En esta foto distribuida por el gobierno federal alemán, la canciller alemana Angela Merkel, centro, habla con el presidente estadounidense Donald Trump, sentado derecha, durante la cumbre del G7 en La Malbaie, Canadá, sábado 9 de junio de 2018. (Jesco Denzel/German Federal Government via AP)

Lo que se sabe sobre “Todos contra Trump”, la fotografía que le ha dado la vuelta al mundo

Esta fotografía se perfila para pasar a los libros de historia como la representación de las tensiones de los líderes del mundo occidental

Durante este fin de semana comenzó a propagarse una fotografía sobre las tensiones en la cumbre del G-7, la imagen muestra al presidente Donald Trump sentado y cruzado de brazos, mientras la canciller alemana Angela Merkel coloca la manos sobre la mesa y se inclina hacia él.

La fotografía que ha sido bautizada como “Todos contra Trump” muestra un lenguaje corporal poco amistoso, lo cual podría ser la representación de los pocos acuerdos que la comunidad internacional ha alcanzado con los Estados Unidos.

La imagen tomada por el fotógrafo alemán Jesco Denzel y compartida en Instagram por la propia Merkel muestra la presunta tensión entre Trump y la canciller, mientras alrededor de ellos se ubican otros personajes clave en las economías más avanzadas del mundo.

La imagen del sábado no fue el primer momento incómodo entre Trump y Merkel, quien no oculta su desacuerdo con el enfoque del líder estadounidense sobre el comercio, su rechazo al acuerdo para limitar el programa nuclear de Irán y su decisión de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático.

La visita de Merkel a la Casa Blanca en marzo de 2017 estuvo marcada por el hecho de que Trump no escuchó o ignoró su oferta de estrecharse la mano en la Oficina Oval. Una visita posterior en abril de este año sólo ameritaba un almuerzo de trabajo para el líder alemán, varios días después de que el líder de la UE, Macron, recibiera el tratamiento completo y formal de la cena estatal de Trump.

La cumbre Charlevoix G-7 estuvo marcada por agudos desacuerdos sobre la decisión de Trump de imponer mayores impuestos de importación a las importaciones de aluminio y acero. La medida afecta a los socios comerciales de la UE a pesar de que el objetivo principal es el exceso de capacidad de los productores chinos respaldados por el estado, a quienes Europa y EE. UU. Se han quejado desde hace tiempo de haber inundado los mercados con acero barato.

Los participantes de la cumbre del G-7 lograron revisar sus desacuerdos y acordaron estar en desacuerdo sobre algunos asuntos en una declaración final conjunta. Sin embargo, después de abandonar la cumbre, Trump tuiteó que instruiría a los funcionarios estadounidenses para que no respalden la declaración del G-7, luego de objetar los comentarios del anfitrión de la cumbre, Trudeau.

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