Constantes embestidas de Estados Unidos para acorralar a Nicolás Maduro

Maduro y Trump: una historia de desencuentros

Las relaciones entre los presidentes de Venezuela y Estados Unidos están en pique, ante las constantes embestidas de Estados Unidos para acorralar a Nicolás Maduro, a quien acusa de narcoterrorismo y corrupción

Los presidentes de Venezuela y Estados Unidos tienen una relación que dista mucho de la diplomacia. Los desencuentros, que atraviesan expulsión de funcionarios, el cese de las relaciones bilaterales y hasta los insultos, escalaron una vez más después de que Donald Trump ofreciera una recompensa de 15 millones de dólares a quien otorgue información que permita capturar a Nicolás Maduro y algunos de sus funcionarios clave, a quienes acusa de narcoterrorismo y corrupción.

Esta maniobra del republicano es parte de sus esfuerzos para desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro, quien se reeligió en la presidencia de Venezuela en 2018, en un proceso poco transparente y lleno de irregularidades, que llevaron a cuestionar la validez de las elecciones y a calificar su administración como una dictadura.

Con la declaratoria que el Departamento de Justicia emitió el 26 de marzo, el gobierno de Estados Unidos informó que presentó cargos penales en contra de Nicolás Maduro, a quien acusa de facilitar la operación del Cártel de los Soles en la frontera de Venezuela con Colombia.

No obstante, para Juan Pablo Galicia, analista político, este anuncio en contra del gobierno socialista es menos agresivo frente a otros momentos de tensión entre las naciones, en los cuales destaca la presión que ejerció Estados Unidos a diversos países para reconocer a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, en un intento para derrocar el régimen de Maduro, en enero de 2019.

El especialista explica que este anuncio no es una operación diplomática de Estados Unidos, ni de sus agencias en el extranjero, sino un aviso dirigido a actores dentro de territorio venezolano que pudieran estar tentados por cobrar una recompensa, que únicamente solicita información, sin exigir una captura.

“Es una maniobra del gobierno de Estados Unidos cuando la situación en Venezuela se ha enfriado un poco y no hay grandes enfrentamientos al interior. Con esto se trata de buscar que, desde dentro, algún agente venezolano que pudiera ser cercano al régimen sienta tentación por la recompensa y eso ayude a Trump con el derrocamiento del régimen”, opina Galicia.

El contexto de la recompensa por Maduro

El gobierno estadounidense declara que Maduro aprobó la operación del Cártel de los Soles, situación que permitió que la organización criminal ganara poder para facilitar el flujo de cocaína hacia Estados Unidos desde Venezuela.

“Anunciamos cargos criminales contra Nicolás Maduro por llevar adelante una sociedad narcoterrorista con las FARC durante los últimos 20 años”, acusó el fiscal general William Barr, en el documento.

El Cártel de los Soles está conformado por desertores y miembros corruptos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, y de acuerdo con una investigación de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), en las últimas décadas, altos mandos venezolanos participan, además del tráfico de drogas, en minería ilegal y contrabando de combustible a través de este grupo delictivo.

Los funcionarios investigados son Diosdado Cabello, titular de la Asamblea Nacional Constituyente; Hugo Carvajal Barrios, exdirector de la Inteligencia Militar de Venezuela; Clíver Alcalá Cordones, general mayor (retirado) del Ejército de Venezuela; y Tareck El Aissami, ministro de Industria y Producción Nacional.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares a quienes otorguen información para dar con el paradero de estos funcionarios clave en el gobierno de Maduro.

“Mientras ocupaban puestos clave en el régimen de Maduro, estos individuos violaron la confianza pública al facilitar los envíos de narcóticos desde Venezuela”, acusó el gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Justicia.

El presidente Maduro, como respuesta a la declaratoria del gobierno de Estados Unidos, calificó a Trump como “cowboy racista”, y advirtió que está listo para pelear con todos los medios necesarios si Washington y Colombia se atreven a invadir territorio venezolano.

En un mensaje que se transmitió en la televisión venezolana, el presidente Maduro argumentó que las acusaciones por parte del gobierno de Trump tienen motivaciones políticas y amenazó con usar la fuerza militar en caso de que Estados Unidos y Colombia decidan ingresar a Venezuela.

En tanto, Juan Guaidó, el principal legislador de oposición del régimen y quien cuenta con el respaldo de Estados Unidos, el 29 de marzo lanzó un llamado a establecer un gobierno de emergencia, sin Nicolás Maduro y con la ayuda internacional, que se traduciría en un préstamo de mil 200 millones de dólares para enfrentar la crisis por el Covid-19.

En el país latinoamericano, Maduro ordenó una cuarentena total para mitigar los contagios, mientras la nación petrolera resiente la caída de los precios internacionales del crudo, uno de los pilares de la ya quebrada economía nacional.

Mientras, en Estados Unidos, que ya es el país con mayor número de contagios de coronavirus en el mundo, la clase política se enfoca en las elecciones que se disputarán en noviembre, y en las que Trump apostará por su reelección en la presidencia.

“Trump va a llegar a las elecciones de noviembre a presumir que hizo todo lo que estuvo en sus manos para derrocar el régimen de Maduro, y para él eso será suficiente. Mientras, Maduro usará las acciones de Estados Unidos para hacerse la víctima ante las instancias internacionales”, declara Juan Pablo Galicia.

También puedes leer: AMLO prefiere no opinar sobre la denuncia de EU en contra de Maduro