Gran Bretaña está en estado de shock tras el asesinato, ayer por la tarde, de Jo Cox, parlamentaria laborista de 41 años, que se encontraba haciendo campaña para la permanencia de Reino Unido dentro de la Unión Europea.
Asesinada a tan solo unos días del referéndum sobre Europa, la diputada “se derrumbó en un charco de sangre”, según un testigo, después de haber sido asesinada en una calle de la pequeña ciudad de Birstall, en el corazón de su circunscripción de Yorkshire.