Firman la paz

Después de más de medio siglo de lucha antigubernamental, este lunes se firmó oficialmente el fin de la guerra entre las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) y las autoridades de Colombia.

 

La Unión Europea anunció que retirará a las FARC de su lista de organizaciones terroristas después de la firma de los acuerdos de paz 

Después de más de medio siglo de lucha antigubernamental, este lunes se firmó oficialmente el fin de la guerra entre las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) y las autoridades de Colombia.

 

En un acuerdo histórico que pone fin a 52 años de conflicto, el grupo armado marxista, formado en 1964, ratificó el acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, que no espera más que el resultado de un referéndum nacional el próximo 2 de octubre para entrar en vigor.

 

Con un contingente de 450 observadores, la ONU supervisará el desarme de 7 mil 500 guerrilleros. 

 

Y en cuanto a la guerrilla más antigua, larga, cruel y poderosa del mundo, deberá convertirse en un partido político, y sus armas serán utilizadas simbólicamente en la construcción de monumentos conmemorativos. 

 

Por lo tanto, ¿cuáles son las condiciones para el éxito de este histórico acuerdo? ¿Sobre qué pasado histórico se apoya y, sobre todo, cuál es su compromiso para el futuro? ¿La muerte del fundador Marulanda en 2008 y la salida del expresidente Uribe en 2010, fueron los facilitadores? Y ¿cuáles son las principales dificultades de su aplicación, si siete millones de colombianos demandan una indemnización? 

 

Un momento histórico

 

Las 297 páginas del acuerdo de paz negociada durante cuatro años en La Habana fueron ratificadas en la ciudad de Cartagena – conocida como La Heroica -, acogiendo a 15 jefes de Estado y 26 ministros de relaciones exteriores. 

 

Entre los que se encontraban el secretario de Estado, John Kerry; el del Vaticano, Pietro Paolin; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el de la Organización de los Estados Americanos, Luis Amagro, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y la del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. 

 

Sector agrario: el ADN de las FARC

 

Los acuerdos de paz establecen una política de desarrollo rural que permita un mejor acceso a la tierra y la distribución de títulos de propiedad a los agricultores.

 

También se prevé la restitución de tierras a los desplazados. Y un plan de infraestructura deberá romper el aislamiento de muchas regiones de Colombia para promover el desarrollo rural de las áreas que el conflicto armado mantuvo fuera de la esfera de influencia del Estado y de sus inversiones.

 

Los acuerdos también proporcionan mecanismos para fomentar la participación de los ex miembros de las FARC en la política nacional. Dos representantes de las FARC integrarán el Senado y otros dos el Congreso, sin derecho a voto. Además, 5 asientos serán garantizados a las FARC en cada Cámara después de las elecciones de 2018.

 

Las FARC no firmaron para ir a la cárcel. Pero este conflicto que ha durado 52 años, ha dejado a más de siete millones de víctimas.

 

El acuerdo establece que aquellos que han cometido crímenes graves contra la humanidad serán procesados por los tribunales colombianos. 

 

Habrá condenas de sustitución a la prisión para los que confiesen sus crímenes y contribuyan a la verdad. Y sentencias de cinco a siete años que se impondrán a aquellos que reconozcan sus delitos. 

 

De lo contrario, si es declarado culpable, será condenado a 20 años de prisión. Hay indemnizaciones previstas para las víctimas. 

 

Sin embargo, persiste una gran incógnita con respecto a las finanzas de las FARC: ¿el dinero?

Según diversas fuentes, existe un verdadero tesoro de guerra construido a través de los beneficios generados por el tráfico de drogas y las minas ilegales.

 

Un acuerdo no supone el fin de la violencia

 

La paz con las FARC no significa el fin de la violencia en Colombia. El Ejército de Liberación Nacional (ELN) seguirá siendo una guerrilla activa, pues si bien estuvo en un principio asociada a las negociaciones de paz junto a las FARC, su negativa a liberar a sus rehenes no les permitió continuar. 

 

Lo peor es que el ELN y los paramilitares están recuperando los territorios que las FARC están abandonando, para tomar posesión de los cultivos y el tráfico de drogas, así como de las minas ilegales que les generan una renta cómoda.

 

Por el momento, este grupo armado declaró un alto el fuego unilateral hasta la celebración del referéndum el 2 de octubre.

 

Por otro lado, los miembros de las FARC se beneficiarán de una protección especial para evitar lo que sucedió en la década de 1980, cuando la Unión Patriótica, un partido político de las FARC, creado en favor de las conversaciones de paz con el gobierno de Belisario Betancur, vio a miles de sus miembros asesinados por los paramilitares. 

 

Quince mil militares colombianos serán responsable de garantizar la seguridad de los miembros de las FARC. 

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