A tres días de que se diera a conocer que EU acechó a diferentes líderes europeos a través de Dinamarca, aún no se ha dado alguna explicación

EU y Dinamarca, sin respuestas por espionaje a líderes europeos a través de sus agencias de inteligencia

A tres días de que se diera a conocer que EU acechó a diferentes líderes europeos a través de Dinamarca, aún no se ha dado a conocer una explicación detallada por parte de estos países. Sin embargo, se espera que debido a esto se impulse un acuerdo internacional para evitar situaciones parecidas

Estados Unidos y Dinamarca no lo pueden negar más. Hace nueve años, sus respectivas agencias de inteligencia comenzaron a trabajar juntas con un solo propósito: espiar a diferentes líderes europeos.

El pasado fin de semana así lo confirmaron distintos medios extranjeros, como el periódico francés Le Monde y el alemán Süddeutsche Zeitung, detallando que dicha intervención en llamadas y mensajes de texto se llevó a cabo de 2012 a 2014 en países como Alemania, Suecia, Noruega y Francia.

El presidente Emmanuel Macron, de Francia, fue uno de los líderes europeos que más alzó la voz al conocer este hecho, remarcando que el espionaje no era aceptable entre aliados, ni mucho menos entre socios europeos.

“No hay espacio para las sospechas entre nosotros. Es por eso que estamos esperando una clarificación completa. Le pedimos a daneses y estadounidenses que aporten toda la información sobre estas revelaciones y estos hechos pasados”, aseguró.

Hasta ahora, ni la actual administración de Estados Unidos ni la de Dinamarca han dejado en claro lo que sucedió. Sólo Washington, en voz de la vocera la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que seguirán trabajando con sus aliados y socios europeos para abordar cualquier pregunta a través de los canales de seguridad apropiados.

Al respecto, la maestra Melanie Daniels Vences, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, asume que, aunque el espionaje deja sin duda “mal parados” a ambos Estados, la verdad es que esta situación repercute un poco más en Dinamarca, debido a la información que ya tenía y no le brindó a sus socios.

“Lo que resalta aquí, y creo que es lo más preocupante, es que al final de cuentas el gobierno danés supo lo del espionaje desde 2015 y no lo dio a conocer. Entonces, creo que esta es la parte que más ha lastimado la confianza de los líderes europeos (…) El que haya tenido conocimiento de esto habla bastante mal del gobierno, porque si bien no puede tener un férreo control sobre su servicio secreto, lo que sí estuvo en sus manos fue haber evitado que los demás países se enteraran por otros medios y no por la administración danesa”, dice.

En ese sentido, se prevé que el gobierno danés esté actualmente preparando una estrategia para explicar a detalle lo que contiene el informe Operación Dunhammer, el cual fue realizado internamente en 2015, y explicar a través de él lo que sucedió por cuatro años entre su Servicio de Inteligencia de Defensa y la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.

“Espera que esto sea pronto, que sea expedito, y lo más transparente posible. Sin embargo, esto no significa que no se pueda hablar de un enfriamiento entre estos socios”, agrega la maestra.

Soluciones sobre la mesa

Antes de que en 2013 el espionaje de Estados Unidos a otras naciones europeas se comenzara a esparcir a nivel internacional, la canciller alemana, Angela Merkel, había puesto sobre la mesa la creación de un convenio con Washington, a través del cual se prohibiera el espionaje entre sí mismos.

Sin embargo, dicha propuesta nunca se ejecutó debido al riesgo de que otros países le solicitaran lo mismo a Estados Unidos, y tal parece que no va a suceder. Lo que sí es más probable es que se lleve a cabo una simple colaboración internacional para que un nuevo espionaje no ocurra.

“Por ahora no veo tan factible que un convenio suceda a un corto plazo, porque los gobiernos tienen muchas otras preocupaciones, como el manejo de la pandemia, la reactivación de la economía, e incluso los roces con Rusia y China”, asevera la académica de la UNAM, Melanie Daniels Vences.

Pero lo que sí podría suceder, es que se pongan de acuerdo para cooperar entre ellos y posteriormente tratar de tener un entendimiento más formal en cuanto a estos tratados de no espionaje entre amigos.

Además, se prevé que los acechos no sólo se queden en una cooperación internacional para que no sucedan en un futuro, sino en que, en caso de que vuelva a ocurrir, el Estado responsable reciba las consecuencias que merece.

De lo contrario, quienes comentan dichas intervenciones internacionales podrán comenzar a hacerlo en repetidas ocasiones sin sentir el mayor temor, o incluso sólo se queden callados, como lo hizo Dinamarca en los últimos años.

En ese sentido, se espera que no sólo se vea una colaboración a futuro para evitar estos actos, sino que, por ética y responsabilidad, los implicados también ofrezcan una disculpa internacional por sus acciones.

“Al menos, tanto el gobierno danés como el estadounidense deben ofrecer una disculpa a los afectados, y además, comprometerse a que los que resulten responsables sean castigados”, reafirma la maestra Vences.

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