Otro perdón necesario

El presidente pedirá disculpas por la violencia cometida contra los chinos. Personas del gigante asiático fueron asesinadas y discriminadas durante la Revolución y el periodo posrevolucionario, pero los actos de xenofobia contra ellos se mantienen en la actualidad

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el 2021 será el año de la reconciliación y por eso pedirá perdón a distintas comunidades que fueron violentadas por mexicanos, entre ellas los chinos víctimas de masacres y xenofobia en la Revolución y el periodo posterior.

“Nosotros también, en representación del pueblo mexicano, pediremos perdón (…) por la persecución a migrantes chinos asesinados y perseguidos porque queremos que el 2021 sea el año de la reconciliación”, aseguró el mandatario.

López Obrador se refiere a distintos momentos en los que se asesinaron y discriminaron a ciudadanos del gigante asiático. De acuerdo con la tesis El movimiento antichino en México 1871-1934 del doctor Jorge Gómez Izquierdo, el hecho que marca el inicio de los ataques contra los chinos lo constituyó la matanza de 303 personas que provenían del país oriental el 15 de mayo de 1911 en Torreón, acción perpetrada por las huestes maderistas al invadir la ciudad, que había sido evacuada con antelación por el ejército federal

Además de las muertes, los daños alcanzaron un total de 850 mil dólares por el saqueo de un banco, el club chino, tiendas y restaurantes.

Un mes después, el gobierno de China contrató al abogado americano Lebbeus Wilfley para investigar los hechos en Torreón. El representante legal concluyó que la masacre fue realizada sin haber existido ninguna provocación por parte de los chinos y como estuvieron involucradas fuerzas maderistas era una violación a las garantías otorgadas por México en el Tratado de 1899.

Otra investigación conjunta entre los gobiernos de México y China se ejecutó después y las autoridades del país asiático pidieron una indemnización de 100 mil pesos por cada chino muerto. La compensación total exigida fue de más de 30 millones de pesos por las pérdidas en vidas y propiedades.

Más adelante, China moderó sus demandas, pero los problemas internos de México provocaron que no pagara la indemnización.

El suceso de Torreón no fue un caso aislado. En años posteriores se dieron otras matanzas contra personas que provenían de la ahora potencia mundial y residían en el norte de México. Más de 200 chinos fueron asesinados en 1916 en Chihuahua. También fueron saqueadas sus tiendas y granjas.

En Mexicali, las autoridades municipales pedían fondos a los chinos en 1920 para la construcción de carreteras, escuelas y otras obras públicas.

Las personas del gigante asiático hacían sus contribuciones, sin embargo, las autoridades abusaron de su generosidad y les cobraron cada trimestre impuestos per capita, lo cual provocó el descontento de los extranjeros. En 1929, la asociación de los chinos de Mexicali contrató a abogados para demandar a las autoridades municipales. En el mismo aňo, los impuestos se cancerlaron por mandato de las autoridaes federales.

Los estados del norte del país crearon movimientos en contra de los chinos porque los acusaban de acaparar la actividad comercial local. En Sonora, José María Arana, un profesor de escuela elemental que además tenía algunos negocios, inició la campaňa mediante su tabloide Propatria.

“El relativo éxito de la Colonia china se convirtió para ciertos sectores nacionalistas de las sociedades norteñas en el objeto sobre el cual descargar la inconformidad, el odio, la frustración y la envida contenidas”, explica Gómez Izquierdo en su tesis

Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM, opina que después de las masacres contra chinos perduró una xenofobia generalizada contra los chinos que se refleja en documentos y caricaturas ofensivas.

Además, las personas que provenían del país asiático eran consideradas una amenaza para la integridad racial de la nación. Dussel Peters explica que en las constituciones de varias entidades incluso se prohibió que hombres chinos se casaran con mujeres mexicanas.

No sólo el pasado

Ante estas situaciones de violencia y discriminación, el coordinador de Cechimex comenta que es importante que el gobierno mexicano pida perdón por los sucesos pasados, pero el especialista también considera que se debe tener conciencia de que la xenofobia antichina es un problema que perdura en México hasta la actualidad.

“Son graves las matanzas, pero también es grave el sentir posrevolucionario en contra de los chinos y la xenofobia perdura en el 2019. México está lleno de dichos y diretes antichinos porque China es lo que está más lejos del país y representa lo extraño: ‘te voy a pagar a lo chino’ o ‘esto está en chino’”
Enrique Dussel PetersCoordinador del Centro de Estudios China-México

Dussel Peters añade que es importante retomar la xenofobia en contra de los chinos desde una perspectiva crítica y actualizar el análisis sobre ese fenómeno porque opina que en la actualidad los mexicanos siguen culpando a lo extraño y lejano de sus problemas.

El especialista agrega que el odio contra los chinos del periodo posrevolucionario y el actual se debe a una mezcla entre ignorancia y racismo.

“Tanto como el ayer posrevolucionario y hoy es una mezcla explosiva de ignorancia y racismo. En la actualidad se suma una pizca de envidia. El mexicano se pregunta: ‘¿qué están haciendo estos chinos para lograr lo que no estamos logrando nosotros?’”, opina el coordinador de Cechimex.

Por otra parte, el experto concluye que lo idóneo es que el gobierno mexicano se disculpe con la comunidad china en México por lo sucedido en la etapa revolucionaria y posrevolucionaria, pero también por las agresiones actuales.

La intención de ofrecer disculpas a China forma parte de una serie de acciones del gobierno mexicano que tienen tintes de revisión histórica. López Obrador también quiere pedir perdón a los pueblos yaquis y las comunidades mayas.

Odio en el norte

> La Unión de Comerciantes al Menudeo publicó una circular con ataques a chinos en noviembre de 1911 en Mazatlán:

Muy pocos somos los que conocemos en la intimidad a los chinos (…)hacinados, sudando a chorros, y despidiendo olores mefíticos y caconicos, semidesnudos, (…) fijan sus ojos de felino en la figurita de una baraja o en el número de una diminuta pieza de dominó, en sus pocilgas (…), donde roncan como marranos (…) idiotizados y adormecidos por el opio (…) los que sabemos del enorme peligro que traen consigo (…), haremos campaña en su contra.

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