La nueva izquierda

El opositor Pablo Iglesias deberá unirse con Pedro Sánchez para que, con sus partidos, logren acuerdos en favor de los españoles. De acuerdo con especialistas, deberán actuar de manera perspicaz si es que quieren obtener la confianza de sus votantes tras la segunda vuelta de las elecciones europeas
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Toda España está lista para las elecciones autonómicas, este 26 de mayo. A pesar de que a finales de abril el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Pedro Sánchez, logró obtener más votos en comparación de sus rivales, no reunió los suficientes para lograr consolidarse como el triunfador, por ello se tuvo que llegar a la conclusión de que sólo con coaliciones, los candidatos, junto con sus grupos políticos, tendrían la oportunidad de gobernar al país europeo de habla hispana.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, representante del partido Podemos, de izquierda, probablemente vayan de la mano, a pesar de que no tengan una línea gubernamental realmente parecida.

El discurso en el que ambos coinciden es en el de la democracia y la igualdad, mantener una mejor vida (para los españoles); sin embargo, con la realidad en la que vivimos no es tan fácil poder generar cambios de manera rápida, tienen que ser muy bien planeados, analizando la cantidad de recursos, la coyuntura internacional y la realidad interna, para que en esa medida España pueda crecer y tener nuevas alternativas”, comenta Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle

Los partidos izquierdistas en España surgieron tras la Guerra Civil española, asegurándoles a la sociedad que los problemas sociopolíticos eran culpa de sus gobernantes

Estefanía Segundo, analista política egresada de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, señala que, por lo pronto, PSOE insiste en gobernar en solitario, mientras que Podamos busca entrar a un Ejecutivo de coalición.

“Los puntos de acuerdo entre PSOE y Podemos permitirían negociaciones más fluidas, reflejarían avances en aquellas prioridades compartidas, sobre todo en materia social”, destaca Segundo.

Pablo Iglesias ha representado Podemos desde 2014, cuando este grupo político se hacía llamar Unidos Podemos y, desde entonces, buscaba darle solución a los problemas sociales, políticos y económicos que enfrentaba el país europeo.

Fue en el manifiesto Mover ficha: convertir la indignación en cambio político, donde se presentaron diferentes opositores y se decidió que querían representar sus ideologías a través de un partido; fue Iglesias el más votado por personajes como Juan Carlos Monedero, académico de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), para que los representara.

“Algunos dirigentes de los partidos que mandaban entonces dijeron que si queríamos hacer política no lo hiciéramos sólo desde las plazas, que montáramos un partido y nos presentáramos a las elecciones. Quizá hoy se arrepienten de habernos dado esa idea”, dijo Iglesias en un mitin.

De acuerdo con la académica de La Salle, todos los partidos izquierdistas, especialmente en España, lograron tener un auge importante tras la Guerra Civil española, y fueron las olas de la situación que enfrentaban, como la migración, la contaminación, el hambre y la escasez de muchos recursos lo que les dio mayor poder, pues señalaban a los gobernantes de ser los culpables de todos sus problemas.

Uno de los objetivos de Podemos, según comenta la también internacionalista Arlene Ramírez, del Tecnológico de Monterrey, es, desde su plataforma política, garantizar una mejor calidad de vida a servidores públicos que lleguen al gobierno a través de una elección popular y, en segundo lugar, plantean, por ejemplo, una agenda fiscal que les permita a las mujeres una mayor equidad y participación en temas económicos, entro otros.

“Como partido de izquierda, busca evitar que las clases más favorecidas sigan teniendo el control del crecimiento económico en España”
Arlene RamírezInternacionalista

Y a pesar de que Podemos ha tenido un auge entre los españoles, demostrándoles que puede haber otra forma de gobernar, no ha explicado cómo lo hará. Para la académica Soto Castañeda, no ha habido de su parte propuestas concretas, “es mucho discurso, pero faltan las acciones”, recalca.

Norma Soto agrega que, quizás, el partido de izquierda más poderoso se escuda en que no tiene mucho tiempo y que será poco a poco como van a ir desarrollando su plan para hacer de España una mejor nación, pero que hasta el momento no han tenido un sostén viable, directo y a doc a la realidad que están viviendo.

“Se habla de la migración, pero no hay una solución a ella; de generar nuevos empleos, pero no hay un trayecto, un plan o programa que establezca toda esta situación. Entonces, ahorita, entre los partidos tradicionales y los de izquierda, hay fuertes pugnas, entre los que quieren conservar lo ya establecido, con los que desean generar nueva alternativas”, comenta.

La analista política, Estefanía Segundo, destaca que Podemos ha estado perdiendo fuerza como partido opositor, asegurando que los últimos meses han sido especialmente complicados para la formación política, tras enfrentar la ausencia de su líder Pablo Iglesias (el año pasado, el izquierdista pidió licencia de paternidad para acompañar a los mellizos que tuvo con su esposa y número dos del partido, Irene Montero).

La posible unión

Arlene Ramírez comenta que si la coalición Podemos-PSOE pretende llegar a gobernar España, tendrá que resolver muchos asuntos, sobre todo para lograr una estabilidad prolongada política, económica y social en España, un país que, de acuerdo con la especialista, ha tenido problemas financieros desde 2008.

También, resalta que si logran fortalecerse lo suficiente y generan una agenda pública y económica bastante importante, posiblemente a Podemos le beneficie bastante esa unión, porque se afianzará como una verdadera alternativa política.

Sin embargo, comenta que, desde un escenario negativo para Podemos, el PSOE, que tiene mucho más preferencia electoral, podría lograr absorber al izquierdista. “Aunque esta opción es poco probable, puede suceder”, recalca Ramírez.

La otra opción sería que la presión entre ambos fuera demasiada que no les convendría hacer una alianza por cuestiones no sólo de posiciones claves que lograrían juntos, sino porque tarde o temprano terminarían rompiéndose, algo como lo que se vio en México con el PAN y el PRD.

La internacionalista Norma Soto concluye que, ahora que la sociedad está en una coyuntura muy interesante, porque vive en una incertidumbre constante debido al cambio de clima, los problemas ecológicos, alguna nueva enfermedad y avances tecnológicos, “entonces esta incertidumbre nos lleva a plantear y a generar nuevas perspectivas para el futuro, como una coalición entre dos partidos que nunca se esperaba que estuvieran juntos”.

Para la analista política Estefanía Segundo, es muy pronto tener un panorama claro y saber cómo se desarrollará el resto de la legislatura, ya que, asegura, aún se perciben los intentos de los partidos por atraer los votos para las elecciones autonómicas y municipales de España y las europeas a finales de este mes.

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