El presidente salvadoreño Nayib Bukele sin duda tendrá un poder mayoritario en su país

Nayib Bukele, un gobierno que asciende en El Salvador

Tras arrasar en las elecciones legislativas y municipales con su nuevo partido, el presidente salvadoreño Nayib Bukele sin duda tendrá un poder mayoritario en su país, dándole a su gobierno más agilidad en la toma de decisiones. Sin embargo, también existe la posibilidad de que busque permanecer al mando por tiempo indeterminado

Con la llegada de nuevas elecciones, el rumbo de cualquier país puede cambiar en cuestión de horas y El Salvador es claro ejemplo de ello, pues actualmente es un nuevo partido el que liderará, en su mayoría, el poder de todo el Estado, el de Nayib Bukele.

Luego de que el pasado domingo 28 febrero se llevaran a cabo las contiendas legislativas y municipales, se dio a conocer que el partido que arrasó con los votos fue el que fundó el presidente Nayib Bukele, Nuevas Ideas (NI), haciendo, de ese modo, que se dejaran de lado a los grupos políticos que hasta entonces eran los más fuertes del país centroamericano.

De acuerdo con los últimos datos recopilados al cierre de esta edición, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador registró que, de seguir así con el conteo, el partido de Bukele tendrá 56 de los 84 diputados de la Legislatura 2021-2024.

Por su parte, los principales partidos opositores, la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el Frente Farabundo Martí (FMLN), quedarán con 14 y cuatro escaños, respectivamente, una de las cantidades más bajas que han recibido en unas elecciones.

Según los propios medios locales, el pasado ejercicio electoral ha sido uno de los más representativos de todo El Salvador, ya que en los últimos 30 años Arena y el FMLN habían sido los únicos grupos políticos en obtener la Presidencia y alcanzar la mayoría legislativa después de que se diera por terminada la guerra civil y en 1992 se firmaran los Acuerdos de Paz.

El número de legisladores obtenidos por FMLN ha sido la más baja desde 1994

Sin embargo, es con la llegada de Nayib Bukele que la mayoría de los salvadoreños han decidido quedarse, abriéndole paso, así a un nuevo rostro político y social que vea por el pueblo y ayude a combatir la violencia que ocurre en este país.

El resultado tan positivo que ha recibido Nuevas Ideas en las pasadas elecciones es un claro ejemplo de la popularidad que Bukele ha tenido desde su victoria en 2019, pues según encuestas de LPG Datos recopiladas en mayo de 2020, cuando el presidente terminó su primer año como jefe de Estado, obtuvo 92.5 por ciento de aprobación y sólo 5.4 en contra.

Ventajas y desventajas

Al ser Nuevas Ideas el partido con más representación gubernamental en todo El Salvador, sin duda el mandatario tendrá más posibilidades de tramitar leyes y aprobarlas sin una voz que vaya en su contra, pero no sólo eso, sino de ser pieza clave para influir en otras instituciones.

En entrevista, el internacionalista Andrés Camino, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, comparte que al percibir los votos de este fin de semana, Bukele prácticamente tendría un poder, “si no absoluto, casi absoluto”, teniendo también la capacidad de poder influir en el nombramiento de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de El Salvador, y una gran relevancia en el Tribunal Supremo Electoral o la Fiscalía General.

“Al ver los resultados y el perfil carismático del presidente, su partido tendrá, al menos en los próximos años, la mayoría absoluta y calificada en El Salvador con la cuestión de que es un poder que proviene de las urnas, es decir, que es un poder democráticamente electo, un gobierno legítimo”, asegura Camino.

Para él, entre los puntos favorables de que Bukele y Nuevas Ideas lideren el país debido a una mayoría electoral, es que los procesos de tomas de decisión van a ser más ágiles, y eso no solamente va destacar a nivel nacional, sino que comparado con otros países de Latinoamérica, va haber un incremento en la eficacia y eficiencia gubernamental.

De ese modo, el también catedrático señala que, al haber mayor gobernabilidad y más eficacia en la toma de decisiones, entonces es posible que exista un aumento de inversiones en el país, en el sentido de que puedan construirse obras de infraestructura que no se habían podido realizar en épocas anteriores.

En ese sentido, ha sido el propio Nayib Bukele, quien ha admitido que la victoria electoral sin duda podría generar confianza en los inversionistas, “lo que hace que los bonos de El Salvador suban en el mercado internacional”.

Por otra parte, el internacionalista de la Universidad La Salle señala que, entre lo negativo que pudiera pasar al ser el presidente y su partido quienes tienen un control mayoritario, es que exista la posibilidad de caer en una gobernabilidad casi dictatorial, un punto que los opositores de Bukele ya han señalado.

La cantidad de legisladores obtenida en las recientes votaciones por Arena es la más baja que ha registrado desde 1985

“Sin tratar de predecir lo que no se puede, digamos que Nayib Bukele va a tener la capacidad de hacer reformas constitucionales, y eso puede quedar en tentación de otros mandatarios latinoamericanos de quererse perpetuar en la Presidencia por más tiempo, y entonces podría volver a caer en formas autoritarias de poder, nada más que en este caso legitimado por las urnas, lo cual derivaría en un fenómeno de caudillismo, algo común no sólo en Centroamérica, sino en América Latina en general”, dice Andrés Caminos.

Así, el profesor señala la importancia de seguir observando el mandato de Bukele desde la perspectiva nacional, pero también internacional, pues además podría haber un posible reacomodo en la agenda bilateral salvadoreña.

Buscan cambios internos con Nayib Bukele

Tras darse a conocer los primeros resultados de las elecciones legislativas y municipales, los partidos más fuertes de El Salvador, Arena y el FMLN, aceptaron su derrota, no sin antes admitir que buscarán cambios internos.

Erick Salguero, presidente de Arenas, por ejemplo, declaró que, de la mano de sus colegas, buscará un proceso de transformación interna, detallando que ese cambio iniciará con el lanzamiento de un congreso nacional para escuchar a la militancia y determinar qué opciones se considerarán mejor para el partido.

Por su parte, Óscar Ortiz, secretario general del FMLN, dijo que ya se empezó a convocar al equipo para prepararse para una transición “responsable y ordenada”.

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