La empresa petrolera Repsol se comprometió a terminar de limpiar las zonas afectadas por el derrame de petróleo en las costas de Perú

Los retos de Repsol tras el derrame de petróleo en playas peruanas

Aunque la empresa petrolera se comprometió a terminar de limpiar las zonas afectadas por el derrame de crudo en las costas de Perú a finales de febrero, se espera que duplique sus actividades para cumplir con su promesa; de lo contrario, recibirá multas por parte del gobierno al perjudicar la flora y fauna

Diferentes animales cubiertos de petróleo siguen siendo encontrados en las playas de la costa de Perú. El último de ellos, fue un pingüino hallado el pasado lunes en Punta Salinas, Huaura, donde alcanzó a llegar el crudo de Repsol derramado desde hace más de una semana en Ventanilla.

Desde entonces, personal autorizado del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ha inspeccionado diferentes zonas, protegiéndose con guantes, máscaras, botas largas y un traje blanco para cubrir sus cuerpos.

El pasado 22 de enero, habían logrado rescatar 51 especímenes de fauna silvestre, como gaviotas y pingüinos, comprometiéndose a salvar a más animales que hayan resultado perjudicados.

Por su parte, Repsol, la empresa detrás de la refinería La Pampilla que ocasionó el derrame de seis mil barriles el sábado 15 tras la erupción del volcán de Tonga, aseguró que también seguirá trabajando de la mano de su equipo para que a finales de febrero culminen sus labores.

Para lograr esa meta, la petrolera detalló que más mil 800 personas debidamente capacitadas estaban a cargo de la labor de limpieza en el espacio terrestre y marítimo afectado, abarcando 14 playas, como Costa Azul, Ventanilla, Cavero y Conchitas.

Además, cuentan con 58 unidades de maquinaria pesada, 55 embarcaciones y cinco skimmers (equipos de limpieza), siete tanques flotantes y dos mil 800 metros de barrera de contención instalada entre Cavero y Faro Chancay para la recuperación del producto derramado.

“Seguimos trabajando en remediar el impacto generado por el derrame de petróleo, desplegando nuestros esfuerzos y monitoreando todas las actividades vía aérea para detectar posibles nuevas zonas afectadas”, destacó Repsol.

Las actividades de la empresa se dieron a conocer luego de que docenas de personas se manifestaran a las afueras de sus oficinas pidiendo por el rescate de su flora y fauna, a través de pancartas en las que se leía #RepsolHazteCargo y “Justicia para nuestra fauna, justicia para nuestro mar”.

La maestra Gabriela Jiménez, bióloga del Instituto de Ecología de la UNAM, comparte que la gravedad del derrame de petróleo se centra sobre todo en el efecto que el crudo tiene en el agua, ya que crea una capa en la superficie del mar que evita que la luz del Sol lo traspase, interrumpiendo la fotosíntesis de las plantas que están en el fondo.

“Eso va a producir que se desoxigene el agua de alrededor y les empiece a faltar el oxígeno a las plantas marinas. Al suceder esto, va a causar la muerte masiva del fitoplancton y de todos los organismos que sirven de alimento para los animales, entonces van a morir y eso va a derivar a la alteración de la cadena trófica marina”, detalla.

Además, añade que en caso de que los animales lleguen a consumir esas algas o microalgas contaminadas, los peces a su vez saldrán perjudicados, así como aquellos que coman estos peces, pues estarán envenenados de las toxinas que contiene el petróleo.

Según enfatiza, las toxinas que contiene el crudo pueden durar en la superficie del agua hasta por 20 o 30 años en lo que se recupera la zona por completo, por lo que la meta propuesta por Repsol de finalizar sus labores a finales del siguiente mes es todo un reto por cumplir.

Por ello, la académica apunta que deben duplicar su equipo de trabajo y maquinaria para tratar de remover lo más pronto posible la cantidad de petróleo que se expande sobre el mar día con día, a fin de evitar perjudicar a más seres vivos.

La exigencia del gobierno a Repsol

Al darse a conocer los daños causados por el derrame de petróleo en sus playas de la costa, el gobierno federal de Perú empezó a movilizarse, exigiendo acciones principalmente por parte de Repsol.

El presidente Pedro Castillo, declaró el pasado lunes que harán que la petrolera cumpla con sus responsabilidades civiles y administrativas, o de lo contrario recibiría una fuerte sanción inmediata.

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) de Perú, informó que en caso de que Repsol incumpla con ciertas medidas establecidas, como la limpieza de las zonas o el monitoreo a los mamíferos afectados en cierto límite de tiempo, se le impondrán multas coercitivas de hasta 100 UIT, la Unidad Impositiva Tributaria.

Del mismo modo, el Ministerio del Ambiente hizo un llamado para que las empresas empiecen a tener un protocolo contra desastres, con el propósito de que no vuelva a ocurrir una situación similar que afecte a sus ecosistemas.

Ante estas medidas, Nayar López Castellanos, politólogo latinoamericanista de la UNAM, asegura que independientemente de quiénes sean los responsables de la catástrofe, es urgente la acción que represente el gobierno, además de la comunidad internacional.

“Este tipo de derrames (de petróleo) pueden llegar a expandirse a las costas de otros países, como lo son Ecuador y Colombia, al darnos cuenta que las corrientes van dirigiéndose hacia el norte”, menciona.

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