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‘Un monstruo’ de doble cara

El hombre acusado de mantener cautivas a tres mujeres durante una década había aterrorizado antes a la madre de sus hijos encerrándola, golpeándola y torturándola psicológicamente antes de que su relación se desintegrase, según dijeron los familiares de la mujer.

Varios familiares de Grimilda Figueroa, que abandonó a Ariel Castro hace años y murió en 2012 después de una prolongada enfermedad, trazaron un retrato aterrador sobre la vida con Castro mientras las autoridades hacían públicos los detalles de los abusos sufridos por las otras mujeres cautivas.

"Mi hermana estaría hoy viva si no fuera por él (Ariel Castro). Si pudiera hablar con él ni siquiera lo haría”
Elida CaraballoHermana de Grimilda Figueroa, la primera mujer de Castro
En una ocasión, Castro obligó a su mujer a encerrarse en una caja de cartón hasta que él le dijera que podía salir

El hombre acusado de mantener cautivas a tres mujeres durante una década había aterrorizado antes a la madre de sus hijos encerrándola, golpeándola y torturándola psicológicamente antes de que su relación se desintegrase, según dijeron los familiares de la mujer.

Varios familiares de Grimilda Figueroa, que abandonó a Ariel Castro hace años y murió en 2012 después de una prolongada enfermedad, trazaron un retrato aterrador sobre la vida con Castro mientras las autoridades hacían públicos los detalles de los abusos sufridos por las otras mujeres cautivas.

En una entrevista con The Associated Press el jueves, los familiares describieron a Castro como “un monstruo” que abusaba de su esposa y encerraba a su familia dentro de la casa. 

La revelación contrasta con las versiones de algunos familiares de Castro y un vecino, que consideraban al ex conductor de un autobús escolar como un hombre feliz y respetuoso.

Los familiares de Figueroa dijeron que Castro la golpeaba salvajemente, la arrojó desde la parte superior de unas escaleras, le fracturó la nariz y le dislocó un hombro –los dos según un documento judicial de 2005 de violencia domestica–, entre otras lesiones como noquearla un diente, romperla las costillas y causarle un coágulo de sangre en el cerebro.

‘Obsesivo’

Según el diario de Ohio MailOnline, el secuestrador de Cleveland decía a su esposa cómo usar faldas, qué comer, de quién podía ser amiga y cuándo podía salir de casa.

En cuanto a las faldas, le exigió usar solo aquellas que llegaran hasta debajo de las rodillas.

Llegó incluso a amenazarla con matarla si ella le abandonaba, por lo que Figueroa se quedó con él a pesar de los abusos y los malos tratos.

Según la familia de Grimilda, ésta habría muerto como consecuencia de las lesiones que Ariel le causó. 

En declaraciones para el periódico de Ohio, la hermana de Grimilda, Elida Caraballo, de 44 años, dijo que “Mi hermana estaría hoy viva si no fuera por él. Si pudiera hablar con él ni siquiera lo haría. Las palabras no pueden ni siquiera explicar lo que siento por dentro. Es odio, ni siquiera es digno de ser llamado padre”.

De acuerdo al relato de Elida, una vez que nació el primer hijo de la pareja, Anthony, Ariel se convirtió en un controlador y todo empezó a ir cuesta abajo. A Grimilda solo le permitía hablar con su familia.

Elida cree que el hecho de tener un hijo significó para Castro que tenía más derecho a vigilar y decidir sobre la vida de Grimilda y que a partir de ahí su obsesión por el control se hizo más evidente aún.

Cuenta incluso que cuando iban a visitarla, Grimilda decía que no podía salir del porche o, de lo contrario, Ariel la mataría.

Historias extrañas 
de cajas y maniquíes

Su hermana, Elida Caraballo, dijo también que Castro una vez empujó a su mujer dentro de una caja de cartón y cerró las tapas.

