El futuro Del Valle de los Caídos después de Franco
Los restos de Franco fueron exhumados del Valle de los Caídos, pero ahora la pregunta es qué se hará con este espacio. Las opciones son un museo, un cementerio civil o realizar un concurso internacional de ideas
Mariana RecamierDespués de una larga lucha entre la familia de Francisco Franco y el Gobierno español, el dictador fue exhumado del Valle de los Caídos el jueves pasado. Con este hecho, se reabre el debate sobre el futuro del conjunto monumental ubicado en la Comunidad de Madrid, España.
El Gobierno considera que el Valle tiene que ser convertido en un lugar para la memoria histórica y considera que la exhumación de los restos de Franco es una oportunidad para reparar los daños que provocó su dictadura.
“En el Valle de los Caídos yacen los restos mortales de casi 34 mil víctimas de la Guerra Civil, muchos sin el consentimiento de sus familias. Una infamia, como la de las miles de fosas comunes que hay en España, que debe ser reparada más pronto que tarde… Cuando vuelva a abrir sus puertas, el Valle de los Caídos significará algo muy distinto: el recuerdo de un dolor que no debe repetirse jamás y un homenaje a todas las víctimas del odio”, dijo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones.
No obstante, las autoridades españolas aún no tienen un plan para el conjunto monumental. Algunas de las opciones que tiene el gobierno es convertir el Valle de los Caídos en un museo, un espacio para difundir la historia franquista desde una perspectiva crítica o un cementerio civil. Otra alternativa es realizar un concurso internacional sobre propuestas para el lugar.
El presidente Pedro Sánchez dice que un lugar con origen franquista no puede acoger valores de democracia
La idea del espacio museográfico parece descartada por el gobierno actual. Sánchez dijo desde agosto que el Valle no será un museo de la memoria, contra lo que decía la iniciativa presentada por el PSOE el año pasado, que proponía convertirlo en un “centro nacional de memoria impulsor de la cultura de la reconciliación”.
Una intervención así supondría construir un nuevo relato en homenaje a las víctimas de Franco. El presidente de Gobierno español tomó en su momento la postura de muchos familiares y asociaciones: un lugar con origen franquista no puede acoger valores de democracia, concordia, verdad, justicia o reparación.
Francisco Ferrándiz, antropólogo social y uno de los expertos del informe sobre el Valle de los Caídos encargado por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, tuvo la misma opinión que Sánchez.
“Es imposible que las víctimas puedan desarrollar afecto a ese monumento, hay otros modelos, sin poner un ladrillo, para hacer contenidos que aporten datos e información a un relato monolítico nacional-católico, por ejemplo, que con una tablet se descargue el discurso de Franco en la inauguración sería suficiente para que el ciudadano sacara sus propias conclusiones sobre si es o no un lugar de reconciliación”, dijo el antropólogo al medio de comunicación digital eldiario.es.
El verano pasado, el experto también pidió al presidente que fuera “valiente y ambicioso” en la resignificación del monumento.
“El Valle de los Caídos es único en el mundo, no basta con poner una placa con todos los nombres de las víctimas. Exige un proyecto integral que trabaje capa a capa sobre el mejor ejemplo del nacionalcatolicismo. En la construcción del monumento a las víctimas del holocausto de Berlín se invirtieron 15 años de debate social y político”, explicó a El País.
Otro de los impedimentos para convertir el Valle de los Caídos en un museo de la memoria es que se trata de un espacio religioso porque hay una basílica, la cruz más grande del cristianismo y una abadía de monjes benedictinos.
El complejo es administrado por la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, una organización creada por un decreto en agosto de 1957.
De acuerdo con su página web, el objetivo de la Fundación es “rogar a Dios por las almas de los muertos en la Cruzada Nacional, impetrar las bendiciones del Altísimo para España y laborar por el conocimiento e implantación de la paz entre los hombres sobre la base de la justicia social cristiana”.
El Gobierno estudia hacer depender estrictamente del Ejecutivo esta fundación o buscar un nuevo convenio con la iglesia católica en el que se podría sustituir a la comunidad benedictina por otra institución regular o secular.
Además, el conjunto monumental se encuentra descuidado, según el análisis que fue ordenado por Zapatero y documentos de Patrimonio Nacional. La basílica tiene problemas por la humedad: sus esculturas y la cruz amenazan desprendimientos porque fueron realizadas con una piedra caliza que se deshace con el tiempo.
La Comisión que realizó el análisis en 2011 estimó en unos 13 millones de euros las inversiones necesarias para rehabilitarla.
Cementerio civil, una opción para el Valle de los Caidos
La otra opción comentada por Sánchez en los últimos meses es no hacer modificaciones en el lugar y que sea considerado un cementerio civil.
Los expertos de Zapatero llegaron a la conclusión de que los más de 33 mil 800 cadáveres que se encuentran en el Valle pueden conformar un cementerio público y propusieron que se aclarara la situación legal de los cuerpos porque hay una anomalía: se encuentran dentro de un templo católico del que solo tienen competencia los monjes benedictinos.
Un pendiente
Por otra parte, el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, dijo a medios de comunicación que el gobierno español también debe mover los restos del político falangista José Primo de Rivera, quien está enterrado en el Valle, y posteriormente, ayudar a las personas que tienen seres queridos enterrados allí.
El complejo es administrado por una fundación católica
Silva tiene claro que el Valle de los Caídos “tiene que contar su propia historia”. Esto es, tiene que conocerse “quién lo construyó, para qué se usó y cómo”. Además, desde la Asociación piden desterrar la idea de que es un monumento para la reconciliación porque en su inauguración, en 1959, Franco instaba a seguir con la persecución.
Ahora solo queda esperar las indicaciones del gobierno de Sánchez para saber el futuro del Valle de los Caídos y su historia franquista.
