Corbynmanía en Reino Unido

En una victoria que opaca por mucho la que obtuvo Tony Blair en 1994, Jeremy Corbyn se impuso en la elección interna del viernes pasado y desde el sábado es el nuevo líder del Partido Laborista en el Reino Unido.

Corbyn, un político de izquierda que no conoce las medias tintas ha entusiasmado a las bases de su partido, quienes contrario a la opinión de previos líderes, lo consideran una oportunidad de renovación. 

Al obtener el liderazgo de su partido, Corbyn se ha convertido también en un potencial candidato a Primer Ministro en la elección general de 2020.

Sergio Almazán Sergio Almazán Publicado el
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En una victoria que opaca por mucho la que obtuvo Tony Blair en 1994, Jeremy Corbyn se impuso en la elección interna del viernes pasado y desde el sábado es el nuevo líder del Partido Laborista en el Reino Unido.

Corbyn, un político de izquierda que no conoce las medias tintas ha entusiasmado a las bases de su partido, quienes contrario a la opinión de previos líderes, lo consideran una oportunidad de renovación. 

Al obtener el liderazgo de su partido, Corbyn se ha convertido también en un potencial candidato a Primer Ministro en la elección general de 2020.

Rebelde de gustos sencillos

Jeremy es miembro de la cámara de los comunes desde 1983 y representa al municipio del Norte de Islington. 

Desde sus inicios llamó la atención por su actitud desafiante. 

A mediados de los ochenta, Terry Dicks, ministro del partido conservador lo criticó por su forma de vestir y dijo que desaliñados laboristas como él no deberían hablar en el parlamento sin antes “ponerse calcetines”. 

En respuesta a esa crítica el ahora líder de su partido dijo que el parlamento no es un desfile de modas o un club de banqueros. “Es un lugar donde la gente es representada” reiteraba en los ochenta vistiendo un suéter tejido por su madre.

Un reporte de 2009 reveló que Corbyn era el parlamentario que menos dinero le costaba a los contribuyentes británicos. 

Sin concesiones

Detractor de la guerra contra Irak, del  Apartheid en Sudáfrica y partidario de la extradición del dictador chileno Augusto Pinochet, Corbyn ha votado más de 500 veces contra la disciplina de su partido. 

Tony Blair, exPrimer Ministro laborista criticó duramente a Corbyn durante su campaña y llegó a decirle a los que le apoyaban  “Si su corazón está con Corbyn, háganse un trasplante”. La opinión del expremier británico no coincide con la del 60 por ciento de los laboristas que votaron por él. 

“Excitante”, “vigorizante” “esperanza” e “integridad” fueron las palabras de algunos de sus compañeros de partido, cuando la cadena BBC de Londres les preguntó resumir la campaña de Corbyn. 

Por otro lado, cuando un reportero le preguntó Bernie Sanders, precandidato demócrata a la presidencia de EUA sobre el ascenso de Jeremy Corbyn, comentó que ese repunte, al igual que el suyo, responden al hartazgo popular. “La gente está cansada y enferma de políticos que sólo representan al uno por ciento que más dinero tiene” comentó el también socialista Sanders. 

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