Los últimos días de Joe Biden

Más de cincuenta años de servicio público terminan para Joe Biden este lunes cuando abandone la presidencia para dar paso al segundo mandato de Donald Trump; sin embargo, los últimos días de Biden como presidente buscaron cimentar su legado y blindar sus políticas de futuras decisiones de su sucesor.

En su medio siglo de trayectoria política el demócrata pasó de ser el miembro más joven en llegar a la Cámara de Representantes a ser cuestionado por su senectud como jefe del Ejecutivo y en su último aparición pública como presidente, Biden, decidió recorrer Carolina del Sur en honor del legado del reverendo Martin Luther King Jr.

En concordancia con el reconocimiento al líder del movimiento por los derechos civiles, este domingo el presidente Biden perdonó postumamente al nacionalista negro Marcus Gravey; precursor del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos. Durante su administración, el demócrata ha batido récords por la cantidad de sentencias conmutadas y perdones presidenciales que ha emitido, tan solo el viernes pasado anunció que daría por terminadas las sentencias de dos mil 500 personas condenadas por delitos no violentos relacionados con drogas.

La conmutación de sentencias y los perdones presidenciales se unen a una lista de acciones ejecutivas que Biden ha tomado,con la intención de proteger su agenda, desde la derrota de su vicepresidenta, Kamala Harris, en las elecciones del 5 de noviembre.

Durante su tiempo en la Casa Blanca, Biden, se comprometió a reducir el costo de algunos medicamentos al negociar su precio a través de Medicare y en sus últimos días encabezando el Ejecutivo su administración expandió la lista de estas drogas para incluir 10 nuevas prescripciones para tratar cáncer y padecimientos crónicos.

Así mismo, a principios de mes el presidente Biden emitió una orden ejecutiva que limitaría la producción petrolera en las costas de Estados Unidos al evitar nuevos contratos de explotación en más de 250 millones de hectáreas en los litorales del país; decisión fuertemente criticada por Trump, quien ha prometido aumentar la producción de hidrocarburos en Estados Unidos.

También en contraposición con las políticas anunciadas por Trump, el gobierno del presidente Biden extendió el Estatus de Protección Especial para ciudadanos venezolanos, salvadoreños, ucranianos y sudaneses, por considerar que las condiciones en sus países de origen no eran las adecuadas para su regreso.

En política exterior, la última semana de Biden también estuvo marcada por cambios en las relaciones con Cuba. La Casa Blanca notificó al Congreso que Cuba debería salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo y el mandatario resindió las restricciones adicionales para las relaciones entre entidades estadounidenses con cubanas que se habían implementado en 2021; pese a ello, las restricciones sentadas en las leyes estadoundenses continuan en pie.

Fuera de las fronteras de los Estados Unidos, el gobierno de Biden tuvo que enfrentar dos conflictos armados que estallaron durante su tiempo en la presidencia, la invasión rusa a Ucrania y la guerra entre Israel y Hamás. En este último frente, el presidente Biden anunció que los esfuerzos de su administración por alcanzar un cese al fuego se materializaron y la primera fase de una tregua entre el grupo terrorista y el gobierno israelí comenzó este domingo con la liberación de tres rehenes israelíes.

Si bien la política de asistencia militar implementada por el aún presidente ha sido cuestionada por su sucesor, Biden y su administración trabajaron en sus últimos días para mejorar la posición de sus aliados ucranianos y una semana antes de su partida anunciaron un nuevo paquete de ayuda militar. Con los últimos 500 millones de dólares que la Casa Blanca donó a Ucrania a mediados de enero, la administración Biden, habría alocado 61 mil millones de dólares a la causa de Kiev.