Nueva York se ha convertido en una de las ciudades santuario

Nueva York, escudo para migrantes

Una nueva disposición legal castiga acosar, discriminar u ofender a los migrantes que residen en la Gran Manzana. Las sanciones incluyen multas de hasta de 250 mil dólares

Nueva York se ha convertido en una de las ciudades santuario que más protegen a los migrantes indocumentados en Estados Unidos.

Una nueva disposición legal castiga los comentarios racistas o discriminatorios contra cualquier persona en esa ciudad.

Pronunciar la frase “inmigrante ilegal”, por ejemplo, podría castigarse con una multa de hasta 250 mil dólares. También habrá castigo para quien amenace a alguien con llamar a las autoridades de migración.

Estos lineamientos forman parte de la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York sobre Discriminación por Condición de Inmigración y el Origen Nacional.

“Ningún ser humano es ‘ilegal’. Llamar a alguien ‘ilegal’ o ‘extranjero ilegal’ y denunciarlos viola las protecciones de la ciudad de Nueva York”, señala la Comisión.

En semanas recientes, el gobierno de la ciudad estadounidense aprobó que los inmigrantes indocumentados pudieran sacar licencias de manejo y tuvieran acceso a préstamos estudiantiles para ir a la universidad.

Al convertirse en una de las ciudades que más protegen a los migrantes, Nueva York ha ganado críticas del presidente Donald Trump. Su alcalde, Bill de Blasio, es uno de los aspirantes demócratas a la presidencia de los Estados Unidos.

Nueva York, ciudad diversa

Nueva York es considerada la Roma de la época moderna porque se trata de una de las megalópolis más grandes del mundo y una de las más diversas.

La propia guía de la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York señala que aproximadamente 3.2 millones de sus residentes nacieron fuera de Estados Unidos. Esto es, el 37 por ciento de la población de la ciudad.

Casi 1.4 millones de residentes de Nueva York, el 16 por ciento, no son ciudadanos estadounidenses. Más de la mitad de los niños neoyorquinos tienen un padre nacido en el extranjero. Seis de cada 10 habitantes de la ciudad, viven con un migrante.

Cientos de idiomas se hablan en la ciudad, pues es una de las que tiene mayor diversidad lingüística en el mundo. 

“Millones de inmigrantes se han establecido en la ciudad de Nueva York. Han construido casas, comunidades y negocios; dirigen casas de culto, organizaciones sin fines de lucro, corporaciones, pequeñas empresas, agencias municipales e instituciones educativas; y contribuyen continuamente, de maneras inconmensurables, al tejido de esta ciudad”, expone la Comisión.

Por la importancia de la contribución de los inmigrantes a su comunidad, la ciudad de Nueva York decidió protegerlos del racismo y la discriminación.

Prohibida la discriminación

El gobierno de Nueva York también protegerá a los migrantes de las prácticas racistas que se dan en distintos contextos. 

“Es ilegal que el empleador, los compañeros de trabajo o el proveedor de vivienda de una persona utilicen términos despectivos u ofensivos para intimidar, humillar o degradar a las personas, incluso mediante el uso del término ‘extranjero ilegal’”, expone el documento de la Comisión. 

También es ilegal discriminar en los términos y las condiciones de un trabajo por la situación migratoria real “o percibida” de los solicitantes de empleo.

La nueva norma dice que si un empleador decide contratar a alguien, no puede explotar, acosar o discriminar al empleado independientemente si tiene permiso para trabajar en Estados Unidos o no.

16
por ciento de residentes de NY no son ciudadanos estadounidense

“Si un empleador contrata a trabajadores que no están autorizados para trabajar, esos trabajadores no pueden ser tratados menos bien que cualquier otro empleado debido a su estado migratorio, incluido el estado de indocumentado”, establecen los lineamientos.

También está prohibido amenazar a los inmigrantes indocumentados con llamar a las autoridades migratorias como sucede cuando se quiere someter a los empleados a condiciones adversas de trabajo.

“Usar el espectro de llamar a las autoridades de inmigración o la policía para obligar a los empleados a trabajar en condiciones inseguras, desiguales o ilegales es un acoso ilegal”, sentencia el documento.

También está prohibido vender, alquilar o arrendar viviendas con diferentes términos a las personas por su estado migratorio irregular en comparación de quienes tienen documentos. 

La nueva disposición menciona que el tratamiento adverso con el migrante puede ser abierto como negarse a aceptar una solicitud de alquiler de un apartamento porque el solicitante no es ciudadano de Estados Unidos.

También puede ser sutil como cuando un propietario le dice al solicitante que un apartamento ya no está disponible después de escucharlo hablar inglés con acento.

“Los propietarios no pueden ignorar las solicitudes de reparación de los inquilinos, crear o permitir condiciones inseguras, o no proporcionar el calor adecuado debido al estado migratorio real o percibido de los inquilinos o al origen nacional”, dispone la Comisión de Derechos Humanos.

Estos lineamientos han quedado plasmadas en la Ley de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York, por lo que la Gran Manzana se convierte en una de las ciudades con mayor protección a los derechos de los migrantes.

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