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Trump, el enemigo de la prensa

Hoy en el Día Mundial de la Libertad de Prensa Trump mantiene una retórica de odio a los medios y en su primer año de mandato se registraron 45 ataques físicos contra periodistas. Estos actos contra la prensa se contagian a los líderes de otros países, quienes usan conceptos como fake news para deslegitimar las noticias contra sus gobiernos

El presidente Donald Trump es un mal ejemplo para los jefes de Estado del mundo. Conceptos que el mandatario impulsó como fake news (noticias falsas) se utilizan en diferentes países para reprimir o censurar periodistas.

Hoy en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el actual presidente de Estados Unidos es reconocido como un enemigo de los reporteros y el hombre que está agudizando el odio internacional contra los profesionistas de la información.

El republicano provocó el descenso de su país en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de la organización Reporteros sin fronteras. La nación norteamericana ahora se ubica en el lugar 45 de este informe debido a los repetidos ataques contra medios de comunicación que se registraron en territorio estadounidense.

En 2017, Estados Unidos se encontraba en el escaño número 43 de esta clasificación, es decir, descendió dos puestos debido a la relación del presidente estadounidense con la prensa.

“Trump ha demostrado que ser un presidente sumamente intolerante a la crítica es parte de su discurso populista. El presidente menciona que todo mundo está en su contra y siempre es el medio quien conspira, no el gobierno quien comete errores, y bajo esas ideas ha lastimado de manera muy importante la opinión pública”, afirmó Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.

En varias ocasiones Trump calificó a la prensa como “enemigo del pueblo estadounidense”. Una de sus herramientas favoritas contra los comunicadores es el uso de la frase fake news. El presidente usa estas dos palabras para desacreditar cualquier crítica a sus decisiones.

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ataques físicos a periodistas

El diccionario Oxford define este tipo de contenidos como “informes falsos que se difunden en sitios web”. No obstante, muchas de las investigaciones que Trump califica con este término son ciertas.

Entre las acciones del ejecutivo contra los periodistas también se puede mencionar cuando intentó impedir el acceso a la Casa Blanca a reporteros de varios medios de comunicación. Además, es común ver en su cuenta de Twitter mensajes violentos contra empresas de la información, tales como CNN, e incluso pidió que se quitara a algunas compañías la licencia de difusión.

Ramírez Uresti aseguró que la enemistad de Trump con la prensa le sirve al presidente para generar desestabilización a su favor y fragmentación de la opinión pública. La doctora en relaciones internacionales agregó que mediante la mala relación con los periodistas el mandatario logra que los medios de comunicación dejen de investigar sobre las promesas de campaña que hasta ahora no cumple, tales como la desarticulación del Estado Islámico.

Por otra parte, Ramírez Uresti afirmó que la fricción del republicano con la prensa provocará la división de la sociedad estadounidense. “Yo creo que el riesgo que se corre es la polarización de la opinión pública y de la misma población. El problema más grave que va a enfrentar la era posTrump es un tejido social sumamente debilitado y una sociedad completamente dividida”, dijo la doctora en relaciones internacionales.

No sólo son agresiones verbales

La violencia retórica de Trump está acompañada de agresiones físicas y detenciones a reporteros. Ahora los periodistas corren el riesgo de ser aprehendidos cuando cubren manifestaciones o que su equipo de trabajo sea incautado.

Ante esta violencia contra la libertad de prensa, más de 20 organizaciones defensoras de este derecho crearon el sitio web U.S. Press Freedom Tracker. El objetivo de esta plataforma es documentar los atentados contra los periodistas en Estados Unidos.

La página que funciona como un depósito de datos registró que hasta mayo del presente año se cometieron en Estados Unidos ocho ataques a periodistas, dos arrestos y dos confiscaciones de equipo.

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arrestos a periodistas

El sitio también contiene un informe sobre las agresiones contra periodistas en Estados Unidos durante 2017. Este documento menciona que hubo 45 ataques físicos contra reporteros el año pasado y 31 de estos sucedieron en protestas. De los más de 30 ataques, la policía estuvo directamente relacionada en nueve.

El sitio también tiene el registro de 34 casos de detención a periodistas en 2017, 29 de estos cubrían una manifestación y 18 eran freelancers. En el mismo año también se arrestaron a cinco periodistas en las fronteras de Estados Unidos y hubo 15 revisiones o incautaciones de equipos.

El desprecio de Trump a la prensa fue evidente el sábado pasado cuando por segundo año consecutivo decidió no asistir a la cena de corresponsales de la Casa Blanca, un evento creado en 1921 para rebajar tensiones entre el gobierno estadounidense y los periodistas que cubren sus actividades.

“La cena de corresponsales de la Casa Blanca está muerta como ya sabemos. Fue un desastre total y una vergüenza para nuestro gran país y todo lo que representa. Las fake news están latentes y un ejemplo es lo que pasó la noche de este sábado”, tuiteó el mandatario este lunes.

Las fake news como pretexto

Trump contagia su odio a otros líderes del mundo. Los jefes de Estado de otros países utilizan el término fake news de la misma forma que el presidente de Estados Unidos, es decir, para deslegitimar los reportajes o noticias que critican a sus gobiernos

“Les ha dado un término perfecto para tener una justificación ante lo que no quieren aceptar. Ahora un político que no esté de acuerdo con algo dice que son fake news cuando no necesariamente lo son. Para un primer mandatario con temas complicados la primer salida es decir que son noticias falsas”, comentó Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.

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confiscaciones de equipo

De acuerdo al análisis “Estados Unidos cae, Canadá asciende” de Reporteros sin fronteras, los gobiernos de países miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental adoptan la expresión que usa Trump para criticar el trabajo de los periodistas. Dado que las leyes de muchos países de la región del Caribe aún criminalizan la difamación, la propagación de la retórica antimedios del presidente de Estados Unidos podría tener consecuencias graves en la prensa de otras naciones.

El término fake news también es utilizado por los enemigos de Trump. Cuando Amnistía Internacional publicó un informe sobre las muertes en prisión en Siria, el presidente de ese país, Bashar al Assad respondió: “Estamos viviendo en una época de noticias falsas”.

Por otra parte, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro culpó a los medios internacionales por “muchas versiones falsas, muchas mentiras” y añadió: “Es lo que llaman el fake news ahora”.

En el mismo sentido, en Rusia, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, le pidió a un reportero de CNN “detener la propagación de mentiras y fake news ”. Además, este ministerio usa un sello digital rojo con la palabra fake (falso) en su sitio web para etiquetar los reportajes que critican al gobierno ruso.

El periódico oficial del Partido Comunista Chino también usó las palabras de Trump para criticar e impedir la cobertura de los medios que critican al gobierno de Pekín.