¿Se podrá salvar la Unión Europea?

La crisis es decisiva: el Brexit, el terrorismo, el éxodo de los refugiados, el ascenso del populismo, la división entre los países del Este y el Oeste, Europa podría ser incapaz de sobrevivirse a sí misma.  

 

160,000
refugiados fue la asignación obligatoria a cada Estado, pero fue rechazado por toda Europa del Este
Este viernes inicia la cumbre informal de los 27 estados miembros en Bratislava
Nuestros niños merecen una Europa que los defienda y proteja. Los gobiernos deben asumir la responsabilidad. El pesimismo y el declive de la ilusión no lo hará”
La historia no se acordará de nosotros, pero sí de nuestros errores, ésos que ponen en peligro el sueño europeo” 
Jean-Claude JunckerPresidente de la Comisión Europea

La crisis es decisiva: el Brexit, el terrorismo, el éxodo de los refugiados, el ascenso del populismo, la división entre los países del Este y el Oeste, Europa podría ser incapaz de sobrevivirse a sí misma.  

 

Con el objetivo de relanzar el proyecto europeo después del Brexit, este viernes inicia la cumbre informal de los 27 estados miembros en Bratislava. 

 

La cumbre será la primera organizada sin los británicos, después de su voto a favor de la salida, el pasado 23 de junio.

 

En un intento por detener la onda de choque provocada por esta decisión, y en busca de un nuevo impulso para salir de una crisis política, pero también existencial, los líderes europeos multiplican las advertencias sobre la posible muerte de la Unión Europea para hacer un llamado a la unidad.

 

Y es que, el divorcio británico “no pone en peligro la existencia” de la UE, decían en reiteradas ocasiones los dirigentes. Pero dependerá de ellos marcar una diferencia entre el declive o la salvación, advirtió Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. 

 

“¿Qué legado vamos a dejar?”, cuestionó el presidente de la Comisión, ante el hemiciclo de Estrasburgo.  “Nuestros niños merecen una Europa que los defienda y proteja. Los gobiernos deben asumir la responsabilidad. El pesimismo y el declive de la ilusión no lo hará. La historia no se acordará de nosotros, pero sí de nuestros errores, ésos que ponen en peligro el sueño europeo”.

 

Y es que, durante todo el verano, Juncker y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, junto con la canciller alemana, Ángela Merkel, y su homologo, François Hollande, prepararon estos plazos cruciales para reunir a los 27 miembros en un solo bloque, luego de que la salida británica fragilizara como nunca el proyecto europeo, poniendo fin a su expansión, e incluso socavando la creencia de su supervivencia.

 

Pues las divisiones y los discursos están cada vez más polarizados, desde Atenas a Budapest pasando por Berlín y Bruselas. Y de repente, la obsesión de los dirigentes europeos parece ser la de evitar los temas susceptibles de favorecer a una u otra tendencia, como hizo el propio Brexit, con la inmigración o la profundización de la zona euro.

 

Afinando el discurso de la unión

 

Los miembros de la Unión Europa tienen una semana para salvarla de una lenta decadencia que intentará relanzarla devolviendo al Viejo Continente un futuro, una meta y proyectos concretos.

 

Ese es el reto de las dos citas de esta semana. Por un lado, el “discurso de la Unión”, del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, frente al Parlamento Europeo en Estrasburgo; y, en segundo lugar, la cumbre informal de los 27 líderes europeos sin los británicos, el viernes en Bratislava, capital de Eslovaquia.

 

Una cuestión establecida por unanimidad será la de la defensa y la seguridad. La idea de la creación, en Bruselas, de un centro de mando y coordinación de las operaciones de defensa de la UE.

 

Aunque Francia y Alemania difieren en el uso de la fuerza militar y aún hace falta voluntad de la mayoría de los Estados en aportar los medios para financiar un proyecto de este tipo, y evocar el “ejército europeo”. 

 

Sin embargo, los cuatro Países de Visegrad –Polonia, Hungría, Eslovaquia, República Checa– sí proceden a abogar por la creación de un ejército conjunto para insistir en la defensa de su territorio contra Rusia.

 

Durante el anuncio del programa, el presidente de la Comisión admitió el fracaso de la agenda para tratar la crisis migratoria.

 

La asignación obligatoria de 160 mil refugiados a cada Estado, lanzado el año pasado, pero rechazado por toda Europa del Este, fue una negativa que permanecerá en la Historia como un importante revés para la política de Ángela Merkel. 

 

De esta manera, anunció un plan de inversión de 44 mil millones para África, a fin de proporcionar diferentes perspectivas a los solicitantes de asilo. Y se propuso también la creación de un cuerpo de 100 mil voluntarios jóvenes para “el mundo en desarrollo”, como un equivalente europeo de los 

“Peace Corps” de Estados Unidos. 

 

Las tensiones 

 

La polémica desatada por el Ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, que pidió este martes 13 la salida temporal de Hungría de la UE debido a su dura política hacia los refugiados, es indicativo de las tensiones del momento y una idea de la brecha que se ha abierto entre los países de Europa central y los Estados fundadores.

 

En 2015, con motivo de la llegada de cientos de miles de solicitantes de asilo, un nuevo frente surgió en los países de Europa central. 

 

Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa, representan la oposición de las instituciones de 

Bruselas, considerada demasiado cercana de los países fundadores.

 

Estos cuatro Estados quieren introducir una posición común en Bratislava, lo que puede dificultar el proyecto de París, Berlín y el sur de Europa para impulsar a la Unión. Ellos quieren reforzar su papel en la toma de decisiones, en detrimento de la Comisión, a quienes culpan del Brexit.

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