No hay imagen disponible

El regreso de la dinastía Fujimori

A tan solo tres semanas de las elecciones en Perú, la favorita para llegar a la presidencia, Keiko Fujimori, se enfrenta al riesgo que su candidatura sea anulada por violación a las leyes electorales, además del descontento por parte de un importante sector de la población peruana.

La candidata del partido Fuerza Popular, es la mejor posicionada en la última encuesta presentada la semana pasada por la empresa CPI, al contar con el 37.6 por ciento de las preferencias, superando por más de 20 puntos porcentuales a su más cercano perseguidor, el independiente Pedro Pablo Kuczynski.

A pesar de los esfuerzos de Keiko Fujimori de tomar distancia del régimen y los crímenes de su padre no ha logrado eliminar esa sombra
Todas las proyecciones podrían quedarse de lado en caso de que la justicia peruana decidiera anular la candidatura de la primogénita del polémico exmandatario Alberto Fujimori

A tan solo tres semanas de las elecciones en Perú, la favorita para llegar a la presidencia, Keiko Fujimori, se enfrenta al riesgo que su candidatura sea anulada por violación a las leyes electorales, además del descontento por parte de un importante sector de la población peruana.

La candidata del partido Fuerza Popular, es la mejor posicionada en la última encuesta presentada la semana pasada por la empresa CPI, al contar con el 37.6 por ciento de las preferencias, superando por más de 20 puntos porcentuales a su más cercano perseguidor, el independiente Pedro Pablo Kuczynski.

En caso de mantenerse esta tendencia, tendría que realizarse una segunda vuelta electoral, ya que es necesario contar con más del 50 por ciento de los votos en los primeros comicios para ganar la presidencia.

Según la misma CPI, en una eventual segunda vuelta, Fujimori le ganaría a todos sus rivales. Aunque la consultora Vox Populi presentó otra encuesta en donde en una hipotética segunda votación, la excongresista perdería si su contrincante fuera el mismo Kuczynski, o el candidato de Acción Popular Alfredo Barnechea.

Sin embargo todas estas proyecciones podrían quedarse de lado en caso de que la justicia peruana decidiera anular la candidatura de la primogénita del polémico exmandatario Alberto Fujimori.

Se espera que el Jurado Electoral Especial (JEE) del país sudamericano se pronuncie a la brevedad sobre si se abrirá un proceso de exclusión de la candidata. Fujimori está acusada de entregar dinero a los electores, lo que supone una violación a la ley electoral peruana.

Manuel Miranda, titular del JEE afirmó que están a la espera del informe complementario solicitado a la Dirección Nacional de Fiscalización para poder emitir el pronunciamiento.

En caso de concretarse la anulación de su candidatura, Keiko Fujimori sería la tercera de los aspirantes que salen de la carrera presidencial, luego de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sacara de la contienda al economista Julio Guzmán y al empresario César Acuña, quienes se encontraban en segundo y tercer lugar en los sondeos, respectivamente.

Apenas el jueves pasado un ciudadano presentó ante el JNE el sexto pedido de exclusión contra la candidatura de Fujimori. El pasado 14 de marzo varios ciudadanos presentaron los primeros pedidos de exclusión contra Fujimori denunciando la entrega de premios en un acto público el día 14 de febrero.

También se solicitaba el retiro de otros 15 candidatos al Congreso, entre ellos Kenji Fujimori, hermano de Keiko, además del candidato a la vicepresidencia de Fuerza Popular, el exgobernador regional Vladimiro Huaroc.

‘Keiko no va’

La heredera del expresidente Alberto Fujimori, no solo ha tenido que hacer frente a la resolución de la justicia electoral de su país. A escasas 3 semanas de los comicios, Keiko Fujimori ha sido blanco de protestas en su contra.

El pasado miércoles 16 de febrero, un grupo de manifestantes, abordaron a la candidata a su salida del hotel donde se alojaba en la localidad de Tacna, y comenzaron a gritarle ‘¡Asesina!’. Seguidores y opositores terminaron enfrentándose con palos y piedras, como ha ocurrido en otras ciudades de Perú.

Dichas protestas son una clara alusión al régimen de su padre, Alberto Fujimori, señalado por crímenes de corrupción y lesa humanidad, por los que está cumpliendo condena en prisión.

A pesar de los esfuerzos de Keiko Fujimori de tomar distancia del régimen y los crímenes de su padre no ha logrado eliminar esa sombra. La candidata de Fuerza Popular, se desempeño como Primera Dama durante el gobierno de su padre.

Al grito de ‘Keiko no va’, en Lima, la capital peruana se han organizado marchas multitudinarias exigiendo la exclusión de la candidatura de Keiko Fujimori por haber quebrantado la ley electoral durante su campaña proselitista.

Nadine Heredia, primera dama de Perú ha sido una de las mayores opositoras a Fujimori, y desde las redes sociales ha defendido las protestas. “La protesta es libre, contra Keiko y su grupo, los mismos que estuvieron en el gobierno criminal y corrupto de su padre”, escribió Heredia en Twitter.

Por su parte, los adeptos a Fujimori han acusado al Gobierno de ser el promotor de las protestas. “Cobardes, enviados por su Jefa que solo destila odio, veneno, agreden a simpatizantes en pleno mitin de Keiko en Tacna”, escribió Lourdes Acorta, legisladora aspirante a la reelección.

Esta será la segunda ocasión que Keiko Fujimori buscará la Presidencia. En su primer intento, en 2011, perdió las elecciones ante el actual Presidente Ollanta Humala. Los resultados, en una segunda vuelta electoral fueron de 48.5 por ciento de los votos para Fujimori y 51.4 por ciento para Humala.

Keiko Fujimori sigue liderando la intención de voto y mantiene la sensación de ser la favorita para hacerse con la Presidencia peruana, sin embargo, un revés de la Justicia Electoral podría acabar con la posibilidad del regreso de la dinastía Fujimori.

Te puede interesar
PERú Justicia para las peruanas Una fiscal formaliza la denuncia al expresidente Alberto Fujimori y a funcionarios de su gobierno por esterilizar de manera forzada a mujeres en los noventa. Las cirugías provocaron la muerte de 18 jóvenes por falta de vigilancia médica