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Latinoamérica xenófoba

Las crisis que se viven en Nicaragua y Venezuela han hecho que sus ciudadanos huyan buscando refugio. Al llegar a su nuevo hogar encuentran violencia y discriminación

Los latinoamericanos están más separados que nunca. Mientras en Brasil atacaron a migrantes venezolanos; en San José, Costa Rica, arremetieron contra los nicaragüenses que decidieron refugiarse en su país.

En Pacaraima, Brasil, una localidad de 12 mil habitantes, expulsaron violentamente a un grupo de venezolanos del refugio donde se alojaban tras huir de su lugar de origen por la crisis política y económica que padecían.

Los vecinos de la pequeña localidad brasileña le prendieron fuego a los hogares temporales de los venezolanos y cortaron durante cinco horas la principal vía de acceso al municipio mientras gritaban “fuera venezolanos”.

De acuerdo con el gobierno de Roraima, el motivo fue que un grupo de venezolanos supuestamente intentaron asaltar la casa de un comerciante local, dejando a un hombre herido.

La ola de violencia provocó que al menos mil 200 venezolanos hayan decidido recoger sus pertenencias y abandonar Brasil para regresar a su país de origen.

Pacaraima se ha convertido en la principal puerta de entrada de los 50 mil venezolanos que en el último año y medio llegaron a Sao Paulo para intentar rehacer sus vidas. Se estima además que cerca de 400 cruzan diariamente la frontera.

En San José arremeten contra nicaragüenses

En América Central, cientos de costarricenses participaron en una manifestación xenófoba contra inmigrantes nicaragüenses en el central de San José.

Los manifestantes centraron sus acciones en un parque metropolitano conocido como “La Merced”, donde suelen reunirse nicaragüenses que llegaron a Costa Rica desde hace años y durante la reciente crisis política que vive Nicaragua en contra de su presidente, Daniel Ortega.

Con pancartas en mano y gritos de “fuera nicas” y “asaltantes”, algunos costarricenses agredieron físicamente a sus vecinos centroamericanos.

Durante la manifestación los inconformes reprocharon al Gobierno de Carlos Alvarado por darles refugio a cientos de nicaragüenses.

La policía intervino y detuvo a 44 personas, seis de ellas nicaragüenses y el resto nacionales, según el ministro de Seguridad Michael Soto, después de una reunión de emergencia en la Presidencia de la República.

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