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El síndrome del presidente espurio

Como lo hicieron Andrés Manuel López Obrador y Henrique Capriles en sus países, ahora Xiomara Castro se niega a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales de Honduras. 

Los comicios, que se llevaron a cabo el domingo 24 de noviembre generaron un clima hostil entre los ciudadanos y los políticos hondureños. 

A pesar de que la jornada concluyó de manera pacífica, dos de los ocho candidatos rechazaron la proclamación de Juan Orlando Hernández como presidente electo. 

34.18%
de votos para Juan Orlando Hernández con 61.83 por ciento
de las actas escrutadas
http://www.youtube.com/watch?v=Ehr8yxTj2ZI

Como lo hicieron Andrés Manuel López Obrador y Henrique Capriles en sus países, ahora Xiomara Castro se niega a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales de Honduras. 

Los comicios, que se llevaron a cabo el domingo 24 de noviembre generaron un clima hostil entre los ciudadanos y los políticos hondureños. 

A pesar de que la jornada concluyó de manera pacífica, dos de los ocho candidatos rechazaron la proclamación de Juan Orlando Hernández como presidente electo. 

Xiomara Castro, postulada por el Partido Libertad y Refundación, y Salvador Nasrallah, del Partido Anticorrupción, tildaron de fraudulentas las elecciones. 

Sin embargo, los observadores internacionales destacaron que hubo alta participación y no reportaron incidentes durante la jornada en la que también fueron elegidos 128 diputados y 298 alcaldes. 

Pero el capítulo decisivo apenas está por empezar. Las redes sociales están saturadas de mensajes de inconformidad, y todo indica que la sociedad hondureña está preparada para reclamar si no le convencen los resultados. 

Con 58.01 por ciento de las Mesas Electorales Receptoras (MER) procesadas, Juan Orlando Hernández lleva la delantera. Incluso ya fue felicitado por el presidente Porfirio Lobo.

Si se desata una crisis postelectoral, ¿qué será de este país que además enfrenta una aguda crisis económica y la expansión del narcotráfico?

Detrás de toda mujer, hay un gran Zelaya

Xiomara Castro, política de izquierda, disputó al ahora presidente electo, Juan Orlando Hernández, los primeros lugares en las encuestas durante la campaña. 

“Soy la presidenta”, dijo Castro a los periodistas  ayer, a pesar de los resultados escrutados por el Tribunal Supremo Electoral. 

La candidata se lanzó por el Partido Libertad y Refundación, el cual busca romper el bipartidismo que han tenido durante años el Partido Nacional y el Partido Liberal. 

Pero el dato más importante es el nombre del político que está detrás de Xiomara Castro: su esposo, Juan Manuel Zelaya, quien fue elegido presidente para el periodo 2006-2010; sin embargo, en 2009 fue víctima de un golpe de Estado que lo mandó al exilio. 

El derrocamiento, impulsado por una alianza de derecha, fue ordenado por la Suprema Corte de Justicia del país, que lo acusaba de delitos graves, como traición a la patria. 

Aquí mandamos los dos

Y tras regresar al país en 2011, Zelaya se ha encargado de reincorporarse a la política, quizás a jugar el mismo papel que tuvo Cristina Fernández en Argentina cuando gobernaba su esposo.

“Es difícil cuantificar la influencia de un miembro de un matrimonio en el otro. ¿Qué pasaba cuando vivía Néstor Kirchner, y Cristina era presidenta? ¿Quién mandaba? No se puede saber”, opinó Carlos Malamud, del Instituto Elcano de España, el pasado 23 de noviembre. 

Puede que estas ganas de gobernar –quizás por la frustración de no haber terminado su periodo presidencial– sean la causa de que el expresidente reclame con furor la victoria de su esposa. 

“Proclamo que no aceptamos los resultados del Tribunal Supremo Electoral. Vamos a defender nuestro triunfo (…). Si es necesario, iremos a las calles a defender nuestros derechos, como siempre lo hemos hecho”, afirmó Zelaya ayer en una conferencia de prensa. 

Reclamos globales

Juan Orlando Hernández, candidato del Partido Nacional, es abogado y subteniente en reserva del Ejército. 

Es presidente del Congreso desde que Porfirio Lobo asumió la Presidencia en enero de 2010. 

Desde que se lanzó como candidato, puso  distancia ideológica de la administración de derecha a la que pertenece, que es muy criticada por ser la que presenta los peores indicadores económicos y de seguridad en la historia de Honduras.

Afirma que representa a una nueva generación de líderes jóvenes, y su lema de campaña fue: “Voy a hacer lo que tenga que hacer para recuperar la paz y la seguridad en Honduras”.

Llamado a la paz

En medio de un ambiente hostil, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, pidió a los ciudadanos mantener la cordura. 

El mandatario llamó a la calma y aseguró “que el pueblo de Honduras ha sufrido mucho, y eso no puede repetirse. Hay que mantener el civismo que se traduce en armonía y aceptación al mandato del pueblo”. 

En cadena nacional por radio y televisión, felicitó a su compañero de partido Juan Orlando Hernández, y le aseguró que tenía todo su respeto y confianza. 

Houston, tenemos un problema

Una docena de senadores de Estados Unidos enviaron la semana pasada una carta al secretario de Estado John Kerry para expresarle su preocupación por el clima de violencia e intimidación que se vive en Honduras. 

“Estoy muy preocupado por la continua violencia y el impacto de esta sobre las elecciones”, dijo Tim Kaine, uno de los autores de la carta y miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, según el texto al que tuvo acceso AP.

También externa “serias preocupaciones sobre la capacidad del gobierno de Honduras para llevar a cabo elecciones libres y justas”.

La carta firmada por los 12 senadores dice que el país “padece instituciones frágiles y un poder judicial sitiado que han hecho poco para castigar a los perpetradores de la violencia, fomentando un clima de impunidad y socavando la confianza de los ciudadanos”. (AP)

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