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Un presidente pacifista pero impertinente

Una vez más el presidente de Uruguay José Mujica acapara la atención del mundo.

El mandatario suma ya el apoyo de tres grupos que lo postulan para el Premio Nobel de la Paz: primero fue el Drugs Peace Institute de Holanda, luego la Universidad Bremer de Alemania y el más reciente es su partido el Frente Amplio de Uruguay.

Las organizaciones destacan la austeridad de Mujica, el hecho de que done 80 por ciento de su salario y el haber promovido la legalización de la marihuana. 

Una vez más el presidente de Uruguay José Mujica acapara la atención del mundo.

El mandatario suma ya el apoyo de tres grupos que lo postulan para el Premio Nobel de la Paz: primero fue el Drugs Peace Institute de Holanda, luego la Universidad Bremer de Alemania y el más reciente es su partido el Frente Amplio de Uruguay.

Las organizaciones destacan la austeridad de Mujica, el hecho de que done 80 por ciento de su salario y el haber promovido la legalización de la marihuana. 

“(Es) un ejemplo de vida, que se aprecia en su trayectoria personal, las prioridades que ha tenido en tanto gobernante con respecto a problemas que son de la humanidad toda”, escribieron el lunes los diputados del Frente Amplio en una carta.

Como prueba de ello, el mandatario uruguayo, conocido exguerrillero que pasó 10 años en prisión, se reunió ayer en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para intervenir a favor de una solución pacífica.

La actitud diplomática y el pasado guerrillero de Mujica, quien califica el proceso de paz en Colombia como lo “más importante que pasa en América Latina”, propicia que tanto las FARC como el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aplaudan su participación.

“Me parece que los caminos de paz hay que ayudarlos siempre, como principio, en cualquier parte de la tierra. Pero acá en América Latina, mucho más”, expresó ayer el mandatario al medio Russia Today en una entrevista exclusiva. 

Pero políticamente incorrecto

La actitud pacifista de Mujica contrasta con su falta de tacto.

Tras visitar a Fidel Castro el viernes pasado, el uruguayo de 78 años declaró que los años “se le han venido encima” al líder cubano, por lo que está “anciano” y “deteriorado”. 

“Todo el mundo sabe la estatura de Fidel Castro, aunque los años se le han venido encima y físicamente está deteriorado”, manifestó según el El País de Uruguay.

Mujica también creó polémica en abril del año pasado, cuando llamó a su homóloga argentina Cristina Fernández de Kirchner “vieja” y “terca”.

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