El peor escándalo político de los últimos años en China se resolvió en apenas ocho horas.
Gu Kailai, esposa del destituido líder chino Bo Xilai, enfrentó un juicio que para cualquier sistema judicial significaría tiempo récord, dadas las circunstancias y los delitos que le estaban imputando.
Kailai fue acusada de asesinar al empresario británico Neil Heywood, situación que le costaría a su esposo el puesto y las aspiraciones a ser parte del Comité Permanente del Politburó.
Durante el juicio, la acusada confesó haber envenenado a Heywood.