Líderes del Partido Republicano han tomado distancia del presidente Donald Trump

Ruptura republicana por Donald Trump

Las descalificaciones de Donald Trump respecto al proceso electoral del 3 de noviembre podrían acrecentar la grieta al interior del partido republicano, cuyos líderes están polarizados por las acciones del presidente del país más poderoso del mundo

Líderes del Partido Republicano han tomado distancia del presidente Donald Trump después de que pusiera en duda el proceso electoral del 3 de noviembre y emprendiera demandas para frenar el conteo de votos por correo en algunos estados.

Integrantes del Partido Republicano consideran que las acciones del mandatario para deslegitimar los resultados de la jornada electoral comprometen a la democracia del país, que es considerada la más vieja del mundo.

Legisladores republicanos que dieron su voto al presidente Trump en su intento por mantenerse en la Casa Blanca criticaron sus denuncias respecto a que los demócratas intentan “robarse la elección”, las cuales han calificado de estar infundadas.

“El discurso del presidente fue muy perturbador para mí porque hizo denuncias muy graves sin respaldarlas con evidencia. Yo voté por él, pero quiero que el próximo presidente sea la persona que gane legítimamente el Colegio Electoral y aceptaré a quien sea”, dijo Pat Toomey, senador de Pensilvania, en entrevista con una cadena de televisión.

El legislador de uno de los estados en donde más cerrada estuvo la votación no es el único que ha expresado su desacuerdo con las acciones del presidente Trump. En la lista también está el legislador por Illinois Adam Kigzinger, quien a través de la red social Twitter declaró que las denuncias del mandatario deben respaldarse con pruebas y otros que han realizado sus comentarios ante diversos medios de comunicación después de la jornada electoral.

Pero Trump no está solo. También cuenta con la aprobación de otro grupo de líderes republicanos, quienes respaldan sus peticiones para no considerar en el resultado de la jornada electoral los sufragios que han sido contabilizados después del martes pasado.

En este lado de la moneda republicana están el senador Lindsey Graham, quien ha sido un aliado cercano del presidente, y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de California, por mencionar a algunos.

Al respecto, Verónica Calderón, periodista de la cadena Univisión, durante su participación en la mesa de debate “¿Cómo se vivieron las elecciones y qué consecuencias tendrán?” del programa Perspectiva Índigo, comentó que algunos ciudadanos en Estados Unidos han recibido mensajes por correo electrónico firmados por el Partido Republicano para exhortarlos a “defender su voto”.

Ante la polarización que la situación ha generado en la vida democrática de la economía más grande del mundo, a la par de las manifestaciones que se han desarrollado para apoyar la postura de Donald Trump, el político neoyorquino podría enfrentar la fractura de su casa política con su salida para dar paso a la creación de su partido político.

“El trumpismo no se va a acabar con esta elección. Esto ya es una corriente en Estados Unidos y no descarto que veamos un escenario en donde Donald Trump forme su propio partido por el rompimiento entre el Partido Republicano tradicional y los seguidores de Trump, y tiene el apoyo para hacerlo”, dijo la periodista.

Vieja fractura de Donald Trump y Republicanos

La división al interior de la familia republicana no es nueva. Donald Trump enfrentó la resistencia de un grupo que intentó frenar su candidatura para la presidencia estadounidense en 2016, proceso en el que resultó ganador ante la demócrata Hillary Clinton por la decisión del Colegio Electoral y no por el respaldo del voto ciudadano.

Durante las elecciones primarias, Mitt Romney, ahora senador por Utah, en diversas oportunidades llamó a los militantes del partido a detener la nominación a la candidatura del empresario por considerar que no estaba calificado para liderar la Casa Blanca.

El político es ahora uno de los republicanos que ha hecho público su rompimiento con las acciones del presidente para detener el conteo de votos en los estados en donde los resultados no le favorecen después de sumar los sufragios que se emitieron a través del sistema postal.

La polarización republicana no es nueva, Trump enfrentó la resistencia de un grupo que intentó cancelar su candidatura para la presidencia estadounidense en 2016

También hay que destacar que durante las campañas electorales hubo republicanos que respaldaron a Joe Biden, candidato demócrata, como es el caso de John Kasich, exgobernador republicano de Ohio, quien emitió un mensaje en video durante la Convención Nacional Demócrata, que se desarrolló en agosto, en el cual llamaba a los militantes de su partido a votar azul en la elección.

Hasta el cierre de esta edición el jaloneo respecto al conteo de votos se mantiene, en tanto las Cortes de Michigan y Georgia desestimaron detener el recuento de los votos por correo, que alcanzó una participación de 65.5 millones de personas, de acuerdo con el monitoreo de Us Elections Project.

Quedan pendientes las resoluciones en Wisconsin y Nevada, mientras que en Pensilvania las autoridades permitieron a representantes republicanos supervisar el conteo.

Esta disputa, en caso de no resolverse en los estados, llegaría a la Corte Suprema de Estados Unidos, en donde la mayoría de los jueces son afines al Partido Republicano.

“Va a ser muy complicado que Donald Trump gane una batalla legal aunque haya una mayoría de jueces conservadores en la Corte Suprema. Esto no significa que estén a su favor, sino que dan una interpretación muy estricta de la Constitución”, dijo Lila Abed, analista internacionalista, durante el debate en Perspectiva Índigo.

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