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Periodismo no es terrorismo

En diciembre, Egipto los acusó de pertenecer a la organización terrorista de los Hermanos Mulsumanes y “dañar la unidad nacional y la paz social”. Hoy, están condenados a siete años años de prisión.

Este es el caso de los periodistas de la cadena Al Jazeera que fueron señalados por “publicar noticias falsas”.

Un juzgado egipcio terminó ayer con la esperanza de los protestantes que pedían la libertad de los ahora sentenciados.

En diciembre, Egipto los acusó de pertenecer a la organización terrorista de los Hermanos Mulsumanes y “dañar la unidad nacional y la paz social”. Hoy, están condenados a siete años años de prisión.

Este es el caso de los periodistas de la cadena Al Jazeera que fueron señalados por “publicar noticias falsas”.

Un juzgado egipcio terminó ayer con la esperanza de los protestantes que pedían la libertad de los ahora sentenciados.

En una acción que The Guardian tildó de un “shock al principio de la libertad de expresión”, tres periodistas y cuatro activistas fueron acusados de “colaborar con egipcios al proporcionarles dinero, equipo e información… y proporcionar noticias falsas al informar al resto del mundo que el país atravesaba una guerra civil”. 

El excorresponsal australiano de la BBC Peter Greste, el experiodista de CNN Mohamed Fahmy y cuatro estudiantes activistas relacionados al caso serán privados de su libertad por siete años. 

Mientras que el productor local Baher Mohamed permanecerá en prisión por 10 años, misma sentencia que se aplicó a los periodistas británicos Sue Turton y Dominic Kane, y a la holandesa Rena Netjes, quienes no se encontraban en el juicio pero fueron juzgados in absentia. 

Los tres comunicadores y sus seguidores aseguraron que “simplemente estaban realizando su trabajo de periodistas, cubriendo las olas de protestas lideradas por el grupo terrorista en contra del Gobierno”, publicó ayer la revista Time. 

“La corte, llena de periodistas, diplomáticos y relativos estalló cuando se anunció el veredicto a pesar de que observadores independientes aseguraran que no había suficiente evidencia”, informó ayer The Guardian.

“Juro que pagarán por esto”, gritó Fahmy desde la jaula de los acusados.

“Ellos son rehénes del régimen egipcio”, aseveró ayer el periodista Roy Greenslade en The Guardian. 

“Fueron detenidos para intimidar a los periodistas nacionales e internacionales en su trabajo. Ellos no difundieron noticias falsas. Ellos no apoyan a los Hermanos Musulmanes”, añadió.

Estallido internacional

La aprehensión definitiva de estos trabajadores de prensa generó un estallido de reacciones a nivel internacional. 

La secretaria general de la Unión Nacional de Periodistas, Michelle Stanistreet, indicó ayer que esta era una “decisión escandalosa y una parodia a la justicia causada por un tribunal popular”. 

Por igual, la empresa que empleaba a los periodistas afirmó que la condena era “injusta”.

“Denunciamos… este tipo de juicios injustos”.

Asimismo se unió a la conmoción la ministra de Exteriores australiana Julia Bishop, quien declaró ayer que estaba consternada por la condena de la periodista australiana y expresó “estupefacción” de su Gobierno por la “severidad” de la pena.

Incluso el primer ministro británico, David Cameron, mostró preocupación por la aplicación de la pena máxima a los periodistas de Al Jazeera. 

Al final, la decisión ya fue tomada aunque sea severamente reprochada por la comunidad internacional, y por los mismos periodistas que niegan los cargos. 

Por lo pronto, el secretario de exteriores británico pidió al Gobierno egipcio la revisión de las sentencias. 

¿Escalofríos?

Estados Unidos (EU) jamás queda fuera de los conflictos. 

Mientras transcurrían los últimos minutos previos al juicio, el secretario de Estado de EU, John Kerry, llegó a El Cairo, donde se reunió con el presidente Abdel Fattah al Sisi. 

Kerry destacó la importancia de la colaboración estrecha entre ambos gobiernos. 

Las relaciones se habían enfriado después del golpe de Estado militar contra el presidente islamita Mohamed Morsi. 

Sin embargo, la nación norteamericana decidió relajar la tensión por lo que hace diez días liberó 570 millones de dólares de la ayuda militar destinada a Egipto, que había sido congelada el pasado julio. 

Horas después del juicio, Kerry afirmó haber llamado a las autoridades para expresar el “serio disgusto” de EU por la condena, que consideró “escalofriante y draconiana”.

Pero antes, el funcionario  solo tuvo alabanzas.

“No hay duda de que Egipto es más fuerte cuando todos sus ciudadanos tienen voz y voto”, había declarado Kerry.