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EU al alcance de Kim Jong-un

Con el lanzamiento del misil intercontinental, capaz de alcanzar el territorio estadounidense, el régimen de Corea del Norte afirmó que logró su objetivo de convertirse en un estado nuclear

“Lanzamiento de prueba está aprobado. ¡A celebrar al alba del 29 de noviembre! ¡Disparen con coraje por el partido y el país!”
Kim Jong-un Líder norcoreano

El régimen de Corea del Norte puso fin a los más de dos meses de ‘tregua’ y llevó a cabo un nuevo ensayo balístico, lanzando el que es hasta la fecha su misil intercontinental más poderoso y que sería capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.

El propio gobierno norteamericano ha admitido la gravedad y el riesgo que representa, no solo para Estados Unidos sino para todo el mundo, el lanzamiento de este misil que impactó la madrugada del día de ayer en el Mar de Japón.

Mientras la comunidad internacional condena este nuevo desafío por parte de Kim Jong-un y pide aumentar las sanciones en contra del régimen, Donald Trump afirma que se encargará de la situación y pide al gobierno chino que use todos los medios a su alcance para poner fin a la amenaza.

La posibilidad de que el régimen norcoreano haya logrado desarrollar un misil con capacidad de alcanzar Washington o cualquier otra ciudad de los Estados Unidos le otorga una nueva dimensión al conflicto.

Para Kim Jong-un significa un logro personal y la culminación del principal objetivo del desarrollo de su programa nuclear: contar con la suficiente fuerza disuasiva para evitar una intervención militar directa de Estados Unidos o de sus aliados en territorio de Corea del Norte.

Inmediatamente después de que se conociera el lanzamiento del misil, Donald Trump dijo que, junto con el gobierno chino, levantaría las sanciones más severas hasta la fecha en contra de Pyongyang, y de igual forma se convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Hace apenas una semana, el departamento de Estado de Estados Unidos había incluido a Corea del Norte en la lista de los países que patrocinan al terrorismo, elevando la tensión entre ambos países.

Desde el pasado 15 de septiembre, el gobierno norcoreano no había realizado ejercicios balísticos, por lo que se llegó a especular que esta pausa sería una primera señal de apertura al diálogo y a una posible salida diplomática, pero se ha confirmado que esa inactividad se debía a la preparación de lo que ya se convirtió en el mayor desafío del dictador norcoreano.

 

Se acaban las opciones

A pesar de las cada vez más estrictas sanciones diplomáticas y económicas por parte de Estados Unidos y en general de la comunidad internacional, éstas no han sido suficientes para persuadir a Kim Jong-un de detener la escalada nuclear y armamentista.

Incluso países como China o Rusia, que son los que más cercanos se encuentran a considerarse ‘aliados’ del régimen norcoreano, han intentado mediar en el conflicto sin éxito.

Hace algunos días, tras el Congreso del Partido Comunista en China, el presidente Xi Jinping envió a un emisario de alto rango a Pyongyang para buscar un canal de comunicación con Kim Jong-un y rebajar la tensión, sin embargo los reportes indican que nunca fue recibido por el líder norcoreano.

A pesar de que el gobierno norcoreano sostiene que la aceleración de su programa nuclear solo tiene fines de defensa, nadie conoce la verdadera intención de Kim Jong-un, y la amenaza que representa ya se ha convertido en uno de los principales retos para la seguridad global.

La beligerancia de Corea del Norte lo aisla cada vez más de la comunidad internacional y con este paso al frente que acaba de dar en el terreno armamentista, las opciones para Estados Unidos y sus aliados se reducen y el margen de maniobra es cada vez más estrecho.

Corea del Norte ha puesto como condición para suspender su programa nuclear la finalización de las maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur que consideran como una afrenta directa, pero estos países no están dispuestos a renunciar a una de las primeras líneas de defensa en la región.

Ni la diplomacia ni la presión internacional parecen surtir efecto, y ahora con la presumible capacidad de respuesta de Corea del Norte a una agresión, una intervención militar directa tampoco se presenta como una opción a considerar.

En este momento, Kim Jong-un tiene en jaque a Estados Unidos y sus aliados.

Tensión en el Consejo de Seguridad

Ayer se llevó a cabo una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU solicitada por Estados Unidos, Japón y Corea del Sur para atender la crisis.

Durante la reunión, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, exhortó a todos los países a romper cualquier relación con Corea del Norte, y advirtió que el régimen puede ser destruido si continúa con su provocación.

“No buscamos la guerra con Corea del Norte, pero si llega, se deberá a los actos constantes de agresión. Si llega la guerra, el régimen norcoreano quedará completamente destruido”, señaló Haley.

El representante del gobierno ruso ante el organismo, Vasily Nebenzya, hizo un llamado a Corea del Norte para que suspenda sus pruebas nucleares, pero al mismo tiempo pidió a Estados Unidos y Corea del Sur terminar con sus ejercicios militares que están provocando tensión en la región.

“Avanzar a una solución completa será difícil mientras Corea del Norte siga sintiendo que su seguridad se ve amenazada. Pyonyang interpreta como maniobras hostiles las llevadas a cabo por Estados Unidos y Corea del Sur en la región”, afirmó.

Wu Haitao, embajador del gobierno chino pidió a las partes moderación en medio de lo que calificó como una ‘grave situación’ en la península de Corea e hizo un llamado a una pronta reanudación del diálogo y las negociaciones.

¿Cómo es el Hwasong-15?

El último misil lanzado por Corea del Norte es un Hwasong-15, el cual alcanzó una altura de 4 mil 475 kilómetros y cayó en aguas japonesas a 970 kilómetros de distancia de la plataforma desde donde fue disparado y se mantuvo en vuelo por aproximadamente 53 minutos.

4,475
Kilómetros altitud alcanzada por el cohete

 

 

53
Minutos se mantuvo en vuelo el Hwasong-15

Se trata del misil balístico intercontinental que ha alcanzado una altura y un tiempo de vuelo mayores que los anteriormente utilizados por el régimen norcoreano.

Según cálculos de algunos especialistas, de haber tenido una trayectoria normal, habría logrado un alcance de aproximadamente 13 mil kilómetros, distancia más que suficiente para llegar a Washington, Europa o Australia.

Expertos señalan que la gran mayoría de las pruebas balísticas llevadas a cabo por el país asiático han sido con misiles que contienen ojivas falsas muy ligeras, lo que podría significar que los científicos norcoreanos aún no han resuelto cómo transportar una carga nuclear, que es más pesada.

Sin embargo, al ritmo acelerado con que se ha venido desarrollando el programa nuclear del régimen de Kim Jong-un, parece solo cuestión de tiempo.

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