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Rubio vs Castro

Los dos hispanos que más presencia tuvieron en las convenciones políticas de este año, el senador republicano Marco Rubio y el alcalde de San Antonio, Julián Castro, reflejan profundas divisiones políticas y culturales en la comunidad.

Los republicanos eligieron a Rubio, senador de la Florida de ascendencia cubana, para presentar a Mitt Romney en la convención partidaria de la semana pasada. Castro, de origen mexicano, pronunció el discurso inaugural de la convención demócrata.

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Millones hispanos eran de ascendencia mexicana
"Los cubanos nunca fueron parte de nuestra comunidad (...) No vinieron de Chihuahua o de Sonora ni eran pobres. Eran gente de dinero, con una perspectiva diferente de las cosas. El Partido Republicano le abrió las puertas solo a ellos”
Moisés Venegas Maestro retirado de ascendencia mexicana y activista comunitario en Alburquerque, Nuevo México
El porcentaje de cubanos (69 por ciento) que votó en 2008 fue mayor que el de mexicanos (45 por ciento)
Las historias de estas comunidades en Estados Unidos son diferentes y las leyes de inmigración no son las mismas para ambos

Los dos hispanos que más presencia tuvieron en las convenciones políticas de este año, el senador republicano Marco Rubio y el alcalde de San Antonio, Julián Castro, reflejan profundas divisiones políticas y culturales en la comunidad.

Los republicanos eligieron a Rubio, senador de la Florida de ascendencia cubana, para presentar a Mitt Romney en la convención partidaria de la semana pasada. Castro, de origen mexicano, pronunció el discurso inaugural de la convención demócrata.

Si bien ambos son agrupados generalmente en la categoría “hispanos”, simbolizan las enormes diferencias que hay entre los mexicanos, que son la comunidad latinoamericana más grande de Estados Unidos, y los cubanos, que son los más activos en los asuntos políticos.

Pese a compartir el mismo idioma, estas comunidades tienen historias muy diferentes en Estados Unidos y las leyes de inmigración no son las mismas para ambos, pues hay normas especiales, más beneficiosas, para los cubanos.

“Históricamente, los cubano-estadounidenses han tendido a ser un poco más conservadores en las últimas décadas. Por ello, no sorprende ver al senador Rubio y al candidato republicano al Senado por Texas, Ted Cruz, en las papeletas republicanas”, comentó Castro a la agencia Associated Press.

Orígenes

Rubio, de 41 años, nació en Miami. Sus padres llegaron a Miami dos años y medio antes de que Fidel Castro asumiese el poder en Cuba. El 59 por ciento de los cubanos de Estados Unidos habían nacido fuera del país en el 2010, según el Centro Hispano Pew, y tres cuartas partes tenían la ciudadanía estadounidense.

Julián Castro, de 37 años, nació en Estados Unidos, igual que sus padres. Casi el 64 por ciento de las personas de ascendencia mexicana que hay en Estados Unidos nacieron en el país, según el Pew.

Grupos distintos

Moisés Venegas, maestro retirado de ascendencia mexicana y activista comunitario en Alburquerque, Nuevo México, dijo que las dos comunidades tienen poco en común, con excepción de su conexión histórica con España, el idioma y algunos apellidos hispanos.

“Los cubanos nunca fueron parte de nuestra comunidad”, expresó Venegas. “No vinieron de Chihuahua o de Sonora ni eran pobres. Eran gente de dinero, con una perspectiva diferente de las cosas. El Partido Republicano le abrió las puertas solo a ellos”.

Pedro Roig, abogado de origen cubano e investigador del Instituto para Estudios Cubano-Estadounidenses de Miami, rechaza la noción de que hay una fuerte rivalidad entre ambas comunidades.

Atribuye las divisiones entre cubanos y mexicanos en parte a cuestiones geográficas y afirmó que muchos en la comunidad cubana admiraron la selección de Castro para dar el discurso inaugural de la convención demócrata.

De los 52 millones de hispanos que hay en Estados Unidos, 33 millones son de ascendencia mexicana. La segunda comunidad más grande es la puertorriqueña, con 4.7 millones de personas, y la tercera es la cubana, con 1.9 millones, de acuerdo con el Pew.

En las elecciones presidenciales del 2008 9.7 millones de hispanos acudieron a las urnas y más de la mitad, 5.2 millones, eran de ascendencia mexicana.

Aproximadamente el 45 por ciento de los mexicanos en condiciones de votar lo hicieron, según el Pew. El porcentaje de cubanos que votó fue mucho más amplio, el 69 por ciento, o 713 mil personas, indicó el centro.

Obama recibió el 47 por ciento del voto cubano en la Florida ese año, según AP.

En Texas algunos republicanos obtienen tal vez el 30 por ciento del voto hispano, que es practicamente mexicano, indicó Antonio González, presidente del Proyecto de Educación del Votante del Sudoeste, de San Antonio.

Diferencia de trato

El tema de la inmigración ilegal es el que más fricciones causa. A los cubanos se les despeja el camino para conseguir la residencia legal y la ciudadanía. Las primeras olas de inmigrantes cubanos fueron personas de clase media y alta, salvo los “marielitos” que llegaron en los 80.

Los cubanos comenzaron a acercarse a los republicanos a comienzos de los 60, luego de la fallida invasión de Bahía de Cochinos, apoyada por Estados Unidos, para derrocar a Fidel Castro. Esa lealtad aumentó cuando el presidente Ronald Reagan endureció las políticas hacia la isla.

Estados Unidos modificó la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que allanaba el camino para que los cubanos recibieran visas temporales y pudieran sacar la ciudadanía, y adoptó lo que se conoció como la política de “pies mojados, pies secos”. Esa ley de 1995 establece que si un cubano pisa tierra, puede quedarse y regularizar su situación, pero si es interceptado en el mar, es devuelto a la isla o enviado a otro país.

El Congreso, no obstante, por años se ha negado a reformar las leyes de inmigración para regularizar el status de inmigrantes que están en el país ilegalmente, buena parte de los cuales son mexicanos. También rechazó un proyecto que le hubiera dado la residencia a los inmigrantes que fueron traídos ilegalmente por sus padres siendo niños.

Mientras que muchos cubanos desean volver a lo que para ellos sería una Cuba libre, numerosos mexicanos consideran que partes de Estados Unidos son históricamente mexicanas.

DeeDee Blase, de ascendencia mexicana y fundadora del Tequila Party de Arizona, una organización política independiente formada en su mayoría por mexicanos, dijo que los cubanos no han apoyado políticas que eran importantes para los mexicanos, como la reforma a las leyes de inmigración y a los seguros médicos, pero quieren que los hispanos respalden el embargo comercial a Cuba.

Guarione Díaz, presidente del Consejo Nacional Cubano-Americano de Miami, dijo que los resentimientos tienden a desaparecer a medida que más mexicanos se radican en Miami y que más políticos que no son cubanos acceden a cargos públicos con el voto cubano. También la igualdad de derechos  les une. (AP)

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