Por temor a México, mamá de Victoria pide a Biden refugio para sus nietas en EU

La mamá de Victoria declaró que tiene temor de que sus nietas queden desprovistas en un país como México por la inseguridad

Rosibel Arraiza, madre de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar quien fue asesinada tras ser sometida por policías de Tulum Quintana Roo, pidió al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, refugio para sus dos nietas, hijas de la víctima.

Y es que de acuerdo con Rosibel Arraiza, sus nietas quedaron desamparadas después del asesinato de su hija, quien de acuerdo con la autopsia de las autoridades de México falleció debido a que uno de los policías le rompió el cuello.

De hecho, las autoridades mexicanas revelaron que la joven salvadoreña falleció por asfixia cuando una mujer policía le puso las rodillas sobre el pecho.

Por esta razón, Rosibel Arraiza declaró que tiene temor de que sus nietas quedan desprovistas en un país como México, ya que la inseguridad de este país como la del El Salvador no son ambientes seguros para ellas.

“Yo tengo temor que a mis niñas les suceda algo en México y tampoco quiero traerlas a El Salvador. Quiero pedirle al presidente (Joe) Biden que me ayude, me tienda la mano y les dé refugio a mis nietas en Estados Unidos”, declaró.

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Además, en días pasados, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, declaró que Arriaza recibió apoyo de su Gobierno para poder viajar a México y para su estadía.

“Voy con la esperanza de ver a mis nietas, consolarlas, aunque tengo la angustia de que una de las niñas está desaparecida y espero que pueda aparecer pronto”, agregó Arriaza.

Por otro lado, detalló que no sabe cuándo será su regreso o si podrá regresar el cuerpo de su hija a su país de origen.

“No sé cuándo voy a volver, ni si podré traer el cuerpo de mi hija conmigo al país, no lo sé, todo ha sido bien difícil”, agregó la madre.

Finalmente, Rosibel Arriaza sigue pidiendo justicia por el asesinato de su hija Victoria, de 36 años, quien vivía desde hace cinco años en México, donde trabajaba en limpieza de hoteles con una visa humanitaria que obtuvo en 2018 tras obtener refugio de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

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