Los puertorriqueños utilizaron el ballet y el perreo contra Ricardo Rosselló

Si se siente el boom, se combate intenso

Los puertorriqueños utilizaron el ballet y el perreo para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló. El político que hizo comentarios homófobos y misóginos hace efectiva su renuncia hoy

Elevar las piernas hasta el cielo o perrear hasta el piso derroca gobiernos. Bailarines y otros amantes de la danza movieron el trasero en las escalinatas de un templo y flotaron con el impulso de sus piernas para exigir la renuncia del gobernador puertorriqueño Ricardo Rosselló. ¿Sus razones? El hartazgo provocado por la pobreza en el país, así como por la corrupción y el odio de su propia clase política.

El ballet y el perreo fueron estrategias protagónicas en las protestas en las que puertorriqueños pidieron y lograron la renuncia de Rosselló, quien hoy deja su cargo después de la filtraciones de mensajes con comentarios homófobos y sexistas.

La danza estuvo presente en las manifestaciones que se realizaron durante dos semanas. La bailarina Renata, integrante del colectivo De Puntas por Puerto Rico, usó una bandera de su país y sus zapatillas para participar en las protestas en diferentes puntos de la isla.

De Puntas por Puerto Rico es un grupo integrado por tres fotógrafos y una bailarina. Su propósito es promover la cultura de la isla; visitan lugares frecuentados por turistas y toman fotografías de Renata mientras baila ballet.

No obstante, el colectivo cambió sus actividades durante los días de protesta. Los cuatro integrantes participaron en las marchas en contra de Rosselló de forma personal, pero luego decidieron demostrar su apoyo a las manifestaciones en colectivo compartiendo fotografías en sus redes sociales que muestran a Renata bailando entre los actos políticos y lugares representativos de la isla.

“Nuestra intención fue simple y sencilla: demostrar que nuestro proyecto está con el pueblo y protestar a nuestro estilo… Nuestra bailarina se expresó con su arte y nosotros logramos capturar la indignación y el despertar que como pueblo vivimos”, comentan los integrantes del colectivo en entrevista con Reporte Índigo.

Sus seguidores quedaron cautivados por la imágenes que mezclan protesta y danza y las compartieron hasta que se hicieron virales. Una foto en la que Renata hace una variación de jeté con la bandera de Puerto Rico fue compartida más de 6 mil veces en Facebook hasta este jueves.

“Hemos recibido comentarios sobre cómo se identifican con las imágenes, mensajes de apoyo y solidaridad y sobre todo hemos sido parte de la historia”, comparten la bailarina y los fotógrafos.

Además, el colectivo ha recibido reproducciones de sus fotografías como caricaturas, pinturas en canvas, intervenciones digitales, entre otras.

“Han sido unos días tensos y llenos de lucha en los que hemos intentado estar lo más presente posible. Aún como pueblo nos queda mucho por hacer, pero en este proceso hemos encontrado que la fuerza está en la unión y lograr esto sin casualidades es digno de admirar”, reflexionan los integrantes del colectivo.

 

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Hasta abajo sin pena

No fueron los únicos que se armaron con su propio cuerpo para exigir la renuncia de Roselló. El perreo también fue un arma de combate durante las multitudinarias manifestaciones que por doce días consecutivos tomaron las calles de Puerto Rico.

Un colectivo cuir, integrado en su mayoría por jóvenes, convocó a bailar perreo en las escalinatas de la Catedral Metropolitana Basílica de San Juan Bautista el miércoles 24 de julio. Rosselló anunció su dimisión esa noche.

“El colectivo decidió realizar el evento en las escalinatas de la catedral como un gesto de performance político y denuncia frente a un edificio que representa uno de los mecanismos principales de opresión hacia el colectivo LGBTQ+”, explica Edrimael Delgado Reyes en un artículo que publicó en el proyecto periodístico Todas.

Los objetivos del acto político conocido como Perreo combativo eran pedir la renuncia de Rosselló y generar espacios seguros donde las personas LGBTTTI pudieran manifestarse a su manera.

“Esta protesta, en específico, nacía de la alegría y del disfrute de nuestros cuerpos y de nuestras sexualidades, que han sido reprimidas por tanto tiempo por mecanismos institucionales como la Iglesia”, escribe Delgado Reyes en su artículo.

Después de que se viralizaron videos en los que se ve a los participantes del evento bailando en traje de baño o mostrando sus senos frente a la iglesia, algunos puertorriqueños acusaron a los jóvenes de haber profanado el recinto.

“Esta falsa moral de la opinión pública se da principalmente porque las personas desnudas son mujeres y personas no binarias. No es ni siquiera por el hecho de que estén frente a la catedral de San Juan”, asegura Delgado Reyes.

En un video sobre la protesta del 24 de julio, la activista Carla Jeanet Torres habla sobre el contexto social del perreo en la isla y explica que el perreo es un método de expresión para las personas de los barrios puertorriqueños.

“Es un método de expresión de la gente de los barrios y de los caseríos residenciales. El perreo crea diferencias principalmente en organizaciones de izquierda conservadoras porque es un choque generacional ya que no le ha pedido permiso a nadie para meterse en sus ideas de manifestaciones o dentro de sus imaginarios”, comenta la activista.

Torres añade que es consciente de que no todas las letras de las canciones de reggaeton son buenas, sin embargo, destaca que la importancia del perreo como acto de protesta radica en liberar el cuerpo, no en el contenido detrás de la música.

“No todas las letras son buenas, no todas las letras son aceptadas, pero en ese momento se utiliza el baile como una expresión para decir ‘yo necesito perrear, es mi cuerpo y así es como lo libero y me soy leal a mí misma’”, argumenta la activista.

Además, la joven dice que excluir el perreo en manifestaciones para lograr un cambio en Puerto Rico representa ignorar una parte de la propia cultura del país.

“No podemos ignorar el perreo en una respuesta contestataria para hacer un cambio porque el perreo está en la sociedad. Sería iluso pretender llegar a la gente, tener un movimiento de conciencia de clase y hablar sobre cambio político y mejoras en la calidad de vida sin incluir el perreo”.

Al igual que Delgado Reyes, la activista considera que la iglesia es una institución que atropella y condena de manera constante la diversidad sexual en Puerto Rico y eso perpetúa la homofobia y la transfobia en el país, entonces una protesta en una catedral representa una respuesta coherente ante esta realidad.

Un perreo en las escaleras de la catedral es decir ‘tú estás aquí gritándome que no aborte y que aunque me violen debo tener un hijo que no quiero (...) o queriendo regir cómo me comporto, pero yo también estoy aquí velando lo que tú quieres hacer
Carla Jeanet TorresActivista

Después de dos semanas de protestas, perreo y ballet, Rosselló dijo el miércoles pasado que su dimisión será efectiva hoy 2 de agosto a las 5 de la tarde, sin embargo, es complicado frenar la inconformidad de los puertorriqueños porque se encuentran en una crisis económica difícil de resolver.

La deuda de Puerto Rico es de 70 mil millones de dólares, de acuerdo con el más reciente Financial Information and Operating Data Report del país. Además, más del 40 por ciento de sus residentes viven en pobreza y el ingreso medio por hogar en 2017 fue de 19 dólares, según los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.