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Post Brexit

Después de la decisión por salir de la Unión Europea, el Primer Ministro David Cameron renunció a su puesto y anunció que dejaría a su sucesor la responsabilidad de notificar a Bruselas la aplicación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que se refiere a la cláusula de retirada de un país miembro.

Este sucesor será nombrado el 9 de septiembre.

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millones de firmas reúne la petición para darle reversa al Brexit
La consulta para que Reino Unido permaneciera o no en la Unión Europea fue apenas hace 12 días
Desde hace más de 10 años, Nigel Farage ha luchado para que el Reino Unido salga de la Unión Europea

Después de la decisión por salir de la Unión Europea, el Primer Ministro David Cameron renunció a su puesto y anunció que dejaría a su sucesor la responsabilidad de notificar a Bruselas la aplicación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que se refiere a la cláusula de retirada de un país miembro.

Este sucesor será nombrado el 9 de septiembre.

Una semana después de la votación por el divorcio con la Unión Europea y la inmediata dimisión de Cameron, el exalcalde de Londres, líder de la campaña para la salida y favorito para quedarse con el puesto, Boris Johnson, anunció que él no sería un candidato a Primer Ministro.

Y ayer, y 12 días después de la victoria del Brexit, Nigel Farage renunció a la dirigencia de su partido.

“Mi objetivo era alcanzar la salida de la UE (…) He cumplido mi misión”, dijo el exdirigente del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés) en conferencia de prensa.

Desde hace más de 10 años, Farage luchó para que el Reino Unido saliera de la UE.

Fue el mismo motivo para la creación de su partido del que tomó la dirigencia en 2006. Fue él quien llevó de la mano con su partido a Cameron a prometer un referéndum.

El Brexit eran ellos.

¿Hay marcha atrás?

El Reino Unido también debe hacer frente a la disidencia interna: Escocia e Irlanda del Norte votaron para permanecer en la UE con 62 y 55.8 por ciento respectivamente, y la Primer Ministro escocesa ya anunció su intención de celebrar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia.

Y por el momento, no parece haber un plan B para los europeos.

¿Los británicos podrán dar marcha atrás a la decisión? ¿El referéndum podrá ser cancelado?

Algunos en Bruselas fantasean con este escenario. Pero sería catastrófico para la imagen del Reino Unido, la política europea y en particular para las instituciones de ambas partes.

De hecho, la maquinaria de Bruselas ya opera sobre un guión de Brexit, y los líderes europeos están presionando a Londres para que determine el resultado de la votación, y por tanto, inicie el divorcio.

May, leal a Cameron

La ministra del Interior, Theresa May, anunció su candidatura para suceder a David Cameron como Primer Ministro con la promesa de representar a los británicos.

El nombre del nuevo funcionario británico debe ser conocido el 9 de septiembre después de la votación de los 150 mil miembros del Partido Conservador, que deben elegir entre dos finalistas.

Después del referéndum, el país necesita un líder fuerte y reconocido en este período de incertidumbre económica y política, y sobre todo para negociar las mejores condiciones de salida de la Unión Europea.

Para el Partido Conservador, May tiene una carrera política irreprochable. Hija única de un pastor anglicano, nacida en 1956, se crió en una casa pastoral, en Oxfordshire. Casada y sin hijos -como la canciller alemana, Ángela Merkel- ha dedicado toda su vida a la política.

Después de estudiar geografía en Oxford, hizo carrera en la banca, y posteriormente fue elegida diputada conservadora en 1997, el año del triunfo de Tony Blair.

En busca de la revocación

Los partidarios del Brexit reclaman la victoria del referéndum del 23 de junio, pero algunos todavía no digieren este resultado.

Una petición para convocar a un nuevo referéndum tuvo una amplia respuesta en las redes sociales y en los medios de comunicación en los últimos días. Más de 3.9 millones de firmas han sido contadas.

La petición, que se encuentra en la página web del Parlamento británico, se inició desde el 25 de mayo –casi un mes antes del Brexit –  y exigía añadir una regla para el día de la votación: si una de las partes contaba con menos del 60 por ciento, y había una participación menor al 75 por ciento, “debía haber un segundo referéndum”.

Y eso fue exactamente lo que ocurrió el 23 de junio: el campo “Leave” ganó con el 51.9 por ciento de los votos emitidos, y hubo un 72.2 por ciento de participación. Irónicamente, esta propuesta fue hecha en su momento por un votante pro-Brexit, que no creía que podría ganar la salida, y al igual que cualquier texto de más de 100 mil firmas en el Reino Unido, esta podría dar lugar a un debate parlamentario.

Además, al menos 479 miembros de los 650 que componen la Cámara de los Comunes habían votado por permanecer.

Pero, ¿el Parlamento puede tomar una decisión que vaya en contra de la elección hecha por 17.4 millones de personas?

Es posible “en teoría”, porque el referéndum fue de consulta y no es vinculante.

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