Entre el ‘Padrino’ e ‘il Cavaliere’

Silvio Berlusconi ha sido por muchos años el favorito del reflector mediático. Ahora, su exhomólogo galo le sigue los pasos hacia el acorralamiento político. 

Aunque se libró de varias acusaciones ante la ley, Nicolas Sarkozy ahora se enfrenta a la justicia y al mismo destino que “il Cavalier” italiano, quien fue expulsado del Senado por corrupción. 

Silvio Berlusconi ha sido por muchos años el favorito del reflector mediático. Ahora, su exhomólogo galo le sigue los pasos hacia el acorralamiento político. 

Aunque se libró de varias acusaciones ante la ley, Nicolas Sarkozy ahora se enfrenta a la justicia y al mismo destino que “il Cavalier” italiano, quien fue expulsado del Senado por corrupción. 

“Sarkozy y su círculo más íntimo salieron del palacio del Elíseo con una mochila de escándalos que tiene poco que envidiar a los de Berluscolandia: presuntas comisiones ilegales por venta de armas; un jefe de los servicios secretos cesado por espiar a periodistas; presunta financiación ilegal con dinero de Muamar Gadafi y de Liliane Bettencourt; una indemnización obscena de 403 millones de euros al empresario Bernard Tapie, y adquisición incontrolada de sondeos al asesor Patrick Buisson por valor de nueve millones”, publicó El País el pasado 9 de marzo.

Para agregarle brillo al expediente, el viernes pasado el diario Le Monde reveló que el exmandatario galo y sus ex ministros del Interior Claude Gueánt y Brice Hortefeux han sido sometidos bajo “escucha” policial por los jueces debido al caso de presunta corrupción referido a Muamar el Gadafi. 

“La revelación de Le Monde, toda una novedad en un país que suele ser muy cuidadoso con sus viejos mandatarios —salvo con Jacques Chirac, que acabó condenado por los empleos ficticios en favor de su partido en la alcaldía de París—, ha colocado a la derecha gala y a su prejubilado mesías en una posición italiana”, informó el diario español. 

Juntos hacia el fin

Animales políticos, bromistas, autoritarios, hiperactivos y populistas, tan queridos como detestados por sus pueblos. 

Los exmandatarios tienen una lista de características en común, desde que están en el poder e incluso ahora que están fuera de él. 

“Los últimos indicios delictivos que achacan los fiscales financieros a Sarkozy y a su primer círculo —tráfico de influencias y violación del secreto judicial— retratan a un pequeño Berlusconi sin escudo ni televisiones, que teme ser procesado y condenado por la justicia y basa su supervivencia política en un ramillete de admiradores fieles, restringido y bien situado en algunos puestos clave del Estado”, agregó El País.

Mientras tanto, los medios franceses se han encargado de acercar más las historias del ex primer ministro Berlusconi y Sarkozy. 

Para el Libération el expresidente galo es “Le Parrain”, El Padrino. Mientras que Le Figaro parafraseaba a Il Giornale, propiedad de los Berlusconi, al titular su editorial “El hombre a cazar”, y afirmar que “desde que dejó el Elíseo, Sarkozy está siendo sometido a una persecución judicial sin precedentes”. 

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