¿Cómo venció Islandia al COVID-19 sin decretar cuarentena obligatoria?

La tasa de mortalidad de Islandia es de uno de cada ciento ochenta casos confirmados, lo que significa el 0.56 por ciento

Islandia no necesitó decretar cuarentena ni confinamiento obligatorio y no sólo consiguió aplanar la curva de contagios de COVID-19, sino que la eliminó por completo.

Se trata de una estrategia en la que desde el primer caso de contagio reportado se pidió al paciente ponerse en cuarentena durante catorce días, mientras se le monitoreaba desde su hogar.

Cuando hubo una embestida de casos, a mediados de marzo, el gobierno de Islandia se dedicó a enviar a casi todos los casos a sus hogares, mientras que el equipo de rastreo no dejó el seguimiento a los potenciales casos.

Implementaron también un fuerte cerco de seguridad en los aeropuertos y lugares concurridos, al punto de escanear los aviones y las imágenes de las cámaras de seguridad para determinar quién estaba sentado junto a quién en los transportes.

Además, ordenó el cierro de pocos tipos de negocios, como clubes nocturnos y salones de belleza, mientras que el equipo de rastreo no dejaba el seguimiento a los casos.

La reportera del New Yorker, Elizabeth Kolber, estuvo en Islandia y reportó que hubo demasiadas reglas para utilizar hasta los baños públicos, así como para utilizar los aeropuertos y otros tipos de transporte.

Kolber destaca que el gobierno de Islandia cerró las escuelas secundarias y universidades y para el 17 de mayo ya había examinado el virus al 15.5 por ciento de la población.

Finalmente, la periodista enfatiza que la tasa de mortalidad de Islandia es de uno de cada ciento ochenta casos confirmados, lo que significa el 0.56 por ciento.

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