Justicia para las acusadas de brujería en Escocia

Gobiernos locales de Escocia piden un monumento e investigaciones sobre las más de 3 mil personas torturadas y asesinadas por acusaciones de brujería en los siglos XVII y XVIII
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Una mujer sufrió alucinaciones después de beber alcohol en 1704, por lo que pensó que su vecina, Lilias Adie, había invocado al diablo a través de la brujería para hechizarla.

La acusada fue detenida por el ministro local en la ciudad escocesa de Torryburn, Fife, y condenada a muerte por practicar brujería como otras 3 mil personas durante los siglos XVII y XVIII en Escocia.

Adie fue sentenciada a la hoguera, pero antes murió en prisión después de un mes de interrogatorios y torturas, de acuerdo con una minuta sobre su juicio. Las personas del pueblo la enterraron en una playa y cubrieron su tumba con una piedra para que no pudiera resucitar.

En 2014, el arqueólogo del Consejo de Fife, Douglas Speirs, encontró el sepulcro de la mujer acusada, pero sin sus restos.

La historia de Adie es un ejemplo de cómo fueron tratadas muchas mujeres acusadas de brujería. Ante esta mancha en su pasado, algunos gobiernos locales de Escocia quieren levantar monumentos y comenzar investigaciones sobre los individuos que murieron en hogueras.

Recuperar los restos de Adie forma parte de una estrategia del gobierno de Fife, uno de los condados más grandes de Escocia, para conmemorar a las víctimas de los juicios por brujería.

“Es importante reconocer que Lilias Adie y los otros miles de hombres y mujeres acusados de brujería en la Escocia moderna no fueron las personas malvadas que la historia ha retratado. Eran las víctimas inocentes de tiempos no iluminados”, dijo la viceconsejera de la vicedirectora de Fife, Julie Ford.

La tumba de Adie es el único sepulcro conocido de una bruja acusada en Escocia, ya que la mayoría de condenados fueron quemados. Algunos de los restos de esta mujer escocesa fueron robados en 1852 y su cráneo fue exhibido en varios lugares hasta que desapareció a mediados del siglo pasado.

El sábado pasado, funcionarios de Fife aseguraron que es crucial encontrar los restos de la mujer porque quieren convertir su sepulcro en un monumento.

“Estamos tratando de localizarla para llevarla a su casa en Torryburn. Queremos un monumento no solo para ella, sino para todos los que perecieron después de ser acusados de ser brujos”, aseguró la concejala de Fife Kate Stewart en entrevistas a medios de comunicación escoceses.

Mujeres mayores también acusadas de brujería

Muchos escoceses vivieron la misma historia que Adie entre la primera ejecución por brujería en 1479 y la última en 1727. Al menos 3 mil 837 mujeres y hombres fueron acusados y asesinados por supuestamente practicar magia en Escocia, de acuerdo con Survey of Scottish Witchcraft, una base de datos de la Universidad de Edimburgo.

Dos tercios del total de las personas registradas con nombre en esta compilación de información fueron ejecutadas, es decir, 205 individuos. El 84 por ciento eran mujeres y el 15 por ciento hombres. El género no se conoce en uno por ciento de los casos.

Estas mujeres fueron atacadas porque eran vulnerables. Algunas de ellas poseían tierras a las que otros querían acceder, eran solteras, viudas o parecían, hablaban o actuaban de manera diferente
Kate StewartConcejala de Fife

La base de datos también muestra que más de la mitad de personas acusadas tenían 40 años o más. Además, muchas supuestas brujas o brujos fueron definidos como practicantes de magia por sus vecinos después de disputas personales.

“Se creía que las brujas eran maliciosas y vengativas. Si alguien sufría una desgracia después de una pelea, se concluía que la otra persona lo había embrujado en venganza”, describe la base de datos.

Los condenados casi siempre eran asfixiados en la hoguera y luego se quemaba su cadáver, no obstante, un número muy pequeño fue quemado vivo, según la información de Survey of Scottish Witchcraft.

En los juicios se utilizaban varios procedimientos para confirmar que las brujas eran brujas como confesiones extraídas bajo tortura, testimonio de los vecinos y la marca del diablo, una mancha corporal visible o una mancha insensible.

“El lugar insensible era descubierto pinchando con alfileres, a veces por los propios interrogadores y otras veces por pinchadores de brujas profesionales itinerantes”, cita la base de la Universidad de Edimburgo.

¿Por qué sucedió?

Marta Ochman, especialista en Europa, explica que hay varios factores que provocaron la tortura y sentencias de personas acusadas de brujería, entre ellas el protestantismo radical frente a las prácticas sincréticas de algunos creyentes.

La doctora en ciencias sociales comenta que el tipo de protestantismo que llegó a Escocia en el siglo XVI imponía pureza de fe porque tenía la orientación radical fundada por el teólogo Juan Calvino.

Esta doctrina chocó con las creencias célticas predominantes en Escocia, Irlanda y parte de Inglaterra porque esta cultura es opuesta a la grecorromana y al cristianismo.

Cuando el protestantismo se estableció en territorio escocés, los creyentes desarrollaron prácticas sincreticas que incluían símbolos o fiestas celtas, no obstante, esta falta de pureza fue interpretada como maldad por los líderes religiosos y otros creyentes.

“El protestantismo establece que para salvar a los justos hay que eliminar el mal y ese mal se representa físicamente”, dice Ochman en referencia a las personas acusadas de brujería.

La doctora agrega que los gobiernos locales de Escocia consideran que es su responsabilidad abrir procesos de justicia y memoria para las personas acusadas de brujería por la cercanía que hubo entre las iglesias protestantes y el Estado.

Las condenas con personas acusadas de brujería se atribuyen a James VI de Escocia y I de Inglaterra, quien estaba obsesionado con la influencia maligna de las brujas, incluso publicó su propio tratado sobre el tema: Daemonologie.

“El rey de Escocia estaba especialmente interesado en perseguir a las brujas. El Estado asume esta responsabilidad porque poder religioso era el poder político en ese momento”, concluye la especialista.

Casi 400 años después de la última ejecución, el gobierno de Fife comienza un proceso para que se investigue la muerte de escoceses acusados de brujería, mientras la deuda en el resto de Europa es grande porque 60 mil personas murieron en el fuego cristiano.

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