Además de que Nicolás Maduro reforzó sus relaciones con el gobierno de Lula da Silva, recibió el cobijo de otros líderes políticos. Foto: Especial

Brasil se une a los gobiernos de AL que respaldan el gobierno de Nicolás Maduro 

Con su último encuentro con el presidente de Brasil, Nicolás Maduro recibe más aprobación por parte de los países de la región luego de permanecer años sin el respaldo latinoamericano, lo que le podría ayudar a enfrentar las sanciones del extranjero

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está volviendo a ser reconocido a nivel regional.

Después de ocho años de no visitar Brasil, esta semana lo volvió a hacer para reunirse con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva.

La última vez que Maduro visitó el país sudamericano fue en 2015, cuando fue recibido por la entonces mandataria Dilma Rousseff.

Cuando Jair Bolsonaro tomó posesión en 2019, las relaciones con el gobierno de Maduro se dieron por terminadas debido a que el exmilitar reconoció al opositor venezolano Juan Guai como presidente interino.

En ese entonces, incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil emitió un comunicado oficial para dar a conocer el respaldo a la nueva administración venezolana.

Con el regreso de Lula da Silva al poder, las relaciones bilaterales con la administración de Maduro se restablecieron. Desde su campaña a la presidencia, el izquierdista se mostró interesado en dialogar con el chavista.

El encuentro con Lula da Silva

Después de su encuentro con el jefe de Estado venezolano, Lula da Silva calificó la reunión como “un momento histórico” por todos los años que tuvieron que pasar para que su homólogo estuviera de vuelta en su país.

“Es difícil concebir que hayan pasado tantos años sin que se mantengan diálogos con la autoridad de un país amazónico y vecino, con el que compartimos una extensa frontera”, declaró el brasileño.

El presidente Nicolás Maduro informó que tras el encuentro con Lula da Silva no sólo se acordó volver a retomar lazos diplomáticos, sino de comercio, políticos y sociales. Además, se mostró interesado en ser parte de los BRICS, un grupo conformado por Brasil, Rusia,India,  China y Sudáfrica.

En materia de comercio, el político chavista agregó que retomará relaciones con inversionistas y empresarios de Brasil, lo que le daría una oportunidad para llevar dinero a su nación ante la crisis económica que enfrenta por las sanciones que le impuso Estados Unidos por la supuesta falta de democracia en sus elecciones.

Al igual que la Unión Americana, la Unión Europea le ha impuesto represalias económicas a Venezuela desde 2017, renovando las sanciones cada año.

Para el doctor Adalberto Santana, miembro y exdirector del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, el gobierno de Nicolás Maduro representa un mandato que ha sabido vivir a pesar de las presiones internacionales.

“Cuba, por ejemplo, lleva más de 60 años soportando los bloqueos y ha salido adelante. Esa experiencia la ha tomado el presidente Maduro para poder avanzar gracias también al respaldo de otros países como China, Rusia, Irán o algunos países de Europa.

“Ahora, con el reconocimiento de los países de la región, podrá salir del lugar en el que lo metió la dinámica de Estados Unidos y la Unión Europea”, declara el especialista.

Reunión con sudamericanos

En Brasil, además de que Nicolás Maduro reforzó sus relaciones con el gobierno de Lula da Silva, recibió el cobijo de otros líderes políticos latinoamericanos que acudieron a la Cumbre de los Países de América del Sur.

Entre algunos de los mandatarios presentes estuvieron Alberto Fernández, Gabriel Boric, Luis Arce, Guillermo Lasso y Gustavo Petro, presidentes de Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, respectivamente.

Nicolás Maduro arribó a Brasilia el pasado 28 de mayo en compañía de su esposa Cilia Flores. Foto: Especial
Nicolás Maduro arribó a Brasilia el pasado 28 de mayo en compañía de su esposa Cilia Flores. Foto: Especial

Algunos de ellos han reconocido el liderazgo de Maduro como presidente de Venezuela, como Petro, Arce y Fernández. El primero de ellos inició su mandato visitando Caracas para reanudar las relaciones bilaterales.

El antecesor de Gustavo Petro, Iván Duque, no reconoció a Maduro como su homólogo durante sus cuatro años de gobierno, dejando en el olvido sus lazos diplomáticos y comerciales. Sin embargo, accedió en recibir a los migrantes venezolanos que salieron hacia Colombia en busca de mejores oportunidades de vida.

En lo que respecta a la relación con Bolivia, el presidente Luis Arce se ha convertido en uno de los mandatarios de la región más cercanos a Maduro, debido a que ha visitado Venezuela en diferentes ocasiones, como cuando se conmemoraron los 10 años de la muerte de Hugo Chávez en febrero pasado.

Con Alberto Fernández, aunque Maduro no había protagonizado una reunión bilateral hasta su más reciente encuentro en Brasil, el argentino había defendido la visita de su homólogo a su país para participar en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en enero de este año.

Según declaró ayer el kirchnerista, está interesado en seguir avanzando en la construcción de “una América Latina unida que defienda los procesos democráticos, los derechos humanos y la libertad de los pueblos”; temas que presentó a Maduro para acordar una relación más cercana.

Al igual que el argentino, el presidente de Chile dijo a la prensa que le manifestó de frente a Maduro su preocupación por los derechos humanos en Venezuela, pues los migrantes venezolanos que emigraron a su Estado esperan una respuesta.

“Desde nuestro punto de vista como gobierno chileno y en particular yo, como presidente de izquierda, creo que era importante manifestarlo de frente a Nicolás Maduro en esta primera oportunidad que teníamos de encontrarnos”, contó Boric.

Con el acercamiento de estos países al gobierno de Maduro, en el mediano y largo plazo el liderazgo que Venezuela llegó a tener en el pasado podría estar de vuelta, siempre y cuando responda a los acuerdos bilaterales con sus homólogos.

Te puede interesar