“Le dijo: ‘¡Te quedas allí hasta que yo te diga!’’’, recordó la hermana, que lloraba al recordar el tormento. 

“Allí fue cuando me asusté y corrí escaleras abajo a buscar a mis padres”.

Pero además, Castro, para asustar a su esposa, mantenía un maniquí al que había colocado una peluca oscura y algunas veces conducía por el vecindario con él, según relataron los parientes.

“Me amenazó muchas veces con él”, dijo Angel Caraballo, sobrino de Castro, que solía jugar con sus primos en la casa donde años después hallaron a las mujeres cautivas.

“Me decía: ‘Si vuelves a hacerlo, te quedarás en ese cuarto solo con el maniquí’’’, agregó Caraballo.

Un día, Figueroa regresaba a su casa con los brazos llenos de compras del almacén cuando Castro abrió la puerta de golpe sosteniendo al maniquí, asustándola tanto que ella cayó de espaldas y se golpeó la cabeza en el pavimento, dijo Elida Caraballo.

Posible pena de muerte

Los fiscales dijeron el jueves que podrían solicitar la pena de muerte para Castro después que la policía lo acusó de haber embarazado a una de sus cautivas por lo menos cinco veces y hacerla abortar matándola de hambre y dándole puñetazos en el estómago. 

La policía también dijo que una de las mujeres, Amanda Berry, fue obligada a dar a luz en una piscina de plástico.

El fiscal del condado de Cuyahoga, Timothy McGinty, dijo que su oficina decidirá si presentará cargos por asesinato con agravantes, punible con pena de muerte, en conexión con los abortos provocados por medio de violencia.

McGinty dijo que Castro será acusado por cada acto de violencia sexual, agresión y otros delitos cometidos contra las mujeres, insinuando que los cargos podrían ascender a cientos, si no es que miles.

Castro, de 52 años, está detenido bajo fianza de ocho millones de dólares, acusado de secuestro y violación. 

Se le vigila ante la posibilidad de que se suicide.

“La pena capital debe reservarse para aquellos delitos que son realmente los peores ejemplos de conducta humana”, afirmó McGinty. “La realidad es que todavía tenemos delincuentes brutales que no respetan el estado de derecho ni la vida humana”. 

Una muestra del ADN de Castro fue remitida el jueves a los investigadores estatales para incorporarla a una base de datos nacional y ver si lo vincula a otros delitos, dijo Lisa Peterson Hackley, vocera del fiscal general de Ohio, Mike DeWine, en un correo electrónico el viernes.

Las tres mujeres dijeron que Castro las mantenía encadenadas en el sótano pero que más adelante las dejó vivir en el segundo piso. 

Las tres dieron versiones similares de que fueron secuestradas después de aceptar un aventón en automóvil.

Berry, de 27 años, dijo que fue obligada a dar a luz en la piscina infantil de plástico dentro de la casa. Agregó que ninguna de las tres mujeres —ni su hijita, hoy de 6 años— vio a un médico durante su cautiverio.

Castro fue arrestado el lunes cuando Berry logró escapar de la casa y llamó a la policía. Los agentes hallaron a las otras dos cautivas.

Las tres habían desaparecido en incidentes separados entre 2002 y 2004, cuando tenían 14, 16 y 20 años. Los hechos han conmovido a EU.

(Con información de AP)

Engendrar 
en cautiverio

Los exámenes confirmaron que el presunto secuestrador Ariel Castro es el padre de la niña de 6 años rescatada de su casa con tres mujeres la semana pasada, dijo el procurador general de Ohio.

La oficina del procurador general Mike DeWine confirmó el viernes la paternidad de Castro en un comunicado de prensa. DeWine dijo que a Castro se le tomó una muestra del ADN el jueves y los forenses trabajaron toda la noche en el caso.

La niña es hija de Amanda Berry, que según las autoridades fue mantenida aproximadamente una década en la casa de Castro en Cleveland junto con Gina DeJesús y Michelle Knight.