Juntos por la democracia en Nicaragua

Los movimientos y asociaciones que están en contra del presidente Daniel Ortega se unieron en una nueva red que se llama Unidad Nacional Azul Blanco. La principal exigencia de este frente es la destitución del mandatario y la vicepresidenta Rosario Murillo

Después de cinco meses de que comenzó una crisis política por protestas en Nicaragua contra el gobierno de Daniel Ortega y su represión violenta, más de 40 organizaciones de la sociedad civil anunciaron la formación de la Unidad Nacional Azul y Blanco.

Este frente promete crear una Nicaragua que respete los derechos humanos. En su primer pronunciamiento como red de organizaciones, los integrantes afirman que para dicho objetivo es indispensable la destitución de Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.

“El objetivo principal de esta Unidad Nacional Azul y Blanco es construir una Nicaragua con democracia, libertad, justicia, institucionalidad y respeto a los derechos humanos. Para alcanzarlo, es indispensable la pronta salida del poder de los Ortega–Murillo por vías democráticas”, cita el documento.

En este sentido, una de las demandas urgentes de la Unidad es convocar a elecciones anticipadas de carácter municipal, regional y nacional. Su petición es que los comicios sean con un poder electoral restructurado y observación nacional e internacional que garantice que las votaciones sean inclusivas, plurales, transparentes y competitivas.

Para lograr este objetivo, la Unidad está compuesta por movimientos y asociaciones estudiantiles, políticas, académicas, profesionales, feministas, de género, campesinos, empresarios, entre otros. Además, está abierta a cualquier otra organización que se sume a sus objetivos, afirma Azahalea Solís, una de las fundadoras de la Unidad.

Los integrantes esperan que el frente tenga el mismo efecto de la Unión Nacional Opositora (UNO), organización que en 1990 sacó a Ortega de la presidencia por medio de las elecciones generales que ganó Violeta Barrios de Chamorro.

El anuncio de la creación de este colectivo se da en medio de una crisis sociopolítica que provocó entre 322 y 512 muertos, principalmente en protestas contra Ortega, según organizaciones humanitarias locales y extranjeras

De acuerdo a los fundadores de la Unidad, la dictadura de los Ortega-Murillo se sostiene por la violencia y la represión a través de fuerzas oficiales, paramilitares y de choque.

“Han sometido al pueblo a una masacre que a la fecha ha provocado más de 400 personas asesinadas, más de 3 mil heridas, un número indeterminado de desaparecidas, secuestradas, capturadas, torturadas y criminalizadas, así como más de 347 mil empleos perdidos”, agrega la red en su primer comunicado.

Las organizaciones también afirman que producto de la represión del régimen se vive una debacle económica y los sectores más afectados son comercio, hotel, servicios, manufactura y construcción.

Demandas urgentes

Entre las demandas urgentes de la Unidad se encuentra un diálogo nacional para acordar los términos y condiciones de la transición democrática.

Sobre este tema, la red de organizaciones respalda a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua como mediadores y testigos; y a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia como representante de la sociedad nicaragüense en dicha negociación.

Además, las asociaciones solicitan como garantes de la democracia a la Organización de Estados Americanos (OEA), Organización de Naciones Unidas (ONU) y Unión Europea (UE).

También piden el cese inmediato de la represión en todas sus formas, entre ellas amenazas, acoso, agresiones, desapariciones y desplazamientos forzosos, secuestros, capturas, violaciones sexuales, torturas y asesinatos a la ciudadanía que defiende sus derechos.

La Unidad también solicita libertad inmediata de las prisioneras y prisioneros políticos, fin de la criminalización y judicialización del derecho a las protestas, la anulación de estos juicios, así como el resarcimiento a las víctimas de las personas encarceladas.

Otra de las exigencias es respeto a la libertad de asociación, movilización y expresión de la ciudadanía, así como el respeto al libre ejercicio del periodismo independiente.

También piden cese a despidos, intimidaciones y represalias al personal de las instituciones estatales, y que no se les obligue a realizar ninguna actividad política partidaria.

La Unidad también solicita que se detengan a las represalias gubernamentales hacia los policías que se niegan a cumplir las órdenes de reprimir a la ciudadanía en resistencia pacífica ante la dictadura.

En este sentido, la policía anunció que asumiría como ilegal las protestas contra el Gobierno hace un par de semanas porque considera que estas forman parte de un intento de “golpe de Estado”.

Las manifestaciones contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia debido a los centenares de muertos durante las manifestaciones.

La red menciona que su objetivo es construir una Nicaragua con democracia, libertad, justicia, institucionalidad y respeto a los derechos humanos

“Ha sido una cosa positiva la creación de la Unidad Nacional Azul y Blanco, una red que reúne a varias organizaciones y asociaciones. Trabajará con la esperanza de que puede alcanzar sus objetivos de restauración de la democracia en Nicaragua paso necesario e importante para el futuro del país”, opina Abelardo Mata Guevara, secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.

No todos se unieron

Directivos nacionales de Ciudadanos por la Libertad (CxL) y del Partido Conservador (PC) dijeron que no les interesa integrarse a la Unidad Nacional Azul y Blanco para conformar un bloque común contra el régimen de Ortega y Murillo.

“Reconocemos y admiramos la lucha de los estudiantes, campesinos y el sector privado, pero pareciera que hay sectores del mismo sandinismo que se quieren aprovechar y establecer un nuevo gobierno sin Ortega”, dijo Óscar Sobalvarro, primer vicepresidente de CxL.

El vicepresidente de Ciudadanos restó importancia a quedar fuera de la Unidad Nacional que se conformó contra la dictadura orteguista.

“Nosotros hemos estado en esa lucha antes de abril, hemos puesto muertos, perseguidos, promovimos la participación de la Organización de Estados Americanos para que observaran las elecciones municipales. Hemos estado en la calle permanentemente y vamos a estar en la lucha”, afirmó Sobalvarro.

Desde el momento de su conformación el jueves pasado, la Unidad convocó a su primera manifestación para el domingo pasado, sin embargo, se canceló por la situación de emergencia debido a las lluvias.