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El claroscuro de la paz

Hoy en el Día Internacional del Personal de Paz de la ONU se cumplen siete décadas de la primera misión de paz de esta organización internacional. En la actualidad, el ejército de paz de las Naciones Unidas tiene un historial de abuso sexual contra las personas que necesitan ayuda humanitaria

Hoy se cumplen 70 años de la primera misión de paz de las Naciones Unidas. En este aniversario, la evaluación de los cascos azules, el personal militar de la ONU sobre terreno, no es un tema fácil. Por una parte han sido acusados de abusos contra aquellos que deben ayudar, pero también son soldados que arriesgan su vida para apoyar a las personas que se encuentran en crisis humanitaria.

El lado oscuro del personal de paz ha provocado en muchas ocasiones que quede en segundo plano su ayuda en contextos de violencia. El caso más reciente sucedió en abril del presente año, cuando la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) abrió una investigación por un posible caso de abusos sexuales a menores en una base de los cascos azules.

Esta situación fue descubierta el pasado 13 de abril cuando fueron detenidas cuatro adolescentes en el momento que estaban entrando a la base de Naciones Unidas en Aweil, en el noreste de Sudán del Sur, según un comunicado de la UNMISS. Una de las menores alegó que un miembro del contingente de la ONU la había tocado “de manera inapropiada” a cambio de dinero.

Otro caso reciente se remota a febrero. Ese mes, varios soldados sudafricanos pertenecientes a las fuerzas de paz de las Naciones Unidas fueron acusados de explotación sexual de mujeres y de golpear a un adolescente de 17 años en República Democrática del Congo. Son tres los supuestos casos de explotación sexual, registrados en la región de Kivu Norte, y uno de ellos incluye una reclamación de paternidad.

Este problema también se dio en 2017. En junio del año pasado, 629 soldados pertenecientes a la Misión de Paz de la ONU en la República Centroafricana (MINUSCA) y originarios de la República del Congo, regresaron a su país de origen tras determinar su presunta mala conducta como cascos azules. Este mal comportamiento incluyó abusos sexuales y tráfico de combustible.

De acuerdo a la base de datos sobre las misiones de la ONU, 17 acusaciones fueron interpuestas contra militares de esta organización internacional por abuso o explotación sexual en el presente año. El año anterior se recibieron 41 acusaciones por los mismos delitos cometidos por cascos azules y se tiene un registro de 73 acusaciones bajo la misma clasificación en 2016.

De los 412 cascos azules acusados desde 2010, 41 han acabado en la cárcel. La ONU sólo tiene responsabilidad sobre su personal civil. Si se demuestra el delito a uno de estos militares, se le expulsa de la organización y el país del que proviene es responsable de abrir un proceso en contra de este individuo.

En 2017, António Guterres, secretario general de la ONU, presentó una nueva estrategia para combatir el abuso y la explotación sexual por parte del personal de la organización. La estrategia está centrada en la atención a las víctimas, la transparencia, la rendición de cuentas y la impartición de justicia.

Violencia contra ellos

En otras ocasiones, la violencia es contra el personal de paz. Al menos 14 cascos azules de nacionalidad tanzana pertenecientes a la Misión de Paz de la ONU en la República Democrática del Congo (Monusco) murieron y 53 resultaron heridos durante un ataque al este del país, en diciembre de 2017.

El secretario general de las Naciones Unidas dijo que este ataque es uno de los peores en la historia reciente contra las fuerzas de paz de la ONU, al mismo tiempo que ha expresado sus condolencias a los familiares de los soldados abatidos.

Más de 60 cascos azules fallecieron tras sufrir diversos ataques en 2017, de acuerdo al último registro de la ONU. No obstante, lograron proteger y salvar muchas vidas, especialmente en la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Mali y Sudán del Sur.

La ONU publicó este año un informe elaborado por el general brasileño Carlos Alberto dos Santos Cruz sobre la seguridad de los cascos azules. En este documento, el comandante señaló la falta de recursos y de preparación de estas fuerzas.

El último presupuesto aprobado para los cascos azules ascendió a casi 7 mil millones de dólares, una cantidad que no llega ni al 0.5 por ciento de los gastos militares mundiales

En el año 2000, el diplomático Lakhdar Brahimi redactó otro memorándum en el mismo sentido sobre la necesidad de rediseñar el concepto de las intervenciones de mantenimiento de la paz.

Setenta años de servicio

La primera misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas se estableció el 29 de mayo de 1948, cuando el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de algunos observadores militares en el Oriente Medio para supervisar el Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes.

Desde esa fecha, más de un millón de hombres y mujeres han prestado servicio en nombre de las Naciones Unidas en 71 operaciones de mantenimiento de la paz y han tenido una repercusión directa en las vidas de centenares de personas.

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cascos azules fallecieron tras sufrir diversos ataques en 2017

El Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas ha contribuido a la transición de una situación bélica a una pacífica en países como Sierra Leona, Camboya, Timor-Leste, Namibia y El Salvador.

El mantenimiento de la paz de la ONU cuenta actualmente con más de 100 mil miembros de su personal militar, policial y civil, desplegados en 14 operaciones de mantenimiento de la paz llevadas a cabo en cuatro continentes.

Conmemoraciones

El secretario general de la ONU anunció que pasará hoy, el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas, en Malí para expresar su solidaridad con los cascos azules que realizan labores en este país.

A su regreso de África, Guterres presidirá la celebración por este día en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York el viernes 1 de junio. El titular de la ONU colocará una ofrenda floral para honrar a quienes perdieron sus vidas mientras servían a la paz y oficiará una ceremonia para entregar de manera póstuma la Medalla Dag Hammarskjöld a 128 militares, policías y personal civil que perdieron la vida en operaciones de mantenimiento de la paz.