La otra tormenta

A menos de un día para la jornada decisiva, el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney afilaron sus armas apenas tuvieron oportunidad, después de pasada la contingencia por la supertormenta Sandy.

Ambos candidatos hicieron campaña vigorosamente en estados clave, presentándose como abanderados del cambio a un país que lo ansía luego de una dolorosa recesión y una lenta recuperación económica.

Los sufragios adelantados sumaban 22 millones hasta el viernes pasado.

"Este es un momento para la grandeza. Este es el momento para un cambio verdadero”
Mitt RomneyCandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos
“Yo sé cómo es el verdadero cambio, porque he luchado por él”, afirmó Obama en Nevada. “Tengo las cicatrices que lo prueban. Ustedes también”

A menos de un día para la jornada decisiva, el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney afilaron sus armas apenas tuvieron oportunidad, después de pasada la contingencia por la supertormenta Sandy.

Ambos candidatos hicieron campaña vigorosamente en estados clave, presentándose como abanderados del cambio a un país que lo ansía luego de una dolorosa recesión y una lenta recuperación económica.

Los sufragios adelantados sumaban 22 millones hasta el viernes pasado.

Una vez monitoreado las zonas devastadas por Sandy, Obama regresó el jueves pasado de lleno a sus actividades de campaña.

La pausa del presidente duró tres días y recibió el respaldo del alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg.

El alcalde Bloomberg dijo que el país necesita un líder “que considere los cambios climáticos como un problema urgente que amenaza nuestro planeta”.

“Quiero un presidente que dé prioridad a la evidencia científica y el análisis de riesgo por encima de las políticas electorales”, agregó.

Los sondeos están bastante apretados y ninguno de los dos candidatos puede sentirse confiado en la competencia por los 270 votos electorales.

Después de Sandy, el mandatario realizó rápidos actos de campaña en Wisconsin, Nevada y Colorado.

“Yo sé cómo es el verdadero cambio, porque he luchado por él”, afirmó Obama en Nevada. “Tengo las cicatrices que lo prueban. Ustedes también”.

El presidente dijo que muchos estadounidenses podrían estar “frustrados” de que el cambio no haya llegado tan pronto.

Por ello recordó algunas acciones como la aprobación legislativa de la reforma al sistema de salud, el rescate de la industria automotriz, el fin de la guerra en Irak y la salida de Afganistán.

Hizo un llamado a los electores para que voten por su reelección a fin de superar a los que llama “protectores del status quo”.

Los asesores de Obama sacaron a Carolina del Norte del itinerario del presidente en los últimos días de la campaña, una decisión que los republicanos dijeron representa una virtual concesión del estado.

Pero el equipo de Romney omitió Ohio y Wisconsin de una lista de estados disputados en los que decían tener una estrecha ventaja.

El candidato republicano y su compañero de fórmula Paul Ryan tenían programadas visitas separadas el fin de semana a Pensilvania, un estado considerado seguro para el presidente.

Los republicanos dijeron que la decisión de hacer campaña allí reflejaba un cambio de tendencia entre los votantes, pero los demócratas dijeron que simplemente se trata de un acto desesperado.

Romney atacó a Obama con un duro mensaje televisivo en español en Florida, en el cual aparecen el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y la hija del mandatario cubano Raúl Castro, Mariela, diciendo que votarían por Obama.

Romney y sus aliados planearon también actos en Minnesota y Michigan, dos estados que Obama ganó cómodamente en 2008 pero que en estos momentos están mucho más apretados.
En un posible impulso para Obama, fuentes gubernamentales y privadas emitieron una serie de reportes positivos sobre la economía, el tema dominante de la campaña.

Obama pareció determinado a recuperar el tiempo de campaña perdido luego de tres días como comandante de la respuesta federal a la tormenta Sandy.

No obstante, sus asesores subrayaron que el presidente seguía en contacto con el director de la agencia federal de emergencias.

El mandatario tiene una ligera ventaja en muchos estados clave cuando faltan cinco días para las elecciones del martes 6 de noviembre.

¿Y los damnificados?

Los funcionarios electorales de Estados Unidos buscan por todos los medios que los comicios se realicen con normalidad.

Solicitan generadores de electricidad, cambios de sitio para los centros de votación y trabajan para encontrar la manera de transportar a trabajadores electorales desplazados de área costeras.

Sandy se ha convertido en el reto más reciente en las elecciones del 6 de noviembre para muchos estados de la costa este.

La tormenta, que devastó comunidades en la costa este del país con pérdida de energía eléctrica, inundaciones y nieve, ya había desestabilizado la votación anticipada en partes de Maryland, Virginia Occidental, Nueva Jersey y Carolina del Norte.

Muchos de los lugares aún están a oscuras y bajo el agua.

Pocos esperan que la reñida contienda presidencial entre Barack Obama y su rival Romney se vea afectada por problemas para votar ocasionados por la tormenta.

Comunidades a lo largo de Lago Erie en el muy disputado estado de Ohio no tienen electricidad, pero funcionarios electorales dijeron que la votación anticipada sigue siendo robusta.

Los estados más dañados por Sandy —Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut— son mayormente demócratas y considerados por la campaña de Obama como seguros para su causa.

Las autoridades de Nueva Jersey anunciaron el jueves que utilizarán camiones militares como centros de votación el día de los comicios en las comunidades azotadas por la súper tormenta, asimismo prorrogarán la fecha límite para la recepción de votos por correo.

Los camiones militares serán estacionados en lugares de votación que carecen de energía eléctrica.

(Con información de AP).

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