De acuerdo con información de la Presidencia de Brasil, desde 2009 el gigante asiático es el principal socio comercial del país. Foto: Especial

Llega Lula da Silva a China en un viaje para volver a posicionar a Brasil

El presidente de Brasil comenzó una visita de Estado en el gigante asiático, donde abordará temas como el combate a la hambruna y el comercio. De acuerdo con especialistas, con este viaje el país latinoamericano se recuperará del aislamiento que tuvo durante el gobierno anterior

El gigante asiático recibió hoy a un nuevo visitante. Desde Brasil, llegó a Shanghai el presidente Luiz Inácio Lula da Silva a 100 días de iniciar su tercer mandato como jefe de Estado.

Hua Chunying, portavoz del gobierno de China, fue quien dio a conocer la visita del político brasileño a su país, donde permanecerá hasta el próximo 15 de abril.

“La visita demuestra la gran importancia que ambas partes otorgan a las relaciones (exteriores)”, compartió la vocera.

Para el maestro Carlos Hugo Zamarrón Romero, docente de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, la visita de Lula da Silva a China sin duda beneficiará a Brasil, dándole preeminencia en el escenario internacional.

“Le dará más preeminencia en el escenario internacional sobre todo después del periodo de gobierno del expresidente Jair Bolsonaro en el que Brasil se enemistó con algunos de sus aliados tradicionales y además tuvo una política un poco aislacionista, algo similar a lo que hizo Donald Trump en Estados Unidos”, detalla el académico.

Por otro lado, el docente señala que aunque con esta visita se reforzarán las relaciones chino-brasileñas, el país latinoamericano seguirá manteniendo un comercio sano con otros de sus socios internacionales como lo es Estados Unidos.

De acuerdo con información de la Presidencia de Brasil, desde 2009 el gigante asiático es el principal socio comercial del país. En segundo lugar está la Unión Europea; en tercero, Estados Unidos; en cuarto, Argentina y en quinto Chile, según la Organización Mundial del Comercio.

Con la reciente visita de Lula da Silva a China se espera que los lazos comerciales bilaterales se refuercen aún más como así ocurrió durante sus dos mandatos anteriores de 2003 a 2011.

Mientras que en 2003 las exportaciones para el mercado chino sumaban solamente 4,5 mil millones de dólares y las importaciones 2,1 mil millones, en 2010 las exportaciones crecieron 582 por ciento al alcanzar los 30,7 mil millones y las importaciones el 25,6 por ciento.

Fue en 1973 que las relaciones comerciales entre Brasil y China comenzaron y dos años después el establecimiento de sus lazos diplomáticos. Desde entonces, 13 embajadores brasileños han representado a su nación en el territorio del gigante asiático.

Para celebrar los 50 años de convivencia comercial ya se esperaba la visita de Lula da Silva a China, lo cual representa un ejemplo para otros mandatarios que evitan salir de su nación.

“Esta visita de alto nivel refuerza las oportunidades de negocio que tiene Brasil en el exterior, donde además afianzará el sector cultural y de otras índoles. Este es un ejemplo para gobiernos como el mexicano de plantear relaciones que necesitan esa interacción”, apunta el maestro Zamarrón Romero.

Durante el viaje de Lula da Silva a China, el vicepresidente Geraldo Alckmin estará al frente de Brasil. Foto: Especial
Durante el viaje de Lula da Silva a China, el vicepresidente Geraldo Alckmin estará al frente de Brasil. Foto: Especial

Temas a tratar entre Lula da Silva y Xi Jinping

Además de festejar los 50 años de las relaciones comerciales con China, durante su visita de Estado el presidente Lula da Sailva buscará facilitar las exportaciones entre ambos países al aprobar una operación directa entre el real y el yuan sin necesidad de la dolarización.

De acuerdo con la Presidencia de Brasil, Lula da Silva también impulsará con su homólogo el turismo y el combate a la hambruna; un tema por el que Lula da Silva destacó en sus primeros dos mandatos al sacar a su Estado del Mapa del Hambre de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El presidente del Partido del Trabajo controló el hambre de algunos de sus connacionales gracias a programas como Bolsa Familia, a través del cual se le transfería mensualmente un monto económico a todas las familias de escasos recursos.

Los mandatarios Xi y Lula da Silva también abordarán la protección al medio ambiente, el cual es un sector por el que sus naciones han recibido críticas por no hacer lo necesario para luchar contra el cambio climático.

A finales de 2022, por ejemplo, el Índice de Desempeño del Cambio Climático (CCPI) catalogó a Brasil como el país número 38 de su ranking de 63 naciones que impulsan políticas ecológicas. A China lo colocó en el puesto 51.

Según un informe publicado por los expertos del CCPI, existe una preocupación en Brasil por la expansión del uso de combustibles fósiles, y en China por estar entre los nueve países responsables del 90 por ciento de la producción mundial de carbón.

En total, serán 20 los acuerdos bilaterales que deberán firmarse durante la visita de Lula da Silva a China. Uno de ellos será para la construcción de CBERS-6, el sexto de una línea de satélites que permitirá monitorear desde biomas, como el Bosque Amazónico, hasta nubes.

Para abordar todos estos temas, el presidente de Brasil viajó a China con los ministros de Hacienda, de Medio Ambiente y Cambio Climático, de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Relaciones Exteriores, de Minas y Energía, y de Desarrollo y Asistencia Social.

El primer encuentro entre Lula da Silva y Xi Jinping se iba a realizar a finales de marzo; sin embargo, la Presidencia de Brasil canceló la visita porque el jefe de Estado se encontraba con molestias de salud.

Te puede interesar
Pekín Aumenta protesta contra China en Olímpicos de Pekín RU, Canadá y Australia se sumaron a EU para no enviar a sus diplomáticos a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, manifestando de ese modo su desacuerdo con el manejo de sus derechos humanos. Sin embargo, esa decisión puede ir más allá de lo social, intentando dañar la imagen del Estado asiático para no avanzar en materia comercial