Marchas en Francia contra reforma de pensiones

Hasta 400 mil personas se han manifestado en París en contra de la implementación de la nueva reforma de pensiones, con la cual se busca aumentar la edad para jubilarse; una medida que especialistas consideran puede llegar a dialogar el presidente para que no haya perjudicados
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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La población francesa continúa manifestándose en contra de la nueva reforma de pensiones impulsada por el Gobierno federal.

En París, cerca de 400 mil personas han salido de sus hogares para expresar su inconformismo, mientras que en las ciudades Lyon y Toulouse entre 23 mil y 36 mil, respectivamente.

Las protestas comenzaron el pasado 10 de enero cuando la primera ministra Élisabeth Borne presentó la reforma, y desde entonces no han disminuido en espera de que el último día de este mes se lleve a cabo otra masiva jornada de movilización.

La reforma de pensiones presentada por el Ejecutivo consta, entre otras cosas, de subir la edad para que los franceses puedan jubilarse, de 62 a 64 años, lo cual es rechazado por gran parte de la población.

De acuerdo con una encuesta realizada por el instituto de investigación Odoxa-Backbone, 89 por ciento de los franceses seguirían apoyando las protestas aun si el país experimenta bloqueos importantes durante las próximas semanas.

Hasta el pasado viernes, el sector de los transportes había sido uno de los más afectados por las protestas. La compañía nacional de ferrocarriles, por ejemplo, anunció que sólo un tren de alta velocidad, de tres o cinco, circulaban. En el caso de los trenes regionales, salía un convoy de cada 10.

Ante esa situación, Clément Beaune, ministro de Transportes, instó a los trabajadores a laborar vía retoma, pues no aseguraba que el transporte mejorara con el paso de los días a pesar de que fue una de las peticiones del presidente Emmanuel Macron.

Desde Barcelona, donde se reunió con su homólogo Pedro Sánchez, el jefe de Estado francés anunció que su reforma seguiría a pesar del llamado social, por lo que pidió desplegar a más de 10 mil policías para controlar la seguridad a fin de que las protestas “no sean un bloqueo para el país”.

Estas han sido las primeras manifestaciones en Francia desde que Macron asumió el poder por segunda ocasión en abril del año pasado; sin embargo, a diferencia de protestas anteriores, estas podrían perjudicarlo políticamente.

“Si el Gobierno logra aprobar esta reforma sería una victoria para la administración de Macron, pero si gana la voluntad del pueblo francés el presidente puede que sólo se quede con las ganas de haber hecho un cambio trascendental e incluso volver a aspirar para una tercera eventual reelección”, opina Óscar Abad, internacionalista de la UNAM y docente de la Universidad Anáhuac.

Abad considera que, como ya lo llegó a mencionar el presidente Macron, aumentar la edad de jubilación haría que en un futuro se evite un déficit en la caja de pensiones, lo que podría terminar perjudicando a la misma sociedad.

Desde la perspectiva del también egresado del Instituto de Estudios Políticos Sciences-Po en Francia, una de las vías por las que podría inclinarse el mandatario es mostrarse favorable con el diálogo y llegar a un acuerdo con los inconformes.

“Puede acordar no aumentar la edad de jubilación hasta los 64, pero al menos sí un año para así intentar que el esquema no termine reventando en el futuro”, detalla el especialista.

Protestas, el reto

Antes de las movilizaciones en contra de la reforma de pensiones, Francia había sido sede de otras manifestaciones.

En 2018, un año después de que Emmanuel Macron recibiera el cargo de presidente, los Chalecos amarillos fueron su primer reto social al pedir que el precio del diésel no aumentara como se tenía previsto.

Según anunció el gobierno entrante, el alza suponía 7.6 céntimos de euro más sobre el precio del litro de diésel y 3.9 en el caso de la gasolina.

“El gobierno está listo para el diálogo y lo está demostrando porque este aumento de impuestos ha sido eliminado de la ley de presupuesto para 2019”, declaró finalmente el entonces primer ministro Edouard Philippe.

La decisión final de no aumentar los precios del diésel y la gasolina se dio después de que cuatro personas perdieran la vida debido las protestas y 400 civiles fueran detenidos luego de que originaran 190 incendios en las calles de París.

A mitad de 2021, el Gobierno del presidente Macron también recibió críticas sociales por la implementación del pase sanitario, a través del cual la gente podía demostrar que fue vacunada contra COVID-19, dándole acceso a lugares cerrados como teatros, cines o bares.

Según datos del Ministerio del Interior, se reportaron hasta 137 manifestaciones en contra del pase con la participación de 18 mil franceses.

Francia fue uno de los primeros países europeos en implementar el pase sanitario como medida de prevención ante los contagios de coronavirus. Italia, España, Portugal e Irlanda fueron otras de las naciones del continente que aprobaron esa medida con el fin de proteger a sus ciudadanos.

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