Quienes atacan y menosprecian al INAI han olvidado que solicitaron información pública con la intención de arremeter contra sus antecesores. Foto: Especial

50 días y contando

El desprecio que hay por el INAI por parte del inquilino de Palacio Nacional, solo demuestra que la opacidad y la impunidad es lo suyo

Van más de 50 días y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), sigue sin poder sesionar, y todo por el capricho de alguien que dice estar en contra de la corrupción, pero le desagrada la transparencia, y más aún, la rendición de cuentas.

No se trata del INAI, se trata de destruir las instituciones, que desde la perspectiva del régimen “no sirven para nada”, sin embargo, es gracias a ellas que hoy la ciudadanía es participativa y puede acceder a la información pública como parte de sus derechos.

Es indispensable recordar que el derecho al acceso a la información pública surge de la lucha ciudadana, no de los gobiernos, sino de la misma sociedad organizada que exige hacer valer la transparencia y la rendición de cuentas.

Quienes atacan y menosprecian al INAI han olvidado que solicitaron información pública con la intención de arremeter contra sus antecesores, o bien, para sostener sus dichos en libros de su autoría.

Es lamentable que no solo desde el púlpito mañanero se pretenda desprestigiar al instituto, sino desde cualquier tribuna, presidium, micrófono, cuando desde su creación nos ha permitido ejercer nuestro derecho a la información pública.

Un derecho garantizado en la Constitución que no se puede ni debe regatear por el simple de hecho de complacer el capricho de una sola persona, ni por su deseo de destruir todo lo que le incómoda a su gobierno.

El desprecio que hay por el INAI por parte del inquilino de Palacio Nacional, solo demuestra que la opacidad y la impunidad es lo suyo.

Su negativa por nombrar a uno de los tres comisionados que faltan, no es por afectar al INAI, es por destruir lo que viene de la sociedad, pues si de algo es intolerante este gobierno, no solo es de la autonomía, sino de todo lo que venga de la sociedad organizada.

En México la sociedad se ha dado muchos organismos autónomos, que son creados para hacer valer sus derechos y garantizarlos, el INAI es uno de ellos, tal como lo es el INE, la CNDH, entre otros.

No permitamos que el INAI siga sin realizar una de sus tareas principales, garantizar la rendición de cuentas, aunque desde el gobierno soliciten a las dependencias dejar de responder la información solicitada.

La solidez de nuestras instituciones no dependen de quien gobierna un país, es tarea de las y los ciudadanos, que hoy en México, estamos dispuestos a defenderlas, al igual que nuestros derechos y libertades.

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