Se brinca la franja

El Papa aprovechó para quitarse la toga religiosa y llevar la batuta política durante su viaje a Tierra Santa. 

A pesar de que el pasado miércoles prometió que la visita sería “puramente religiosa”, Jorge Mario Bergoglio actuó muy “disimuladamente” para limar asperezas entre israelitas y palestinos. 

Existe poca esperanza en esta iniciativa del Vaticano por cambiar el estatus del conflicto, que está vigente desde hace más de medio siglo
https://www.youtube.com/watch?v=q-fkynr6QxU

El Papa aprovechó para quitarse la toga religiosa y llevar la batuta política durante su viaje a Tierra Santa. 

A pesar de que el pasado miércoles prometió que la visita sería “puramente religiosa”, Jorge Mario Bergoglio actuó muy “disimuladamente” para limar asperezas entre israelitas y palestinos. 

“Incluso, el programa oficial del Papa toca sensibilidades que imperan en la política de Medio Oriente. Pautó en la segunda parte de su viaje una parada de seis horas en Belén, una visita al ‘Estado de Palestina’, terminología rechazada por Israel”, aseguró Reuters el pasado 25 de mayo. 

Francisco es el primer Papa en reconocerlo abiertamente como un Estado en un discurso. 

“Además (su decisión) de viajar a Belén antes de ir a Israel fue interpretada como un mensaje subliminal. ‘No estamos contentos con esto, pero es un hecho’, Oded Ben Hur, un exembajador israelí dijo a The New York Times en referencia al viaje directo del Papa desde Amman hasta Belén”, reportó Vice News el sábado pasado.

Aun así, Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, negó que esta decisión tuviera algún motivo político. 

Pero en las últimas horas de su recorrido, el Papa probó a todos que detrás de la visita estaba presente una intención de unir las religiones e incluso a las naciones vecinas. 

El gesto se vio reflejado en una imagen: Francisco permaneció por casi cinco minutos en una parada que no estaba prevista en su calendario: “el muro de las lamentaciones”. 

La barrera de cemento fue construida por Israel en el 2002, “en un intento de detener los ataques extremistas y que recorre buena parte de los territorios ocupados palestinos, en contra de todas las reglas internacionales”. 

“Jerusalén significa ciudad de la paz, así lo quiso Dios. Pero lamentablemente está atormentada por conflictos. Es urgente la necesidad de la paz. Por eso deben multiplicarse los esfuerzos para una resolución justa de los conflictos. Yo les ruego a todas las autoridades que no dejen nada por hacer para buscar soluciones justas, para que israelíes y palestinos puedan vivir en paz”, indicó Francisco en un discurso ante las autoridades de Israel.

Todas estas referencias de unión del Papa otorgaron nuevas perspectivas sobre la tolerancia de la Iglesia Católica ante otras religiones. 

Inclusive consiguió que el presidente de Israel, Simón Peres, y el de Palestina, Mahmud Abás, prometieran reunirse en en dos semanas en el Vaticano, lo que abriría una nueva etapa en la relación de las naciones. 

El sacerdote católico Eamon Kelly dijo a Fox News que el Pontífice ayudaría a elevar la barra, no tanto para ser un gestor (entre Palestina e Israel) sino para que ambos se puedan ver a los ojos con una “nueva actitud”. 

Sin embargo, los medios aseguran que existe poca esperanza en esta iniciativa del Vaticano por cambiar el estatus del conflicto, que está vigente desde hace más de medio siglo. 

La apertura de Francisco

Bergoglio es el primer pontífice que intenta resolver los problemas entre Israel y Palestina. 

Su antecesor, Benedicto XVI, evitó la política cuando viajó en el 2009 a Tierra Santa, pues solo se refirió a “la crisis que ha afectado a este país durante décadas”.

Juan Pablo II también visitó el “muro de las lamentaciones”, pero solo para reconciliar al catolicismo con el judaísmo. 

Cristianos unidos 

En el mismo espíritu, Francisco abogó por que los cristianos afronten unidos los retos.

El Pontífice se reunió con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa para firmar “una declaración conjunta en la ciudad vieja de Jerusalén”, informó El Mundo.

“Aun siendo plenamente conscientes de no haber alcanzado la meta de la plena comunión, confirmamos hoy nuestro compromiso de avanzar juntos hacia aquella unidad por la que Cristo oró al Padre para que ‘todos sean uno”, afirmaron ambos líderes religiosos. 

