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Con licencia para matar

El asesinato del joven negro Michael Brown a manos de un policía blanco, en Ferguson, Missouri, ha levantado un cuestionamiento en Estados Unidos (EU): ¿qué tanto se justifica que un agente de seguridad asesine a un presunto criminal?

Los activistas denuncian que las fuerzas policiacas asesinan a un número excesivo de personas y que los organismos públicos de seguridad ocultan la información. 

El FBI recién reveló que en el 2013 el número de sospechosos asesinados por un policía fue de 461, el más alto en dos décadas.

“La muerte de Michael Brown fue parte de un trágico e inaceptable patrón: los policías en Estados Unidos disparan y matan civiles en números alarmantemente altos”
Eugene Robinsoncolumnista en The Washington Post
http://youtu.be/4nTRYi7cd20

El asesinato del joven negro Michael Brown a manos de un policía blanco, en Ferguson, Missouri, ha levantado un cuestionamiento en Estados Unidos (EU): ¿qué tanto se justifica que un agente de seguridad asesine a un presunto criminal?

Los activistas denuncian que las fuerzas policiacas asesinan a un número excesivo de personas y que los organismos públicos de seguridad ocultan la información. 

El FBI recién reveló que en el 2013 el número de sospechosos asesinados por un policía fue de 461, el más alto en dos décadas.

El informe cataloga estos decesos como “homicidios justificados”, pero los especialistas acusan que la información no presenta argumentos que expliquen estas muertes y que además no existen datos de los “homicidios injustificados”.

Incluso, la organización de periodistas y analistas Fifty Thirty Eight estima que, con base en un análisis de noticias, el número de muertes sería de mil 100 al año, más del doble de lo reportado por el FBI.

“La muerte de Michael Brown fue parte de un trágico e inaceptable patrón: los policías en Estados Unidos disparan y matan civiles en números alarmantemente altos”, escribió ayer Eugene Robinson en The Washington Post. 

“¿Cuántos asesinatos hay cada año? Nadie puede decirlo por seguro, porque los departamentos de policía no quieren que nosotros lo sepamos”. 

Tras el asesinato de Brown, en agosto, la revista The Economist publicó que eso era un recordatorio de que los civiles de EU, culpables o inocentes, tienen mayor probabilidad de recibir un disparo de un policía que en cualquier otro país rico.

Por ejemplo, en el 2011 los agentes de seguridad de EU asesinaron a 404 civiles, mientras que en Australia y Alemania sólo fueron seis y en Gran Bretaña dos. 

“La explicación para esta brecha es simple. En Gran Bretaña las pistolas son raras. Solo oficiales especializados en armas de fuego las cargan y los criminales raramente tienen acceso a ellas”, explicó la publicación británica. 

Al señalar que existe impunidad en estos casos, los activistas demandan revisar los protocolos de seguridad que siguen los policías. 

“Por supuesto, hay situaciones en las que la policía no tiene otra opción más que tirar a matar”, expresó ayer la analista de CNN Frida Ghitis, “como cuando miembros del público o los mismos policías están en inminente peligro.

“Pero esto sólo debería pasar cuando no hay otra forma razonable para salvar la vida del policía o la de otras personas. En otros casos, disparar para incapacitar o no disparar en lo absoluto podría ser una mejor opción”.

El ingrediente racial de Ferguson

Ante las críticas que tachan de racista a la policía, USA Today realizó en noviembre un análisis del reporte del FBI que concluye que cada año hay, en promedio, 96 incidentes en los que un policía blanco asesina a un sospechoso negro.

Al respecto, el medio Vox encontró que, en 2012, de 426 casos de civiles asesinados por policías, el 31 por ciento fueron negros, 12 por ciento latinos y 52 por ciento blancos. 

Esto a pesar de que, los negros sólo constituyen 13 por ciento de la población total de EU y los latinos el 17 por ciento.

“(Esto) es en parte una demostración de que son las personas que más probablemente afrontan los policías. Son quienes tienen mayor probabilidad de ser arrestados y suelen vivir en vecindarios que la policía patrulla con mayor frecuencia”, expone el medio. 

En medio de este panorama y del caso Ferguson, el Procurador General de EU, Eric Holder, llamó este lunes a terminar con el racismo que existe dentro de los cuerpos policiacos.

El presidente Barack Obama también anunció que se reestructurarán los protocolos y que los policías empezarán a portar cámaras para evitar abusos y facilitar las investigaciones policiacas. 

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Un hombre asesinó ayer a una reportera y a un camarógrafo que transmitían en vivo para WDBJ7, una filial local de CBS en Moneta, Virginia. 

El presunto atacante y exempleado de la estación, Bryce Williams, publicó imágenes en las redes sociales en las que se muestra, desde su perspectiva, cómo iba a disparar en contra de los periodistas Alison Parker y Adam Ward.

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