“Mi nombre es Nicolás y vivo con mi papá Sebastián y mi papá Pablo”.
Así comienza “Nicolás tiene dos papás”, el primer cuento infantil de Chile sobre una familia homoparental y diversidad sexual que se distribuye desde la semana pasada en cientos de escuelas preescolares y bibliotecas públicas.
Con el respaldo financiero de la Unión Europea (UE), el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) fue el responsable de promover esta iniciativa.
“La sorpresa fue la enorme aceptación que ha tenido el cuento y eso da cuenta del cambio cultural que hay en la sociedad chilena”
Rolando JiménezVocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)
"Este libro es una herramienta más, una herramienta pedagógica que llevamos a los profesionales que trabajan con niños, a los niños, a los padres y apoderados para que estos niños sean socializados en la tolerancia y la aceptación de la diversidad"
Rolando JiménezVocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) http://youtu.be/yfN-DH6_MDk
“Mi nombre es Nicolás y vivo con mi papá Sebastián y mi papá Pablo”.
Así comienza “Nicolás tiene dos papás”, el primer cuento infantil de Chile sobre una familia homoparental y diversidad sexual que se distribuye desde la semana pasada en cientos de escuelas preescolares y bibliotecas públicas.
Con el respaldo financiero de la Unión Europea (UE), el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) fue el responsable de promover esta iniciativa.
Rolando Jiménez, vocero de Movilh, expresa en entrevista con Reporte Indigo que el éxito de la historia es palpable: se imprimieron tres mil ejemplares, pero les han llegado cerca de 4 mil solicitudes y su versión digital lleva más de 182 mil descargas.
El chileno afirma que lo más sorpresivo fue el ver que directivos y profesores de los jardines de niños recibieron de forma positiva el material por ser un texto que fomenta la aceptación y la tolerancia.
“La sorpresa fue la enorme aceptación que ha tenido el cuento y eso da cuenta del cambio cultural que hay en la sociedad chilena”, asevera.
“Los medios de comunicación han ido a jardines infantiles, han mostrado el cuento, lo han discutido con la apoderada, con las docentes de esos jardines infantiles y la valoración es absoluta, así que hay una buena percepción”.
De los tres mil ejemplares impresos, 500 se han entregado a planteles de educación preescolar y el resto se han distribuido en bibliotecas públicas y colegios privados que lo solicitaron con tiempo.
‘Herramienta pedagógica’
El texto narra la vida cotidiana de un niño que convive con sus dos padres homosexuales y con su madre biológica.
Jiménez explica que su propósito no es hablar de sexualidad, sino enseñar a los menores de edad a aceptar que existen familias diversas.
“El libro no adoctrina sobre homosexualidad, no habla de orientaciones sexuales, no habla de sexualidad, habla de una familia diversa y punto”, enfatiza.
Para su elaboración, Movilh reunió a un grupo de expertos en educación y psicología que ayudaron a armar los textos para enseñar a los niños estas nuevas realidades.
“La sociedad chilena ha ido cambiando sustancialmente su sentido común mayoritario”, añade, “que era discriminador respecto de las diversidades sexuales, en particular.
“Por lo tanto, este libro es una herramienta más, una herramienta pedagógica que llevamos a los profesionales que trabajan con niños, a los niños, a los padres y apoderados para que estos niños sean socializados en la tolerancia y la aceptación de la diversidad”.
Ante el éxito, el activista expone que plantean lanzar un nuevo texto, enfocado en la vida de una familia compuesta por dos madres lesbianas.
“Nosotros optamos en esta ocasión por que fuera una pareja de hombres porque en Chile y América Latina, en general, está más naturalizada la crianza de los hijos por parte de dos mujeres lesbianas”, detalla.
“Además con esta opción que hicimos, de dos papás varones, combatimos este sentido común, patriarcal y machista de que la crianza está fundamentalmente radicada única y exclusivamente en las mujeres”.
‘Oposición conservadora’
El material también provocó el rechazo de los grupos conservadores de Chile, pero Jiménez asegura que esto no ha entorpecido el proyecto.
“Los grupos evangélicos, los grupos integristas de la derecha extremista chilena han ido a hacer lo suyo, pero incluso ellos han tenido que retroceder”, señala.
“Por la vía de la polémica que han armado los grupos conservadores, esto ha servido para que todo el país (conozca el cuento)”.
A Chile aún le queda camino por recorrer.
A diferencia de otros países de la región, como Uruguay y Argentina, que son pioneros en la aprobación del matrimonios entre personas del mismo sexo y adopción para familias homoparentales, Chile no reconoce los derechos civiles de la comunidad LGBT.
Pero Jímenez se muestra optimista, pues ve el éxito de “Nicolás tiene dos papás” como un progreso significativo en la mentalidad chilena y un augurio para el futuro.
“La discusión propiamente tal que se ha armado a partir de la presentación pública del cuento es también, sin ninguna duda, un avance en ese cambio cultural que está en curso en la sociedad chilena”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció ayer que en los últimos meses ha recibido “información preocupante” sobre casos de violencia y trato inhumano y denigrante contra lesbianas, gay, bisexuales y trans (LGBT) en cárceles, estaciones de policía y centros de detención de migrantes.
Por lo anterior, la CIDH llamó a los Estados miembros de la OEA “para que adopten medidas urgentes y eficaces que garanticen la vida, seguridad, integridad personal y dignidad de las personas LGBT”, indicó la comisión en un comunicado.
Ser cristiano no significa estar en contra de los derechos de los homosexuales.
Así lo demuestra el referendo constitucional que se celebra hoy en Irlanda, que podría convertirse en el primer país del mundo en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo a través del voto popular.
En la lucha entre defensores y opositores de la comunidad LGBT, destaca el papel que han jugado algunos sacerdotes católicos que han pedido a sus feligreses apoyar el derecho de las personas homosexuales a formar una familia.
La tolerancia se esparce cada más por el continente y hay países latinoamericanos que son ejemplo de ello.
Un estudio reciente hecho por el Pew Research Center revela que en Argentina y Chile la porción de la población que piensa que la homosexualidad es “moralmente inaceptable” es apenas de 27 por ciento y 32 por ciento, respectivamente.
El centro, ubicado en Washington, muestra que en estas naciones hay más tolerancia hacia los homosexuales que en países desarrollados como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.