“Invitamos a todos los cristianos a promover un auténtico diálogo con el Judaísmo, el Islam y otras tradiciones religiosas. La indiferencia y el desconocimiento mutuo conducen únicamente a la desconfianza y, a veces, desgraciadamente al conflicto”, añadieron. 

Al final, y aunque “Francisco no es mago”, ha “conseguido en el histórico viaje de tres días que los desafíos se atenúen”, escribió ayer Rafael Navarro-Valls en El Mundo. 

Tiende su mano a los líderes

> Simón Peres: Presidente de Israel
El jefe de Estado israelí es un viejo amigo del Papa, según el Vaticano. El ganador del Nobel de la Paz le prometió a Francisco que habrá tratativas para que exista un Estado de Israel y uno de Palestina, pues están listos para ello.

> Benjamín Netanyahu: Primer ministro de Israel
Tiene una relación más lejana con el Obispo de Roma y una postura más contundente, por lo que expresó que espera el día en que el Papa “urja a reconocer el Estado de Israel”.

> Mahmud Abás: Presidente de Palestina
El líder de la Autoridad Nacional Palestina pidió al Pontífice que interviniera en la negociación, pues denuncia que en Jerusalén están desterrando a cristianos y árabes. Abás logró unir a las facciones palestinas.

> Bartolomé I: Patriarca de la Iglesia Ortodoxa
Francisco dialogó con el Arzobispo de Constantinopla en Jerusalén, donde firmaron una declaración que pide la unidad de todos los cristianos ante los obstáculos. Los ortodoxos creen que Francisco es el Papa que acabará con las diferencias entre ambas iglesias.

Frases de un papa tolerante

“El catolicismo es ahora una religión moderna y razonable que ha atravesado cambios evolutivos. Llegó el momento de abandonar la intolerancia”

“La Iglesia Católica está consciente de la importancia de aumentar el respeto y amistad entre hombres y mujeres de diferentes religiones”

“El Señor nos ha redimido a todos nosotros con la Sangre de Cristo. A todos, no solo a los católicos. ¡A todos! Incluso a los ateos”

“La libertad de religión es un derecho humano fundamental y espero que se esparza por todo Medio Oriente y el mundo entero”

El conflicto que no termina

Los problemas entre Israel y Palestina tienen más de medio siglo sin resolverse. La Iglesia Católica a veces ha influido en ellos y no siempre con resultados óptimos.

1947
La ONU aprueba que en Palestina se creen dos Estados, uno árabe y otro de judíos, que llegaron ahí tras la intervención británica. Los árabes repudiaron la decisión, pero los judíos salieron a celebrar.

1948
Se proclama el Estado de Israel, pero los palestinos y otros países árabes no lo reconocen. Inicia la primera guerra árabe-israelí.

1964
El Papa Pablo VI visita Tierra Santa en un viaje que dura 11 horas, pero nunca hace referencia al “Estado de Israel”, lo que despierta descontento.

1969
Tras crearse en 1964, la Organización para la Liberación Palestina (OLP) gana notoriedad cuando Yasir Arafat comienza a presidirla.

1987
Comienza la primera intifada, la rebelión popular de los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza contra la ocupación de Israel.

1991
La Conferencia de Madrid marca el inicio del intento de paz entre Palestina e Israel, aunque hasta la fecha siempre fallan las negociaciones.

2000
El Papa Juan Pablo II visita el “muro de las lamentaciones” en Israel, lo que se califica como una visita “revolucionaria” que rescata las relaciones entre judíos y cristianos.

2009
Judíos lanzan fuertes críticas contra Benedicto XVI porque de joven fue militante del grupo “Juventud de Hitler” y no reconoció públicamente que los nazis provocaron el Holocausto.

2012
Tras años de conflictos armados y ataques, Israel y Palestina anuncian una tregua que hasta el momento sigue vigente, aunque aún no hay un acuerdo de paz.

Te puede interesar
PAPAFRANCISCO Muchas armas, poca comida

El Papa Francisco dijo ayer a miles de empleados y diplomáticos de la ONU que es una “extraña paradoja” que la comida no pueda llegar a aquellos que sufren por la guerra, pero en cambio las armas sí llegan.

El Pontífice visitó por primera vez las oficinas del Programa Mundial de Alimentos, la agencia de Naciones Unidas que provee ayuda a 80 millones de personas en unos 80 países en el mundo.

El Papa frecuentemente busca atraer la atención hacia los refugiados, los pobres y los hambrientos y ha hecho de la seguridad alimenticia una de las piedras angulares de su papado.