Boston como nueva excusa

A pesar de que el gobierno de Estados Unidos declaró hace unos días que los atentados ocurridos en el maratón de Boston no afectarán de ninguna manera el debate sobre la reforma migratoria, The Washington Post  (TWP) cree lo contrario.

En un editorial publicado ayer, el diario denuncia una campaña de intimidación de quienes –según ellos- desde el Senado buscan explotar los ataques en Boston para descarrilar el debate sobre la reforma migratoria.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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A pesar de que el gobierno de Estados Unidos declaró hace unos días que los atentados ocurridos en el maratón de Boston no afectarán de ninguna manera el debate sobre la reforma migratoria, The Washington Post  (TWP) cree lo contrario.

En un editorial publicado ayer, el diario denuncia una campaña de intimidación de quienes –según ellos- desde el Senado buscan explotar los ataques en Boston para descarrilar el debate sobre la reforma migratoria.

Para TWP, cualquier intento de ligar ambos eventos no está orientado a responder interrogantes, pero sí a inspirar temor entre los estadounidenses.

“Ellos están más interesados en generar temor”, dicen al aludir a los comentarios y demandas hechos en días recientes por los senadores republicanos Charles E. Grassley, de Iowa, y Rand Paul, de Kentucky.

Por una parte Grasley cuestionó la efectividad de los controles que permiten el ingreso de inmigrantes como los hermanos Tsarnaev -sospechosos de perpetrar los ataques en Boston-, en tanto que Paul pidió detener el debate legislativo hasta “entender las fallas del sistema migratorio”.

Sin embargo, para el rotativo lo que ambos buscan es sembrar el miedo “de que la reforma migratoria abrirá de alguna forma la puerta a más inmigrantes de cuidado y a más ataques terroristas”.

“Muchos opositores de la reforma migratoria continúan aferrados a la fantasía de deportaciones masivas, y ven a los sospechoso de los bombazos en Boston como un conveniente catalizador con la esperanza de galvanizar el enojo del país”, acusó. 

Para el diario la falla está en los sistemas de inteligencia, no en el de migración.

No más ‘ilegales’

Fernando Chávez, hijo del activista César Chávez, y el periodista ganador del premio Pulitzer, José Antonio Vargas, entregaron ayer una solicitud con 70 mil firmas para que The New York Times descarte el término de “inmigrante ilegal”.

Por ser “ofensivo” y “deshumanizante”, la petición urge al diario más influyente de Estados Unidos a que deje de utilizarlo para referirse a personas sin documentos o que se quedaron en aquel país tras la expiración de su visa.

La solicitud pide a Jill Abramson, editora de la publicación, que deje de emplear “estereotipos étnicos y raciales” al referirse a inmigrantes sin papeles. Convencerlos representaría una nueva victoria para el movimiento de los inmigrantes en Estados Unidos y permitiría avanzar en una reforma integral.

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