigación publicada en 2018 por la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el cortisol provoca un aumento en la producción de insulina, que suele ir acompañado de un incremento del apetito. Esta forma de comer favorece el almacenamiento de grasa, además el cerebro se ve afectado, pues intenta aliviar el estrés con comida.

Otro de los efectos de la “hormona del estrés” es el almacenamiento excesivo de grasa como método de supervivencia, llegando a experimentar obesidad troncular, es decir, la redistribución de la grasas desde las extremidades hasta la zona abdominal.

Ejercitarte desde el amor y el respeto, podría ayudar a evitar este tipo de padecimientos. Permitirte habitar tu cuerpo sin castigos, sin culpas y con la idea de alcanzar tu bienestar te ayudará más que someterte durante horas a actividades físicas intensas.

Mueve tu cuerpo de 20 minutos a 40 minutos del día. Una larga caminata o simplemente 20 minutos de pesas son mucho más benéficas para tu salud física, mental y emocional que someterte a ejercicio por las razones equivocadas.

Ahora, la pregunta final que te planteamos es, ¿desde qué lugar te estás ejercitando, desde el amor y el respeto o desde el odio y el maltrato?

Prevenir o gastar

¿Qué es mejor, prevenir o atender una enfermedad? Tenemos la falsa creencia de que prevenir nuestra salud como comer sano, pagar gimnasio o simplemente pagar alguna clase que te ayude a moverte es demasiado caro.

Pero, ¿te has puesto a pensar lo que cuesta un tratamiento de una enfermedad debido a la falta de movimiento o a la falta de salud a nivel nutricional? Eso sólo lo entendemos una vez que ya estamos enfermos y que tenemos que ir al doctor y que tenemos que entrar en tratamientos, entonces sí nos ponemos a llorar.

Créanme, es mucho más barato invertir en la prevención que gastar en el tratamiento. No le pongas pretextos a tu salud, ¡invierte en tu bienestar!

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