Con el objetivo de pacificar Colombia, el presidente Gustavo Petro busca retomar las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional

Petro va por reconciliación con negociadores de ELN; estos son sus retos

Con el objetivo de pacificar Colombia, el presidente Gustavo Petro busca retomar las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional tres años después de que su relación estuviera abandonada; una acción que especialistas califican como benéfica para el país en materia de seguridad y economía

A menos de un mes de haber tomado posesión como presidente de Colombia, Gustavo Petro busca a toda costa estabilizar social, política y económicamente a su país, empezando con las renegociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Para lograr ese objetivo, el jefe de Estado autorizó suspender las órdenes de detención y extradición que había contra los negociadores del grupo armado, actualmente ubicados en La Habana, Cuba, desde 2018.

Fue el exmandatario Iván Duque quien ordenó su arresto luego de que se dio a conocer un atentado organizado por la guerrilla en una escuela de policías en Bogotá, dejando como resultado 22 personas sin vida y docenas de heridos.

Ante ese hecho, el entonces jefe de Estado detuvo las negociaciones con el grupo, las cuales habían sido iniciadas por su antecesor Juan Manuel Santos en 2017, logrando que un año más tarde las conversaciones se movieran a la isla caribeña.

Una semana antes de que Gustavo Petro confirmara la decisión de frenar las acciones contra los negociadores del ELN, el canciller Álvaro Leyva y el comisionado para de Paz, Iván Danilo Rueda, visitaron La Habana, donde dejaron en claro los intereses de la nueva administración.

“Ambas partes coincidimos en la necesidad de iniciar el proceso de diálogo para demostrar la voluntad real del gobierno colombiano y el ELN para buscar la paz total, estable, duradera y sostanible”, remarcó Rueda.

Con el inicio de estas conversaciones, el más reciente gobierno termina con la pausa de tres años que hubo con esta guerrilla, la cual es la más importante no sólo en el país sino en América Latina.

“El diálogo con el ELN se suspendió con el gobierno anterior porque consideró que no era relevante. En cambio, para esta administración sí lo es porque después de las FARC este grupo es el único que sobrevive en Colombia y en América Latina.

“Entonces, lograr una negociación con la segunda guerrilla más grande que aún sobrevive de forma completa es muy importante para la vida política, económica y social de la nación”, opina el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.

De acuerdo con el también especialista colombiano, para un Estado como el suyo que ha estado sumido en la violencia durante las últimas décadas, generar acuerdos con este grupo va a impactar en la economía y en la sociedad, logrando una mejor convivencia a nivel nacional.

“Es una buena alternativa para de alguna manera controlar los conflictos internos como la violencia, pero a su vez la economía. Todas estas acciones van en cadena, así que es algo muy positivo y el presidente Petro está bajo la mejor disposición de comenzar”, dice por su parte la internacionalista y docente de la Universidad La Salle, Norma Soto Castañeda.

De acuerdo con el último informe que la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juliette de Riveros, le entregó al expresidente Duque, se detalló que desde hace ocho años no se registraban cifras tan altas de masacres en Colombia.

Según datos del documento anual, en 2021 la ONU recibió  información de 100 casos de posibles masacres, de los cuales logró verificar 78; cuatro más que las 74 matanzas registradas en 2020.

En caso de concretarse las renegociaciones con los integrantes del ELN, se espera que los índices de violencia en el país latinoamericano bajen, lo que podría a su vez beneficiar a la primera administración izquierdista del Estado.

Los desafíos de petro para alcanzar la paz

A pesar de que el presidente de Colombia comenzó con el proceso de reconciliación con los negociadores del ELN, lo que lo beneficia inicialmente, podría enfrentarse a diferentes desafíos para lograr su principal objetivo que es alcanzar la paz.

El primer reto con el que podría encontrarse es hacer que haya un cese al fuego entre las dos partes, gobierno e integrantes del grupo guerrillero, para empezar a dialogar.

En segundo lugar, lograr que todos los cuerpos que integran el ELN firmen la paz, evitando que algunas disidencias se queden sin hacerlo como llegó a ocurrir con el Acuerdo de Paz establecido con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En entrevista, el doctor Neira Orjuela agrega que otro desafío será la oposición política colombiana, pues en su mayoría están en desacuerdo con un proceso de pacificación, como los de extrema derecha o los apegados al Uribismo.

Cuando el expresidente Juan Manuel Santos buscaba acordar un convenio de paz con las FARC, el exjefe de Estado Albaro Úribe manifestó su desacuerdo, argumentando que no podrían reconciliarse con personas que violentaron a su pueblo.

Se espera que durante las negociaciones con los representantes del ELN, los integrantes del gobierno del presidente Petro remarquen sus intereses de seguridad, beneficiando a ambas partes.

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