California se convirtió ayer en la quinta entidad de Estados Unidos en permitir que pacientes terminales puedan poner fin a su vida utilizando fármacos recetados por médicos.
El gobernador Jerry Brown, católico y de formación jesuita, anunció la promulgación de la ley aprobada por los legisladores estatales después de un debate profundamente personal y emotivo en el que participaron muchas personas, incluyendo un obispo católico y dos médicos de Brown.
Indigo Staff