Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad, ha amenazado con retirar a su partido de la coalición gobernante de aprobarse el cese al fuego
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¿Qué conlleva el acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamás?

Tras 15 meses de conflicto, el fin de las hostilidades queda en las manos de Netanyahu y su gabinete, pese a ello el futuro de Gaza continúa en la incertidumbre

Después de más de 15 meses de guerra entre Hamás e Israel, ambos bandos parecían haber llegado a un acuerdo de cese al fuego con posibilidades de apagar las tensiones que han incendiado Medio Oriente; sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabiliza al grupo terrorista de negar acuerdos que impiden concretar el acuerdo.

Por meses, tanto Israel como Hamás se encontraron atrincherados en sus posiciones, mientras que los países mediadores, Egipto, Qatar y Estados Unidos, anunciaron un primer acuerdo que ha sido bien recibido por la comunidad internacional. 

Para que Israel acepte el acuerdo, este debe ser aprobado por el gabinete del primer ministro, cuya posición al frente del gobierno israelí depende del apoyo de sectores de derecha radical; el ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, ha amenazado con retirar a su partido de la coalición gobernante de aprobarse el cese al fuego.

Al respecto, el doctor Tomás Milton Muñoz, profesor e investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, considera que los hilos de los que pende el acuerdo “son muy frágiles” debido a las condiciones internas del gobierno israelí, por lo que Netanyahu tiene que apoyarse de la oposición para lograr aceptar el acuerdo. 

“Tiene que estar negociando en las siguientes horas; sin embargo, hay presión interna por la molestia que existe por la no liberación previa de los israelíes secuestrados por Hamás, en particular porque Netanyahu no estaba dispuesto a negociar sino hasta que (Donald) Trump y la actual administración (Joe) Biden endurecieran su postura y lograran abrir un acuerdo dentro del propio gabinete israelí, y aunque tiene que estar negociando todavía, hay muchas situaciones que podrían poner en riesgo el destino de este acuerdo”, anota el académico. 

¿Qué implica la primera fase del acuerdo entre Hamás e Israel?

De aprobarse en el gabinete israelí lo acordado con Hamás, la primera fase del convenio comenzaría este domingo con un cese de hostilidades de 42 días en el cual el grupo terrorista liberaría a 33 rehenes de grupos vulnerables, mujeres, niños y adultos mayores de 50 años.

A cambio, Israel liberará a 30 prisioneros palestinos por cada rehén civil liberado y 50 por cada militar. A su vez, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se comprometen a retirarse a las orillas de la franja de Gaza y permitir el retorno de civiles palestinos a sus comunidades. 

La primera fase del acuerdo es fundamental para el resto del trato, pues al décimo sexto día comenzarán las negociaciones para la implementación de la segunda y tercera fase del cese al fuego; sin acuerdo durante la primera fase, las hostilidades podrían reanudar. 

De lograr un entendimiento en las negociaciones de primera fase, la segunda etapa significaría la liberación de todos los rehenes que Hamás aún custodia en Gaza. El grupo terrorista mantiene alrededor de 100 personas cautivas, de las cuales se estima haya muerto una tercera parte.

En este momento, los detalles de la segunda fase aún no se encuentran establecidos, pero se espera que incluyan una declaración de calma sustentable que incluiría un cese al fuego permanente. 

Una de las mayores complicaciones para superar la segunda fase se encuentra en la demanda israelí sobre el completo desmantelamiento de las capacidades políticas y militares de Hamás, que previo al inicio del conflicto gobernó Gaza desde 2005; cualquier negociación requería un acuerdo en la nueva administración de la franja. 

Si bien el gobierno de Gaza es un asunto de debate, el papel de Hamás y otros agentes de la región en el futuro del territorio está por determinarse en las próximas semanas. 

El doctor Milton Muñoz asegura que en otros conflictos, la presencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en las regiones está en disputa. 

“Se tiene que tomar en cuenta a la ONU, que en el pasado ha generado presencia para administrar territorios en conflicto. El problema es que Gaza sí tenía un gobierno, que básicamente era Hamás, y si por otra parte la Autoridad Nacional Palestina podría estar en el autogobierno que se pudiera generar, va haber mucha oposición por parte de Hamás para dejar el poder en el territorio; lo que sí hay es incertidumbre porque no está claro cómo se gobierne, y es probable que Israel exija la presencia de sus fuerzas en territorio gazatí”, anota el internacionalista.

Previo al acuerdo alcanzado, uno de los principales desacuerdos entre los beligerantes fue el control del Corredor Philadelphi, en la frontera entre Gaza y Egipto; sin embargo, aunque Hamás aceptó que la milicia israelí se mantuviera en el área, la coordinación entre las IDF y el gobierno egipcio ya ha comenzado para aumentar el envío de ayuda humanitaria a las regiones más afectadas del territorio palestino. 

La incertidumbre del futuro de Gaza

De completarse la segunda fase y lograr un cese al fuego permanente, el trato que hay sobre la mesa propone una tercera etapa donde los cuerpos de los rehenes muertos en cautiverio regresarían a Israel y se permitirían los cruces fronterizos a la población palestina.

En caso de que el cese al fuego llegue a esta fase, comenzaría la reconstrucción de Gaza en un periodo de tres a cinco años, como está planteado hasta ahora. Durante los 15 meses de guerra, el saldo del conflicto no solo han sido los más de 46 mil palestinos muertos y los más de 100 mil heridos, sino también la destrucción de gran parte de la infraestructura de la región

El profesor Muñoz señala que el regreso de los desplazados tiene que ir acompañado de la reconstrucción paulatina de Gaza, pues poco sirve su retorno sin las condiciones para una vida digna, por lo que advierte los peligros de no contar con detalles sobre las últimas fases y asegura que la comunidad internacional todavía tiene que poner recursos y atención a la región. 

 

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