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Las cartas de Obama

No es ningún secreto que Barack Obama aventaja a Romney en la preferencia de ciertos sectores del electorado norteamericano.

El actual mandatario estadounidense es preferido por la población de origen hispano, migrantes y quienes están a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Mucho se ha dicho en los últimos meses de la imagen de Obama: que la golpeada economía ha afectó su campaña, que sus promesas incumplidas lo precipitan a una derrota, que tiene un doble discurso, que la ley de salud –Obamacare – puede significar una ventaja para Romney.

Estadounidenses preferirían tener un presidente de origen hispano o judío antes que un mormón, religión que profesa Mitt Romney.
El intento de Romney de incluir al senador de origen cubano, Marco Rubio, en su gabinete ha surtido poco efecto en las encuestas.  El 41 por ciento ni siquiera ha oído hablar de él.

No es ningún secreto que Barack Obama aventaja a Romney en la preferencia de ciertos sectores del electorado norteamericano.

El actual mandatario estadounidense es preferido por la población de origen hispano, migrantes y quienes están a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Mucho se ha dicho en los últimos meses de la imagen de Obama: que la golpeada economía ha afectó su campaña, que sus promesas incumplidas lo precipitan a una derrota, que tiene un doble discurso, que la ley de salud –Obamacare – puede significar una ventaja para Romney.

Sin embargo, los números hablan y las encuestas colocan al demócrata por encima del ex gobernador de Massachussets.

Ayer, el promedio de ventaja en las encuestas de Obama sobre Romney era de 1.9 por ciento, según el sitio Real Clear Politics.

Sin embargo, varios sondeos lo colocan por encima del margen de error como  CNN/Opinion Research y Quinninpiac con 3 puntos y  Reuters/Ipsos lo pone con seis puntos de ventaja de su contrincante (el margen de error oscila entre el 1.9 y 3 puntos).

En las encuestas de los últimos doce meses, el candidato republicano apenas ha rebasado en algunas ocasiones a Barack Obama, y para ello hay que remontarnos a septiembre y octubre de 2011, donde Romney apenas aventajó con un estrecho 0.4 por ciento a su competidor.

Barack lleva la delantera y en las encuestas, pero ¿qué es lo que nos dicen estos porcentajes, más allá de las cifras?

Lo que nos dicen las encuestas

La elección está muy lejos de estar definida. La distancia entre ambos se ha cerrado en los últimos meses.

Sin embargo, si esto fuera una partida de póker, el presidente estadounidense contaría con las mejores cartas para reelegirse.

Veamos algunos ejemplos.

Según encuestas de Gallup, Obama es preferido por los estratos sociales de menor ingreso, sobre todo aquellos que ganan menos de 36 mil dólares al año.

El presidente parece ser el preferido de la mayoría de las jefas de familia.

Sondeos dicen que las mujeres a cargo de la economía del hogar prefieren al demócrata.

Incluso aquellas que perciben más de 90 mil dólares al año votarán por su reelección.

El 52 por ciento de ellas prefiere a Barack Obama, sin importar que que se le asocie con la inseguridad económica.

Y si Romney aventaja en la comunidad mormona, Obama hace lo mismo entre los votantes judíos.

64 por ciento de los votantes registrados que practican el judaísmo votarán en favor del hoy mandatario de EU.

Él  también es favorito entre los votantes solteros, según un estudio de la Universidad de Quinnipiac.

Y si de estados hablamos, Obama también gana en la mayoría de ellos.

Incluso en Massachusetts, donde Romney fue gobernador, hay 11 puntos de ventaja  en promedio.

Ni siquiera la estrategia de los republicanos para ganar votantes hispanos ha funcionado como se esperaba.

El intento de Mitt Romney de poner como vicepresidente al senador de Florida de origen cubano, Marco Rubio, surtió  poco efecto en las encuestas.

Números arrojan que el 15 por ciento de los encuestados por Gallup no tienen opinión del senador de Florida y un 41 por ciento ni siquiera ha oído hablar de él.

Y como dato aparte, los estadounidenses preferirían tener un presidente de origen hispano o judío antes que un mormón, religión que profesa Mitt Romney.

La suerte está echada

La encuesta USA Today/Gallup  preguntó que, sin importar a quien apoyaba y tratando de ser lo más objetivo posible, cuál creían que era el candidato con más probabilidades de ganar la elección en noviembre.

Los sondeos dieron la ventaja a Obama por 20 puntos, resultado que es confuso para la misma encuestadora, pues en sus últimos sondeos la diferencia entre cada candidato es poca.

Una hipótesis es que los norteamericanos comúnmente ven como ganador al presidente que busca reelegirse, sin importar que no sea su candidato preferido.

En una declaración polémica, Obama mencionó que el presidente Hugo Chávez no es una amenaza para la seguridad nacional.

Lo dijo sin importar que el general venezolano tenga estrechos nexos con Irán, enemigo incómodo de Estados Unidos.

Desde que Chávez está en el poder, ha crecido exponencialmente la migración de venezolanos de clase media y alta a territorio estadounidense.

Estos migrantes venezolanos han llegado sobre todo a Florida, estado vital para la elección y que aún no se decide por ningún candidato.

Habrá que ver si dichas declaraciones inclinan la balanza hacia Romney, o si todas las cartas con las que cuenta Obama son suficientes para ganarle la partida en noviembre.

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