Kaja Kallas, representante de la Unión Europea para asuntos exteriores, mencionó que comenzarán las revisiones para levantar las sanciones a Siria. 
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Siria, la reconstrucción económica después de la guerra civil

Después de más de una década de guerra civil el gobierno interino respaldado por el HTS intenta aliviar la crisis económica siria, el primer paso restaurar el comercio con la Unión Europea

Después de la caída del régimen de Bashar al-Asad tras 13 años en el poder, mientras que el gobierno interino batalla por reparar un país devastado por la guerra, la comunidad internacional está en debate por los nuevos gobernantes de facto en Siria. 

En un país fragmentado, el gobierno interino impuesto por la facción que derrocó al régimen de Al-Asad, la Organización por la Liberación de Levante (HTS), ha intentado evitar las pugnas por el poder mientras busca proveer a los ciudadanos sirios de los servicios básicos que necesitan. 

Pese a los esfuerzos de Mohamed al-Bashir, el tecnócrata designado como primer ministro por el HTS, Siria enfrenta más de un reto para su estabilización. La escala de más de una década de conflicto causó hasta 528 mil muertes desde el comienzo de las protestas en 2011, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, y el desplazamiento forzado de 14 millones de personas, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. 

Por la situación del país, más de cinco millones de sirios tuvieron que huir de su Estado, y los que se quedaron atrapados en la guerra enfrentaron no sólo violencia sino la fractura de su economía. 

De acuerdo con el Banco Mundial, entre 2010 y 2022, el último año del que se tiene registro, el PIB sirio pasó de 67 mil millones de dólares a 23 mil millones. Con una contracción de más del 50 por ciento de su economía, el régimen de Al-Asad recortó el gasto público en un 87 por ciento, en comparación a 2010, particularmente en seguridad social y subsidios alimenticios. 

Aunado al conflicto interno, desde 2004 Siria enfrenta sanciones por parte de potencias extranjeras que impiden su integración económica plena; sin embargo, las acciones de Al-Asad contra la población civil durante la guerra endurecieron las trabas económicas con las que lidiaba el país. 

El HTS ante la comunidad internacional

Mientras que Bashar al-Asad fue criticado por Estados Unidos, la Unión Europea y otros miembros de la comunidad internacional por sus tácticas represivas, como en 2024, cuando 14 mil personas murieron dentro de las prisiones del régimen, por lo que el HTS y su gobierno interino enfrenta cuestionamientos por sus vínculos con radicales islamistas. 

Para Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la Unión Europea, la Organización para la Liberación de Levante es una organización terrorista; sin embargo, tanto el Departamento de Estado de la pasada administración estadounidense como los encargados de la política exterior europea, han tenido contacto con el HTS. 

Desde la perspectiva de la Unión Europea, la transición que se está dando en estos momento es una “oportunidad histórica para reunir y reconstruir el país”, por lo que, de acuerdo a Kaja Kallas, representante de la entidad para asuntos exteriores, se está trabajando en un plan de ruta para aliviar las sanciones de su organismo contra Siria.

Actualmente, el bloque de los 27 mantiene en pie restricciones financieras que prohíben a los países miembros o a entidades bajo su jurisdicción la extracción o importación de petróleo sirio, así como la exportación de combustibles y tecnología. Aunque las medidas estaban diseñadas para debilitar al régimen de Al-Asad, las restricciones de inversión en proyectos de infraestructura y tecnología multiplicaron los efectos destructivos de la guerra civil. 

La maestra Norma Soto Castañeda, docente del posgrado de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, asegura que en un contexto de interdependencia económica las sanciones de las potencias extranjeras hieren directamente la economía. 

“Nadie se rige de manera independiente y todos necesitan de los recursos de otros para avanzar. Cuando Estados Unidos o la Unión Europea imponen sanciones de carácter económico, sí afectan directamente al país. En el caso de Siria, la transición de su gobierno apunta a una recuperación económica. Ellos viven de dos cosas: petróleo y agricultura, algo de lo que requieren muchas naciones y lo que puede significar su recuperación”, señala la profesora. 

Recientemente, la Unión Europea anunció que las primeras sanciones en ser revisadas serán aquellas concernientes a los energéticos y al transporte, por considerarlos sectores clave para una recuperación económica; sin embargo, el relajamiento de estas medidas será gradual y reversible para asegurar el apego a derechos humanos por parte del nuevo régimen. 

Recuperación económica siria

Con un  sector energético susceptible a sanciones, Siria necesitará de su otro gran sector productivo: el agrícola, para no solo mejorar sus prospectiva económica sino para corregir los problemas internos de un país donde el 82 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza y 16 millones de personas requieren alguna forma de asistencia humanitaria

La maestra Soto Castañeda comenta que la credibilidad al exterior del nuevo gobierno impulsado por el HTS será esencial para lograr la financiación necesaria para impulsar la reactivación agrícola siria. 

“El gobierno necesita estabilidad política que permita desarrollar planes a corto, mediano y largo plazo. Un segundo aspecto son las empresas que compran estos productos, tanto sirias como extranjeras, que necesitan esta estabilidad para retomar sus actividades en el país. Otro punto es el retorno de la población a las tierras de cultivo; esto implica inversión por parte del Estado y una negociación con privados (…) esto es urgente, pero tienen la ventaja de conocer su territorio para la producción agrícola, la dificultad sería la dependencia del clima, pero una vez activa la agricultura se recuperan sectores de logística y transporte, así como otros aspectos sociales”, anota la académica. 

Mientras la recuperación económica de Siria depende de la estabilidad política del país, el gobierno interino continúa intentando que el resto de las facciones combatientes depongan las armas y se unan a una coalición que ha prometido ser incluyente. 

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