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Pascuas con ‘p’ de paz

En plena misa de domingo de Resurrección, el papa Francisco pidió en su primer mensaje de Pascua que reine la paz y que acaben los interminables conflictos en Medio Oriente y la península coreana.

El oficio religioso se celebró ante más de 250 mil personas en una Plaza de San Pedro a reventar, cubierta de flores.

Jorge Mario Bergoglio recorrió brevemente en el papamóvil una sección de la multitud que estalló en júbilo.

El pontífice va haciendo costumbre el pasearse en el icónico vehículo papal sin ninguna cubierta, contrario a lo que era usual en sus antecesores.

El pontífice mostró su deseo de que se reconcilien palestinos e israelíes y que acaben las luchas en Malí, el Congo y las Coreas

En plena misa de domingo de Resurrección, el papa Francisco pidió en su primer mensaje de Pascua que reine la paz y que acaben los interminables conflictos en Medio Oriente y la península coreana.

El oficio religioso se celebró ante más de 250 mil personas en una Plaza de San Pedro a reventar, cubierta de flores.

Jorge Mario Bergoglio recorrió brevemente en el papamóvil una sección de la multitud que estalló en júbilo.

El pontífice va haciendo costumbre el pasearse en el icónico vehículo papal sin ninguna cubierta, contrario a lo que era usual en sus antecesores.

Un admirador del Papa y del equipo de futbol del que es seguidor el exarzobispo de Buenos Aires, el San Lorenzo de Almagro, insistió en que Francisco recogiera la camiseta deportiva que agitaba, prenda que el religioso argentino tomó por un momento.

Desde el comienzo de su papado el 13 de marzo pasado, Bergoglio ha repetido en múltiples ocasiones su preocupación por los pobres y el sufrimiento de la gente como tema central de sus mensajes. 

El discurso que pronunció la Pascua de Resurrección desde el balcón de su estudio que domina la Plaza de San Pedro fue un reflejo de sus deseos de paz y justicia social.

En su discurso, que pronunció despacio y con voz suave, Francisco definió la Semana Santa como el “éxodo, la travesía de los seres humanos desde la esclavitud, el pecado y el mal a la libertad del amor y la bondad”.

Al igual que sus predecesores, pidió a israelíes y palestinos que “ante sus dificultades para encontrar el camino hacia un acuerdo” tengan el valor de reanudar las negociaciones de paz y poner fin al conflicto que “ha durado demasiado”. 

Y, sobre los dos años de guerra civil en Siria, Francisco preguntó: “¿cuánto más sufrimiento debe haber antes de una solución política?”.

El Papa mostró asimismo su deseo de que reine el “espíritu de la reconciliación” en la península coreana, donde Corea del Norte afirmó haber entrado en “un estado de guerra” con el Sur. 

Lamentó además la violencia en África, donde condenó la toma de rehenes por parte de terroristas así como la lucha en Malí y las guerras en la República Democrática del Congo y en la República Centroafricana, conflictos que han desplazado a numerosas personas.

Francisco, el primer papa de extracción jesuita, una orden que se preocupa en especial por los pobres, lamentó que el mundo siga “dividido por la codicia que busca la ganancia fácil, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia, el egoísmo persistente en el tráfico de personas, la forma más amplia de esclavitud en este siglo XXI”. (AP)

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