Dreamers: moneda de cambio para construir el muro

Trump ofrece dar protección a 1.8 millones de jóvenes con situación migratoria irregular, a cambio de que le den el dinero suficiente para construir el muro con México

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentará una Reforma Migratoria que tendrá como principal eje ofrecer la ciudadanía estadounidense a 1.8 millones de jóvenes migrantes que fueron llevados a ese país cuando eran niños, a cambio de cuatro medidas para controlar la migración.

GUÍA PRÁCTICA PARA ENTENDER QUÉ SON LOS DREAMERS, SU RELACIÓN CON TRUMP Y PORQUÉ NO QUIEREN REGRESAR A MÉXICO

Estas cuatro condiciones son las siguientes:

PRIMERA: 25 mil millones de dólares para un sistema de defensa fronteriza, que incluye un muro a lo largo de la frontera con México.
Funcionarios de la Casa Blanca aclararon que aunque se pretende en un principio que sea Estados Unidos el que pague por el muro, se encontrará la manera de que, en un futuro, México retribuya lo invertido.

El dinero también sería ocupado para contratar personal para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), jueces de inmigración, abogados, fiscales y elementos para la Patrulla Fronteriza.

Esto se traduce en: Donald Trump ha pedido 13 mil 900 dólares por cada dreamer que sería beneficiado mediante la renovación del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), y el destino de ese dinero sería el muro.

En contraste, otros miles que no cumplan con los requisitos para integrarse al programa, continuarán con el miedo a ser deportados; y aún los inscritos, correrán el riesgo de ver una eventual deportación de sus familiares.

SEGUNDA: Una “inversión histórica” para tecnología y seguridad en la frontera con Canadá.

Desde su campaña presidencial, el discurso antiinmigrante que Trump ha derivado en vetos migratorios y la terminación de programas de como el TPS, el cual otorgaba residencia temporal a unos 59 mil inmigrantes haitianos, tras el terremoto ocurrido en el país caribeño en 2010, y que contribuyó a que muchos tomaran la decisión de buscar nuevos horizontes como Canadá.

La cadena BBC ha informado que alrededor de 18 mil personas han cruzado ilegalmente la frontera desde Estados Unidos hacia Canadá para solicitar refugio entre enero y noviembre del año pasado. Sin embargo, un acuerdo firmado por ambos países en 2002 determina que los migrantes que tienen el propósito de pedir asilo deben hacerlo en el país que llegaron, por lo que muchos serían enviados de vuelta.

La condición de Trump resulta un tanto paradójica si se toma en cuenta que quienes migran, en su mayoría, son personas provenientes de países extranjeros, por ejemplo de Haití, el Congo y de la región de Sudamérica.

Manifestantes protestan en Washington, en contra de las medidas antimigratorias de Donald Trump. (Foto: Notimex)

TERCERA: La eliminación de la llamada “lotería de visas” que otorga anualmente 50 mil tarjetas de residencia o ‘Green Card” y prohibir la “inmigración en cadena”.

El presidente estadounidense propone que estas tarjetas de residencia sean otorgadas a migrantes seleccionados por “méritos”.

Los nuevos ciudadanos podrían solicitar la nacionalidad para sus familiares más próximos (cónyuges e hijos menores de 21 años), pero otros parientes como padres, hermanos o abuelos serían excluidos.

CUARTA: Los posibles candidatos a obtener la ciudadanía deben estudiar o trabajar y no haber cometido ningún tipo de crimen.
La propuesta de Trump podría otorgarle la residencia o ciudadanía al doble de jóvenes que estaban afiliados al DACA.

La propuesta sería presentada el lunes al Senado de Estados Unidos y puede que sea aprobada antes del 8 de febrero, la fecha límite para un posible nuevo cierre de gobierno.

Datos del Centro para el Progreso Americano detallan que entre el 5 de septiembre -día en que Trump anunció la eliminación del DACA- al 5 de marzo -día en que terminaría-, 22 mil jóvenes habrían perdido de manera paulatina su protección en el programa, en tanto que el congreso no agotara mecanismos suficientes para frenarlo.

Esta discusión llevó a que el sábado pasado el gobierno estadounidense quedara paralizado, luego de que el congreso y el Ejecutivo no llegaran a un acuerdo en torno al presupuesto federal.

Trump responsabilizó a la oposición demócrata en el senado de haber provocado la paralización del gobierno. Por su parte, los demócratas consideraron la aprobación a cambio de regularizar la situación de alrededor de 800 mil dreamers.

La falta de acuerdo entre Trump y la oposición transcurre y día con día, en promedio, 122 dreamers pierden la protección de DACA; jóvenes que podrían quedar en el limbo de la negociación.

Cifras de la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (UCSI, por sus siglas en inglés) aseguran que de los 800 mil dreamers bajo amparo de DACA, 622 mil son de origen mexicano.

Propuesta ampliamente rechazada

La propuesta fue vista con malos ojos por los legisladores demócratas, quienes criticaron las condiciones y las calificaron como vergonzosas.

“No podemos permitir que las vidas de los jóvenes que han hecho todo bien sean utilizadas como moneda de cambio para barrer las políticas antiinmigrantes”, dijo Michelle Lujan Grisham, presidenta del comité hispano del Congreso.

Organizaciones migrantes como United We Dream también criticaron duramente la propuesta e incluso la llamaron una propuesta de “supremacistas blancos”.

Paul Ryan aplaude propuesta

Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, aplaudió la propuesta de Trump y dijo los miembros de su partido estaban agradecidos por el liderazgo mostrado.

“Estamos agradecidos de que el presidente demuestre liderazgo en este tema y crea que sus ideas nos ayudarán a llegar finalmente a una solución equilibrada”, dijo Doug Andres, vocero de Ryan.

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